La periodista Silvia Naishtat analiza el impacto de la apertura de importaciones que golpea a textiles y automotrices. Advierte sobre el giro hacia un modelo extractivista que descuida el empleo masivo y apuesta a una "burbuja" tecnológica.
Lectura exprés
- ¿Qué sucedió?
Una ola de cierres de fábricas y despidos sacude a la industria nacional por la apertura de importaciones. - ¿Quiénes son los protagonistas?
Grandes multinacionales como Whirpool, empresas textiles y el gobierno nacional con su nuevo esquema económico. - ¿Cuándo ocurrió?
El análisis corresponde al escenario actual de finales de 2025, tras meses de políticas de liberalización. - ¿Dónde fue?
Afecta principalmente al conurbano industrial, con un desplazamiento de interés hacia la Patagonia (minería y energía). - ¿Cómo se produjo?
Por un tipo de cambio que favorece la importación y costos locales (impuestos, logística) que restan competitividad. - ¿Por qué es importante?
Marca el fin de un modelo industrial para pasar a una "economía de montaña" (extractivista) con menor demanda de mano de obra. - ¿Qué consecuencias hay?
Pérdida de empleo en zonas densamente pobladas y una apuesta riesgosa a inversiones en Inteligencia Artificial que podrían ser una burbuja financiera.
La caída de la industria: Crónica de un cierre anunciado
El panorama industrial argentino enfrenta uno de sus momentos más críticos. Lo que comenzó como un "goteo" de dificultades a finales del año pasado se ha transformado en una marea de cierres de plantas y despidos masivos. La periodista especializada Silvia Naishtat, en diálogo con Radio Con Vos, describió un escenario donde la liberación de importaciones y el atraso cambiario están desmantelando el tejido productivo nacional.
Casos emblemáticos ilustran esta debacle. Whirpool, el gigante de electrodomésticos, decidió cerrar su planta más moderna —inaugurada hace apenas dos años con una inversión de 52 millones de dólares— debido a la falta de competitividad. "La fábrica estaba destinada a exportar a Brasil, pero se dieron cuenta de que no podían competir. Los costos laborales en dólares son un 30% más altos que en el país vecino, sumado a la carga impositiva y logística", explicó Naishtat. La decisión fue drástica: pasar a pérdidas y cerrar, reemplazando producción local con productos importados.
¿Qué es la "Economía de Montaña"?
El análisis sugiere que este desmantelamiento no es accidental, sino parte de un cambio de modelo económico impulsado por la gestión de Javier Milei, denominado por economistas como la "economía de montaña". Este esquema prioriza actividades extractivas ubicadas en zonas de baja densidad poblacional, como la minería, el petróleo y la generación de energía en la Patagonia.
Si bien estos sectores generan divisas genuinas, plantean un grave dilema social: "La minería y los data centers requieren poca mano de obra una vez construida la infraestructura", advirtió la periodista. Esto implica una transferencia de recursos desde el populoso conurbano bonaerense —histórico motor industrial— hacia enclaves alejados, dejando a miles de trabajadores calificados sin opciones de empleo en sus comunidades.
El espejismo de la Inteligencia Artificial
En contraposición al "apagón" industrial, el gobierno apuesta fuerte al futuro tecnológico. Funcionarios como Demian Reidel encabezan negociaciones con gigantes como OpenAI para atraer inversiones por hasta 20.000 millones de dólares destinadas a centros de datos. La lógica es aprovechar la energía barata que ofrece la "economía de montaña" para alimentar la voracidad energética de la Inteligencia Artificial.
Sin embargo, Naishtat citó una inquietante advertencia del prestigioso semanario The Economist: el mundo podría estar ante una nueva burbuja financiera. "Hay una exuberancia irracional en los balances de las tecnológicas. Si esa burbuja estalla, el impacto sería devastador", señaló, comparando la situación con la crisis de las "puntocom" o el efecto Tequila. Empresas como Nvidia hoy valen ocho veces el PBI argentino, una desproporción que enciende alarmas sobre la solidez real de estas inversiones prometidas.
"Argentinización" de los activos
Otro fenómeno destacado es la retirada de multinacionales que venden sus operaciones a grupos locales, un proceso de "argentinización" protagonizado por viejos conocidos del establishment de los años 90, como las familias Neuss y Manzano. Estos grupos están tomando posiciones estratégicas en energía y represas hidroeléctricas, ocupando el vacío que dejan las firmas extranjeras que ya no ven atractivo en el riesgo argentino.
- Industria textil: Cierres en La Rioja y caída de ventas por importación.
- Jugueteros: Denuncian una avalancha de productos chinos.
- Política industrial: El gobierno sostiene que "la mejor política industrial es la que no existe".
El diagnóstico es contundente: Argentina transita un cambio de régimen que sacrifica su base industrial tradicional en pos de un modelo extractivista y financiero de alto riesgo, con un costo social que ya se empieza a sentir en las calles.

