Alerta laboral en Argentina: Se frenó la creación de empleo en relación de dependencia

Informes recientes confirman el estancamiento total en la generación de puestos formales en el sector privado. La crisis productiva y el cierre de empresas empujan a los trabajadores hacia el cuentapropismo y la precariedad.

 "Golpe De Vista"

precarizacion

Lectura exprés

  • ¿Qué sucede? Se detuvo por completo la registración de nuevos empleos en relación de dependencia (asalariados formales).
  • ¿Qué sector crece? Únicamente el trabajo por cuenta propia y el monotributo, a menudo como mecanismo de subsistencia.
  • ¿Por qué ocurre? Debido al deterioro productivo, la caída del consumo y el cierre de pequeñas y medianas empresas.
  • ¿Qué dicen los datos? Mientras el empleo asalariado privado cae, el cuentapropismo ha crecido cerca del 14%.
  • ¿Cuál es la consecuencia? Una precarización del mercado laboral, con menos derechos y menor estabilidad de ingresos.
  • ¿Qué impacto tiene en las empresas? Muchas firmas han optado por no contratar o reducir personal ante la incertidumbre económica.

El fin del empleo "de por vida" y el auge de la precariedad

El mercado de trabajo argentino cierra el 2025 con una señal de alarma que ya no puede ser ignorada: el empleo en relación de dependencia ha dejado de crecer. Según reportes recientes difundidos por medios nacionales y regionales, la generación de puestos de trabajo genuinos en el sector privado se ha estancado, dando paso a una nueva realidad dominada por la informalidad y el autoempleo de subsistencia.

Informes económicos advierten que el deterioro del tejido productivo ha impactado directamente en la capacidad de las empresas para absorber mano de obra. El concepto tradicional de trabajo asalariado, con aguinaldo, vacaciones y seguridad social, está siendo desplazado por formas de contratación más volátiles o directamente por la iniciativa individual ante la falta de opciones.

Cifras que preocupan: Menos asalariados, más monotributistas

Los datos relevados hacia finales de este año muestran una tendencia clara y preocupante. Mientras que el empleo asalariado registrado en empresas privadas muestra signos de contracción —con caídas estimadas en torno al 3% en algunos sectores—, el empleo no asalariado o por cuenta propia ha experimentado un salto significativo, rozando un crecimiento del 14%.

Esta disparidad revela que la "creación de empleo" que a veces aparece en las estadísticas generales no corresponde a puestos de calidad, sino a personas que salen a generar sus propios ingresos ante la pérdida de oportunidades formales. Organismos y consultoras privadas coinciden en que el cierre de empresas, especialmente Pymes, ha sido un factor determinante en esta abrupta baja de la demanda laboral.

Las causas del freno de mano

El fenómeno no es casual, sino la consecuencia de una tormenta perfecta en la economía nacional. Entre los factores principales que explican por qué ya no se registran nuevos empleos en blanco, se destacan:

  • Deterioro productivo: La caída en la actividad industrial y comercial ha llevado a que las empresas operen con la capacidad mínima indispensable.
  • Incertidumbre jurídica y económica: Pese a los intentos de reforma, los costos laborales y la falta de previsibilidad siguen siendo barreras altas para la contratación.
  • Caída del consumo: Sin ventas repuntando en el mercado interno, el sector privado no tiene incentivos para ampliar sus plantillas.

Expertos del sector señalan que el aumento del cuentapropismo no debe leerse como un auge del emprendedurismo, sino como una estrategia de supervivencia. "Hay más personas buscando generar ingresos para subsistir por su cuenta porque el mercado formal les ha cerrado la puerta", indican los análisis, marcando una precarización estructural de la fuerza de trabajo en la Argentina.

Un futuro incierto para los trabajadores

El panorama para el inicio de 2026 plantea desafíos enormes. Si la tendencia se consolida, la Argentina podría enfrentarse a una cronificación de la pobreza laboral, donde tener trabajo ya no garantiza estar por encima de la línea de pobreza ni contar con cobertura de salud o previsional adecuada. La reactivación del empleo registrado dependerá, en última instancia, de un cambio de rumbo en las condiciones macroeconómicas que hoy asfixian a la producción.

 

informe desarrollado desde Fuente/Canal: El Territorio