Tras una denuncia de Grabois por supuestos vínculos de Espert con el narcotráfico, el diputado publicó un video victimizándose, lo que provocó una respuesta lapidaria de Grabois, quien lo tildó de "narcotiraso" y "rata con la ética de un chacal", abriendo un nuevo y explosivo capítulo en la polarizada política argentina.

La ya tensa relación entre el dirigente social Juan Grabois y el diputado José Luis Espert ha implosionado en una guerra de acusaciones sin cuartel.

"Narcotiraso" y "chacal": La feroz respuesta de Grabois

La política argentina es testigo de un enfrentamiento de una virulencia inusitada entre dos de sus figuras más mediáticas: Juan Grabois y José Luis Espert. Lo que se inició con una grave denuncia por presunto financiamiento narco, escaló a un cruce de acusaciones personales que expone las fracturas y el tono cada vez más beligerante del debate público.

El origen: La denuncia por vínculos con el narcotráfico

El conflicto estalló a raíz de una denuncia presentada por Juan Grabois que vincula a José Luis Espert con Fred Machado, un empresario argentino detenido en Estados Unidos por lavado de dinero y narcotráfico. Según la acusación, Espert habría recibido financiamiento para sus campañas políticas por parte de Machado, lo que motivó una investigación y un fuerte revuelo mediático.

Ante el avance de la causa y la presión pública, Espert decidió publicar un video en sus redes sociales. En él, lejos de aclarar contundentemente los hechos, optó por un discurso victimista. Con la voz quebrada, denunció ser objeto de una "campaña de difamación" y hostigamiento, asegurando que las acusaciones habían afectado a su familia y que temía por su seguridad. Fue este acto el que desató la furia y la fulminante respuesta de Grabois.

La respuesta lapidaria: "No das lástima, das asco"

La reacción de Juan Grabois fue inmediata y demoledora. A través de una publicación en sus redes sociales, descalificó por completo el intento de victimización de Espert. "Vos, narcetiroso, haciéndote la víctima después de hostigar a medio país, no das lástima, das asco", sentenció Grabois al inicio de su mensaje.

El dirigente social fue más allá, trazando una línea ética entre sus acciones y las que le atribuye al diputado: "Nunca mencioné el nombre de un solo miembro de tu familia, menos de una hija como vos sí hiciste con la hija de Cristina (Kirchner), porque sos una rata con la ética de un chacal". Con esta frase, no solo refutó el argumento del ataque familiar, sino que lo acusó de utilizar las mismas tácticas que ahora denunciaba.

Para Grabois, el video de Espert es una muestra de hipocresía. Lo acusó de tener una doble cara y de cambiar su discurso según la conveniencia: "Te sacamos la careta, pero tenés la cara de piedra de contar un cuento distinto cada vez. Un día sos el pistolero matador y al día siguiente un nenito llorando. ¿A quién querés engañar, hipócrita?".

Un llamado a la dignidad y duras acusaciones finales

El texto de Grabois continuó escalando en dureza, reprochándole a Espert su supuesta indiferencia ante las verdaderas víctimas de los delitos que se le imputan. Le espetó: "que nunca derramaste una lágrima por todos los que murieron por el narcotráfico que te financia, que te burlaste de los vulnerables, que denigraste a mujeres embarazadas, que festejaste la crueldad".

Finalmente, la conclusión fue un llamado a la responsabilidad política y una acusación directa y contundente que resonó en todo el arco político: "Ahora actuá como un hombre digno por una vez en tu vida y dejá de enlodar a la Argentina aferrándote a una banca como te aferraste al delincuente común con el que huiste, cobarde".

Un conflicto que trasciende lo personal

Este enfrentamiento va más allá de un simple cruce de insultos. Pone sobre la mesa debates profundos sobre el financiamiento de la política, la responsabilidad de los funcionarios públicos y los límites del discurso en la era de las redes sociales. La contundencia de la respuesta de Grabois, calificada por analistas como un "golpe de knockout", deja a Espert en una posición sumamente delicada, obligándolo a ofrecer más que lágrimas para despejar las serias dudas que pesan sobre él.