►La economía argentina tensiona a los trabajadores de delivery: Menos demanda y ganancias insuficientes

La economía argentina continúa generando incertidumbre y tensión, impactando directamente en el día a día de miles de trabajadores. En un escenario de dólar en alza, aumento del riesgo país y una demanda de consumo a la baja, el sector de los repartidores de delivery se encuentra entre los más afectados.

Con jornadas laborales extensas y ganancias cada vez más reducidas, estos trabajadores luchan por llegar a fin de mes, evidenciando una realidad económica compleja que se agudiza con el paso de los días.

La situación económica en Argentina sigue siendo un tema de constante preocupación, con indicadores que reflejan una dinámica de tensión y desafíos. Recientemente, se ha observado un nuevo salto en la cotización del dólar, tanto el oficial como el blue, que ha superado los 1400 pesos. Este incremento viene acompañado de decisiones gubernamentales, como la imposición de límites a la compra de dólares en billeteras virtuales, buscando contener la volatilidad cambiaria. Paralelamente, el riesgo país, tras una breve mejora, ha vuelto a superar la barrera de los 1200 puntos, encendiendo alertas en los mercados financieros.

El presidente Javier Milei, en este contexto, ha reconocido un freno en la economía, atribuyendo la responsabilidad a la gestión anterior. Al mismo tiempo, se ha confirmado una reunión bilateral con Donald Trump, lo que sugiere una búsqueda de apoyo internacional para enfrentar la difícil coyuntura económica que atraviesa el país. Esta situación general de ajuste y ralentización se manifiesta de manera palpable en el consumo diario y, en particular, en sectores específicos de la economía.

El Impacto Directo en el Sector de Delivery

Uno de los grupos más afectados por este panorama económico son los trabajadores de delivery, quienes utilizan aplicaciones para generar ingresos. Para ellos, el fin de mes se convierte en un período particularmente crítico. La realidad que enfrentan es una combinación de poca demanda y escasas ganancias. Los repartidores relatan cómo deben esperar largos periodos, a veces hasta tres horas, por un solo pedido, lo que representa una importante pérdida de tiempo. Algunos dedican entre 12 y 14 horas diarias a esta labor, un esfuerzo que no siempre se ve recompensado.

La competencia también ha crecido, con "más repartidores y poca demanda", lo que dificulta aún más la obtención de pedidos. La mayoría de los trabajadores señalan que el horario nocturno y los fines de semana, así como los días de lluvia, son los momentos de mayor actividad. Sin embargo, la incertidumbre es constante, y hay días en que la jornada termina "vacío", sin haber generado los ingresos esperados.

Propina y Tarifas: Un Desafío Adicional

Las propinas, que en otro momento podrían complementar los ingresos, también han disminuido drásticamente. "Cada vez es menos la propina", afirman los repartidores. Además, existe una percepción generalizada de que las aplicaciones se quedan con una parte significativa de las propinas otorgadas digitalmente, sin que estas lleguen completamente a los trabajadores.

Las tarifas por pedido son otro punto de conflicto. Un repartidor mencionó que el pago mínimo puede ser de tan solo 1200 pesos, una suma que considera insuficiente al compararla con el tiempo de espera y la distancia que a veces deben recorrer. Sostienen que, a menudo, los envíos implican transportar cargas pesadas, como botellas de agua de 12 o 15 litros, a destinos lejanos, lo que representa un esfuerzo considerable para una remuneración que no compensa el trabajo.

Generated Image October 06 2025 12 02PM

Un Consumo en Declive

La situación de los deliverys es un reflejo del menor poder adquisitivo de la población. Los usuarios, ante el ajuste económico, optan por reducir el uso de estos servicios o buscan alternativas más económicas. Un testimonio indica que "no es lo mismo que vos pidas una cosa con un delivery que si la vas a buscar, yo creo que hay una diferencia de precio", sugiriendo que muchos prefieren retirar sus pedidos en persona para evitar costos adicionales.

La falta de billetes de baja denominación también se suma a la dificultad de dar propinas en efectivo, ya que los billetes de 2000 o 5000 son demasiado grandes para pequeñas gratificaciones. Este factor, aunque parece menor, impacta en la percepción del valor del servicio y en la posibilidad de los repartidores de obtener ingresos extra.

En definitiva, la realidad de los repartidores de delivery se ha convertido en un termómetro de la tensión económica en Argentina. Con baja demanda, ingresos insuficientes y la incertidumbre de cada jornada, estos trabajadores enfrentan un panorama desafiante que exige soluciones estructurales y un alivio para el bolsillo de la ciudadanía.

 

Fuente/Canal: Telenoche
►La economía argentina tensiona a los trabajadores de delivery: Menos demanda y ganancias insuficientes

►La economía argentina tensiona a los trabajadores de delivery: Menos demanda y ganancias insuficientes

►La economía argentina tensiona a los trabajadores de delivery: Menos demanda y ganancias insuficientes

La economía argentina continúa generando incertidumbre y tensión, impactando directamente en el día a día de miles de trabajadores. En un escenario de dólar en alza, aumento del riesgo país y una demanda de consumo a la baja, el sector de los repartidores de delivery se encuentra entre los más afectados.

Con jornadas laborales extensas y ganancias cada vez más reducidas, estos trabajadores luchan por llegar a fin de mes, evidenciando una realidad económica compleja que se agudiza con el paso de los días.

La situación económica en Argentina sigue siendo un tema de constante preocupación, con indicadores que reflejan una dinámica de tensión y desafíos. Recientemente, se ha observado un nuevo salto en la cotización del dólar, tanto el oficial como el blue, que ha superado los 1400 pesos. Este incremento viene acompañado de decisiones gubernamentales, como la imposición de límites a la compra de dólares en billeteras virtuales, buscando contener la volatilidad cambiaria. Paralelamente, el riesgo país, tras una breve mejora, ha vuelto a superar la barrera de los 1200 puntos, encendiendo alertas en los mercados financieros.

El presidente Javier Milei, en este contexto, ha reconocido un freno en la economía, atribuyendo la responsabilidad a la gestión anterior. Al mismo tiempo, se ha confirmado una reunión bilateral con Donald Trump, lo que sugiere una búsqueda de apoyo internacional para enfrentar la difícil coyuntura económica que atraviesa el país. Esta situación general de ajuste y ralentización se manifiesta de manera palpable en el consumo diario y, en particular, en sectores específicos de la economía.

El Impacto Directo en el Sector de Delivery

Uno de los grupos más afectados por este panorama económico son los trabajadores de delivery, quienes utilizan aplicaciones para generar ingresos. Para ellos, el fin de mes se convierte en un período particularmente crítico. La realidad que enfrentan es una combinación de poca demanda y escasas ganancias. Los repartidores relatan cómo deben esperar largos periodos, a veces hasta tres horas, por un solo pedido, lo que representa una importante pérdida de tiempo. Algunos dedican entre 12 y 14 horas diarias a esta labor, un esfuerzo que no siempre se ve recompensado.

La competencia también ha crecido, con "más repartidores y poca demanda", lo que dificulta aún más la obtención de pedidos. La mayoría de los trabajadores señalan que el horario nocturno y los fines de semana, así como los días de lluvia, son los momentos de mayor actividad. Sin embargo, la incertidumbre es constante, y hay días en que la jornada termina "vacío", sin haber generado los ingresos esperados.

Propina y Tarifas: Un Desafío Adicional

Las propinas, que en otro momento podrían complementar los ingresos, también han disminuido drásticamente. "Cada vez es menos la propina", afirman los repartidores. Además, existe una percepción generalizada de que las aplicaciones se quedan con una parte significativa de las propinas otorgadas digitalmente, sin que estas lleguen completamente a los trabajadores.

Las tarifas por pedido son otro punto de conflicto. Un repartidor mencionó que el pago mínimo puede ser de tan solo 1200 pesos, una suma que considera insuficiente al compararla con el tiempo de espera y la distancia que a veces deben recorrer. Sostienen que, a menudo, los envíos implican transportar cargas pesadas, como botellas de agua de 12 o 15 litros, a destinos lejanos, lo que representa un esfuerzo considerable para una remuneración que no compensa el trabajo.

Generated Image October 06 2025 12 02PM

Un Consumo en Declive

La situación de los deliverys es un reflejo del menor poder adquisitivo de la población. Los usuarios, ante el ajuste económico, optan por reducir el uso de estos servicios o buscan alternativas más económicas. Un testimonio indica que "no es lo mismo que vos pidas una cosa con un delivery que si la vas a buscar, yo creo que hay una diferencia de precio", sugiriendo que muchos prefieren retirar sus pedidos en persona para evitar costos adicionales.

La falta de billetes de baja denominación también se suma a la dificultad de dar propinas en efectivo, ya que los billetes de 2000 o 5000 son demasiado grandes para pequeñas gratificaciones. Este factor, aunque parece menor, impacta en la percepción del valor del servicio y en la posibilidad de los repartidores de obtener ingresos extra.

En definitiva, la realidad de los repartidores de delivery se ha convertido en un termómetro de la tensión económica en Argentina. Con baja demanda, ingresos insuficientes y la incertidumbre de cada jornada, estos trabajadores enfrentan un panorama desafiante que exige soluciones estructurales y un alivio para el bolsillo de la ciudadanía.

 

Fuente/Canal: Telenoche