Ante el jurado, el líder social expuso su historia y desvinculación del caso. Recalcó su inocencia, defendió su legado comunitario y dejó frases que marcaron el debate judicial chaqueño.
Un juicio marcado por la emoción y el reclamo de inocencia
La declaración de Emerenciano Sena ante el jurado por el caso Cecilia Strzyzowski se convirtió en uno de los momentos más emotivos y debatidos del proceso judicial en Chaco. El referente social, visiblemente conmovido, relató en detalle su historia de vida, las luchas por la vivienda digna y su trabajo en el barrio Emerenciano, contexto en el cual afirmó reiteradamente su inocencia en los hechos investigados.
Del rancho a la organización barrial: un recorrido personal
Durante cerca de una hora, Sena recorrió frente a los jueces y al jurado su biografía, marcada por la pobreza y la autoconstrucción colectiva. “Nací en casa de barro, piso de tierra; trabajé para que los pobres y yo mismo tuviéramos acceso a una vivienda digna”, enfatizó. Señaló que la motivación para organizar a vecinos y trabajadores surgió de la desigualdad: “Construimos casas para otros pero vivíamos en ranchos. Así nació el barrio, fruto del esfuerzo común”.
- La autodefinición como dirigente: Sena se autodenominó el "rey de los crotos" y manifestó que su liderazgo se basaba en el respeto y la moral, no en el poder impuesto.
- Protagonismo femenino: Destacó el rol de las mujeres en la construcción y organización del barrio, reivindicando su importancia en la autogestión y señalando que la mayoría de las propiedades están a nombres de ellas, como gesto de homenaje a su propia madre.
Críticas y reclamos al proceso judicial
En distintos momentos del testimonio, Sena criticó la investigación y el trato recibido. Narró que fue detenido sin pruebas directas y que su acusación se debía a factores ajenos a los hechos. “Jamás debí haber estado preso, no formé parte de ningún crimen, sólo hice mi rutina”, afirmó, sugiriendo motivos políticos y mediáticos detrás de su detención. Relató además que le fue negada la posibilidad de defenderse adecuadamente y se enteró del supuesto delito por terceros tras su aprehensión.

El barrio como símbolo y defensa
El imputado defendió el trabajo comunitario realizado en el barrio Emerenciano como prueba de su esfuerzo social y ética. Detalló el desarrollo de la zona, la calidad de las viviendas y la inclusión de múltiples servicios. “No hay ni una casa que se haya quebrado, ni una persona que pagara un peso por una vivienda. Es mi orgullo y testimonio de honestidad”, recalcó, desligándose así de todos los cargos.
- Postura frente a la propiedad: Señaló su rechazo a la propiedad privada y relató cómo entregaba casas sin quedarse con bienes a su nombre, argumentando que la vivienda debía ser un derecho y no un privilegio comercial.
- Afirmaciones de inocencia: “El que cometió un delito que se haga cargo. Yo no tengo nada que ver con eso”, concluyó repetidas veces, dirigiendo estos dichos al jurado y marcando uno de los momentos cruciales del juicio, especialmente por su tono de ruptura con otros acusados, incluido su propio hijo César Sena.
Impacto del testimonio en la sala y en el debate público
La exposición generó distintas reacciones en la audiencia, incluyendo la emoción visible de personas allegadas y la sorpresa por la falta de preguntas por parte de las partes acusadoras y defensoras. Sena, incluso, ofreció responder preguntas, pero nadie del equipo fiscal ni de la defensa se lo solicitó.
La jornada dejó momentos de tensión, lágrimas y frases impactantes que resonaron en la opinión pública. “Que me midan con la vara que dicte su conciencia. Yo no hice nada, ojalá que hagan justicia y que Dios los bendiga”, fue su mensaje final, que clausuró la declaración entre conmoción y polémica.
Conclusión: un testimonio que trasciende el expediente
Si bien el testimonio de Sena evitó detalles específicos sobre el hecho juzgado, estuvo marcado por la reivindicación de su historia personal, su inocencia y una visión social de la lucha barrial. Sus palabras, lejos de disipar todas las dudas, reforzaron su perfil de dirigente combativo y colocaron en la mesa el costado humano y político detrás del caso judicial más relevante del año en Chaco.
