Una de las acusadas lloró ante el jurado, remarcó su vínculo familiar y laboral con los Sena, denunció injusticia y defendió su inocencia en el caso que conmueve al Chaco.
Declaración entre lágrimas: contexto y perfil de la acusada
El desarrollo del juicio por la desaparición y presunto femicidio de Cecilia Strzyzowski presentó este miércoles uno de los testimonios más esperados e impactantes: el de Fabiana González, imputada por encubrimiento agravado en calidad de partícipe necesario. Con voz quebrada y exabruptos de llanto, la mujer relató su historia personal delante del jurado popular, evocando sus lazos con el clan Sena y el modo en que su vida cambió tras ser involucrada en el caso.
Vínculo con los Sena y su relato de vida
- Trayectoria en el movimiento social: González resaltó que trabajó desde los 15 años junto a Marcela Acuña y Emerenciano Sena, que para ella se convirtieron en figuras materna y paterna tras su crianza en contextos de vulnerabilidad.
- Solidaridad y pertenencia: La imputada subrayó que los Sena la ayudaron en los peores momentos, incluyendo el fallecimiento de su abuela y situaciones familiares de discapacidad y carencias económicas.
- Labor cotidiana: “Siempre cumplí las tareas de todos los días: abrir puertas, sacar la basura, entregar donaciones. Mi rol solo era asistir y acompañar, no limpiar escenas ni manipular pruebas”, enfatizó.
Hechos que la incriminan y su defensa
La declaración abordó las acusaciones que pesan sobre González. Negó rotundamente haber participado en la limpieza de la casa de los Sena o en ocultamiento de elementos del delito. Relató que el día en cuestión solo trasladó una cama y un colchón –por pedido de Marcela Acuña– y que nunca observó rastros de sangre.
- “Hace dos años que me están culpando por algo que no hice”, repitió entre sollozos, y recalcó el daño sufrido: “Me detuvieron hace dos años y medio, mi hija tenía dos años y medio, ahora tiene cinco y no puedo estar con ella”.
- Subrayó la influencia de su madre, hermana y abuela en su vida, así como la imposibilidad de verlas desde que fue arrestada. “Mi familia quedó devastada, mi hija debió abandonar su carrera”, lamentó.
- Al referirse a la acusación concreta, argumentó: “No soy la chica de limpieza, no fui responsable de tapar nada”.
Sentimientos, legado personal y mensaje al jurado
No solo la emoción dominó el relato, sino también un pedido de reflexión al jurado: “Si hay un culpable, que lo pague. Yo soy madre y sé lo que puede sentir la mamá de Cecilia, pero no merezco vivir esta tormenta”.
González describió cómo los vínculos con los Sena la formaron como persona y le permitieron culminar sus estudios. Recordó con gratitud cada gesto de ayuda y se refirió al matrimonio como sus padres sustitutos.
Finalizó la declaración sin responder preguntas a las partes, sosteniendo que no tenía más nada que aclarar y que quedaba a disposición de la justicia y la conciencia de quienes la juzgan.
Impacto público y reflexión sobre el caso
- El jurado escuchó con atención, en un ambiente marcado por el silencio y el gesto adusto de todos los presentes. Nadie realizó preguntas adicionales.
- La comunicación social transmitió el testimonio en vivo, remarcando la magnitud emocional del momento y la tensión reinante en la sala del Centro de Estudios Judiciales.
- Expertos consideran que el relato contribuye a humanizar a los acusados, mientras que familiares de la víctima insisten en la necesidad de justicia y esclarecimiento total de los hechos.
La causa, en donde también están imputados miembros del núcleo Sena, sigue su curso, con el eje puesto en las responsabilidades individuales y el pedido de verdad y reparación por parte de la familia Strzyzowski y de toda la sociedad chaqueña.

