Pese a un requerimiento judicial para su alojamiento en un penal femenino, las autoridades de seguridad del Chaco confirmaron que la detenida trans, conocida como "La Barbi", permanecerá en un pabellón masculino, argumentando cuestiones de infraestructura y convivencia.
Lectura exprés
- ¿Qué sucedió?
Autoridades policiales del Chaco confirmaron que no trasladarán a "La Barbi" a una cárcel de mujeres, contradiciendo una solicitud judicial. - ¿Quién es la protagonista?
"La Barbi", una conocida delincuente trans con un historial de fugas y robos en el norte del país. - ¿Cuál es el argumento oficial?
Sostienen que "la cárcel de mujeres es para mujeres" y que su presencia generaría inconvenientes de convivencia y seguridad. - ¿Qué ordenó la Justicia?
Una jueza había emitido una orden para que fuera alojada en un recinto acorde a su identidad de género. - ¿Dónde quedará alojada?
Continuará detenida en un sector de máxima seguridad para hombres o en una comisaría adaptada, bajo estricta vigilancia. - ¿Por qué es relevante?
El caso reabre el debate sobre los derechos de las personas trans privadas de su libertad frente a la infraestructura y protocolos de seguridad vigentes.
Un nuevo capítulo se suma al historial delictivo y mediático de la persona conocida como "La Barbi", recientemente recapturada tras una fuga. Esta vez, el foco no está puesto en sus delitos, sino en una controversia administrativa y judicial respecto a su lugar de detención. El jefe de la Policía del Chaco fue contundente en declaraciones recientes al referirse a la imposibilidad de acatar, al menos de inmediato, la orden judicial de trasladarla a un centro de detención femenino.
El conflicto: Identidad vs. Infraestructura
La polémica surgió tras conocerse un oficio judicial —emitido por una jueza de la provincia— que ordenaba el traslado de la detenida a una instalación penitenciaria para mujeres, respetando su identidad de género autopercibida. Sin embargo, la respuesta desde el Ministerio de Seguridad y la Jefatura de Policía fue negativa.
En declaraciones públicas, las autoridades explicaron: "Nosotros hemos respondido oportunamente al requerimiento de la justicia diciendo que la cárcel de mujeres es para mujeres". El argumento central de la fuerza de seguridad no solo se basa en una cuestión biológica o legal, sino en la operatividad diaria del penal. Según explicaron, alojar a una persona de las características físicas y el perfil criminológico de "La Barbi" en el actual centro de detención femenino generaría un "inconveniente" significativo para la población carcelaria existente y para el personal de custodia.
Antecedentes de fugas y peligrosidad
La decisión policial también está atravesada por el perfil de "alta peligrosidad" y riesgo de fuga que ostenta la detenida. "La Barbi" ha protagonizado múltiples escapes de comisarías en Chaco y provincias vecinas, lo que obliga a las fuerzas a extremar las medidas de seguridad. Las autoridades consideran que las cárceles de mujeres en la provincia podrían no contar con la infraestructura de contención necesaria para evitar una nueva evasión de alguien con su historial.
Actualmente, se encuentra alojada bajo un régimen de vigilancia reforzada. Desde la fuerza policial insisten en que la prioridad es garantizar que cumpla su condena y evitar nuevas fugas, sugiriendo que las condiciones de seguridad de un penal masculino (o un sector aislado dentro del mismo) son las únicas que pueden asegurar su retención efectiva en este momento, más allá de los debates sobre la Ley de Identidad de Género.
El caso expone la falta de infraestructura específica para la población trans en los sistemas penitenciarios provinciales, donde a menudo las órdenes judiciales chocan con la realidad operativa de las cárceles.