Santa Fe: deberán indemnizar a una mujer que estuvo doce años presa pero era inocente

La provincia de Santa Fe deberá indemnizar con siete millones de pesos a una docente que fue condenada a prisión perpetua y pasó 12 años presa acusada de haber asesinado a su esposo, pero su inocencia finalmente quedó comprobada.

María Antonia Gauna fue condenada a prisión perpetua en 2008, pero nunca dejó de declarar su inocencia. En 2016, la Corte Suprema de la provincia ordenó revisar el caso, que comenzó cuando la mujer fue hallada en estado gravísimo tendida al lado del cadáver de su esposo, Omar Carlos Bartorelli, que había sido apuñalado.

Gauna estuvo presa desde 2005, cuando salió del estado de coma, y en 2008 la mujer fue condenada a prisión perpetua como autora penalmente responsable del delito de homicidio calificado por el vínculo.

El productor agropecuario Bartorelli fue encontrado con ocho puñaladas en el jardín de la casa de Arequito donde vivía el matrimonio. A su lado, gravemente herida e inconsciente, estaba Gauna.

Recién 10 años después estudios médicos demostraron que las heridas que tenía Gauna no pudieron ser autoinflingidas y un médico especialista lo afirmó ante la justicia.

Ese punto demostró que la mujer era inocente, y que alguien atacó mortalmente a su esposo e intentó matarla también a ella. Gauna acusa a un cuñado de su esposo, apodado "Pirulo" y que "nunca fue investigado" por el crimen.

"Derecho a reclamar"

El Tribunal Colegiado de Responsabilidad Extracontractual número 2 de la provincia dictaminó que el Estado provincial deberá resarcir por daños y perjuicios a Gauna, de acuerdo a lo que establece la ley 7.658 de indemnización por sentencia judicial absolutoria. "Cuando prospere el recurso de revisión, interpuesto en favor de una persona condenada por error judicial excusable, a pena privativa de la libertad o a inhabilitación de cumplimiento efectivo, aquella tiene derecho a reclamar de la Provincia una equitativa indemnización", indica el texto.

El Tribunal señaló que Gauna "fue privada de su libertad a consecuencia de resoluciones judiciales siendo declarada absuelta casi doce años después por encontrarla la Corte Suprema de Justicia inocente del delito por la que fuera condenada".

A partir de esa resolución, Gauna instruyó a su abogado para que comience las actuaciones que le permitan volver a su casa, recuperar sus bienes y ser reconocida como heredera de su esposo.

"Una persona encapuchada con un arma"

"La noche del crimen, volvimos de cenar, me bajé en mi casa y mi marido fue a guardar el auto a una cochera, a una cuadra. Cuando entré a mi casa me encontré con una persona encapuchada con un arma. Cuando me redujo, me di cuenta que era Pirulo, el cuñado de mi marido. El tipo me pedía plata; yo le di lo que tenía”, contó Gauna a radio Universidad, de Santa Fe,

Cuando Bartorelli entró en la casa, el encapuchado les reclamó más dinero. "Nos pedía plata porque mi marido había retirado 25 mil pesos del banco días antes. Nos obligó a tomar algo y nos metió en la cama. Yo tomé todo y mi marido no. El sujeto llamó a alguien por celular y le dijo que si en 5 minutos no salía que entren. Yo me dormí y luego desperté en el sanatorio", recordó la mujer.

Gauna remarcó que "gracias a las pericias científicas se comprobó que yo tenía los dos tendones cortados y era imposible que me lo hubiera hecho sola”. Acusada y juzgada ella, "jamás fue investigado el cuñado de mi marido, a pesar de que siempre lo mencioné".

"Este sujeto está en Arequito usurpando mi casa y explotando el campo de mi marido. Este fue el móvil del crimen. La impunidad de este caso es insólita”, concluyó.

 

Fuente: pagina12.com.ar

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