La recesión, la caída del poder adquisitivo del salario, la atomización del negocio o la mudanza a pequeños centros comerciales son parte de las razones que van gestando las últimas transformaciones. También el incremento de los costos fijos está impactando en la caída de las marquesinas.
El cierre de las persianas de la franquicia Vitamina (en el centro y en dos importantes centros comerciales del Gran Mendoza) contrasta con los anuncios de la llegada a las grandes superficies de Victorinox, Moov y Crocs, entre otras marcas.
La provincia no escapa a la realidad que vive el país, al “No hay plata” general, principalmente aquellos locales más pequeños que dependen, casi exclusivamente, de la visita del público para poder sostener su operación.
La tienda Dibujitos, en calle Rivadavia, fue uno de los 147 locales que se dieron de baja durante el primer cuatrimestre del año en el centro. “Lamentablemente tuvimos que cerrar nuestras puertas y llevar todo a la venta online”, comentó Juan Francisco Retali.
El autor del libro “Tiendas que enamoran” agregó que “obviamente tuvimos que hacer el duelo... pero ya no podíamos pagar 1.500 dólares de alquiler”. Sin detenerse, reasignando esfuerzos, generó “Experiencia Positiva” y el e-commerce dibujitos.ar; “la verdad fue una gran decisión... porque significó menos costos y más fluidez en las ventas”.
Por su parte, Nicolás Schmid, desde San Rafael, también compartió su preocupación. “Vamos resolviendo el día a día, el mes a mes”, dice. Los costos fijos y los variables han aumentado tanto que abrir las puertas de su negocio cada día se ha convertido en un desafío.
“Levantar las persianas es cada vez más costoso, y eso conlleva a elevar la vara de la venta diaria solo para mantener la estructura”, le explicó a Los Andes.
SOBRE EL FILO DEL CIERRE
Como una voz de alarma, el economista Walter Carvalho señaló que, de persistir la caída del consumo, “algunos negocios podrían optar por la informalidad para reducir costos, eludiendo el pago de impuestos”.
El gerente de la Unión Comercial e Industrial de Mendoza (UCIM) añadió que el cierre de muchos comercios se debe a la incapacidad de poder cubrir los costos fijos con el actual nivel de ventas. Desde el CEC se estima que Mendoza hay aproximadamente 32.000 empleados de comercio.
El presidente de la Cámara Empresaria de Comercio, Industria, Turismo y Servicios de la Ciudad (Cecitys), Adrián Alín, expresó su preocupación por el cierre de locales en las periferias del microcentro. El dirigente y empresario mencionó que basta con dar una recorrida entre las calles Montevideo y España para observar que hay varias vidrieras vacías, una situación que también se repite en calles como Buenos Aires y San Juan.
Hay otros casos de locales que van a reconvertir su actividad o se van a fraccionar, como por ejemplo, en calle Necochea, la locación de tres salones donde funcionaba El Cafetal.
El reconocido café del pueblo, fundado en la década del ‘70 por Nélida y Héctor Sandra, debió mudarse al finalizar su contrato de alquiler, porque los propietarios del lugar decidieran no renovarlo para remodelar el espacio y subdividirlo para otros rubros.
LOS PRECIOS PARA ALQUILAR
Desde el Colegio de Corredores Inmobiliarios de Mendoza sostienen que actualmente “hay estabilidad en los precios de los alquileres comerciales”. En el centro, a modo de ejemplo, en calle Arístides Villanueva, un local de 200 m² tiene un valor de U$S 1.200; un par de cuadras antes, sobre Avenida Colón, una propiedad de 180 m² se ofrece en U$S 1.300. Mientras que en calle Salta, por un inmueble con características similares y alguna mejora, se alquila por un valor de $530.000.
“En principio, la demanda de alquileres es permanente, pero en los últimos meses está todo bastante más lento”, sostiene Eduardo Rosta, presidente del Colegio de Corredores Inmobiliarios. El empresario explicó que los precios de los alquileres habitacionales han bajado, en función del nivel de oferta y demanda, mientras que “los locales comerciales se han sostenido, no tienen mucha diferenciación, no se han modificado”. Aclara que por la expectativa que causa la economía, en el último tiempo se ha ralentizado un poco su demanda.
“El sector inmobiliario y comercial no es ajeno a lo que viene pasando en la economía, al nivel de recesión, al estancamiento, a la incertidumbre con respecto a los precios”, remarcó Rosta. Agregando que esto “está incidiendo para que el movimiento en los alquileres comerciales no sea tan dinámico como siempre”. Sobre las migraciones señaló: “Las empresas que crecen y migran a galpones más grandes y viceversa, es algo muy habitual. Sin embargo, en algunos casos se están renegociando valores y esas migraciones no se producen”.
LA REDUCCIÓN DE LOCALES
Desde fines del año pasado y liberadas las trabas que generó la infructuosa ley de alquileres, la realidad parece repetir un ciclo, sin embargo está matizado por algunas tendencias que instauró la pandemia; “antes hacía falta tener locales grandes, donde acumular stock y generar mucho movimiento de gente. Hoy, y más aún desde la pandemia, se acentuó el concepto de locales un poco más chicos y con depósitos externos más grandes”, explicó el presidente del Colegio de Corredores Inmobiliarios de Mendoza.