Mientras la interna oficial se mantiene al rojo vivo, y ya algunos de los más moderados (como Juan Schiaretti de Córdoba), comienzan a tener discretas reuniones para intentar aquietar las aguas, desde otros sectores comienzan a agitar nuevos candidatos, tal el caso del ahora embajador en Brasil, y autodeclarado “antigrieta”, Daniel Scioli, o el mucho más controvertido gobernador de una de las provincias con más problemas sociales, el Chaco, Jorge Capitanich.
Mientras la interna oficial se mantiene al rojo vivo, y ya algunos de los más moderados (como Juan Schiaretti de Córdoba), comienzan a tener discretas reuniones para intentar aquietar las aguas, desde otros sectores comienzan a agitar nuevos candidatos, tal el caso del ahora embajador en Brasil, y autodeclarado “antigrieta”, Daniel Scioli, o el mucho más controvertido gobernador de una de las provincias con más problemas sociales, el Chaco, Jorge Capitanich, quienes “ya parecen haber sacado el traje azul para desempolvar”, se reía un “compañero” de la vieja guardia, aparentemente no muy resignado aún a que alguno de ellas sea quién asuma.
Pero el tema también aceleró los tiempos de la oposición, en especial, con la reaparición del expresidente Mauricio Macri, quien tras su fracaso en el campeonato de bridge en Europa, parece haber decidido que ahora hay espacio para el “segundo tiempo”, y mientras festejaba el cumpleaños de su esposa, María Juliana Awada, no paró de hacer declaraciones que cayeron igualmente mal en el oficialismo, como en Cambiemos, sobre todo entre los seguidores de Patricia Bullrich, tal vez la más afectada por la figura del expresidente, ya que el jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, que sigue adelante en las encuestas, “está más acostumbrado a lidiar con las chicanas de Mauricio”, decía uno de los armadores del frente que, además, lucha también con el gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, que pretende tener agenda propia.
Y todo esto en medio de distintas mediciones que marcan un nuevo avance de Javier Milei, el más rebelde de los candidatos, aunque como dice un reconocido analista: “esta campaña no es para nerviosos”, en alusión al tiempo que aún falta para las elecciones del 23 que, por un lado se podrían adelantar y dividir en algunos distritos, como para completar el panorama.
Así consideraban algunos empresarios asistentes a la reunión mensual del Estudio Broda, cuyo titular consideró que “el acuerdo con el FMI deberá reestructurarse antes de 30 días, ya que se había configurado antes de la Guerra Rusia-Ucrania que cambió sustancialmente las condiciones mundiales”.
Además de la inflación en todo el mundo, y el aumento en las tasas de interés “que no se veían desde los 80”, el economista previó un crecimiento para Argentina menor al previo, y que llegaría ahora a 2,8%, con una inflación anual de alrededor de 56%, aunque lo más saliente es la muy alta incertidumbre y la falta de acceso al mercado internacional de capitales.