"no se cumple con el Protocolo Interno de protección dispuestos para hacer frente a esta segunda ola del COVID-19."
De acuerdo con datos fidedignos que hemos obtenido, al problema de la falta de medicamentos oncológicos, insumos y elementos para la atención al paciente, ahora se suma una denuncia de enfermeras y enfermeros del Hospital Pediátrico, quienes afirman que “no se cumple con el Protocolo Interno de protección dispuestos para hacer frente a esta segunda ola del COVID-19. Al igual que al comienzo de esta pandemia en el 2020, por más que tengamos síntomas, igual tenemos que concurrir a trabajar, cuando el protocolo establece hisopado y aislamiento del personal”, según señalaron.
El grupo de enfermeros y enfermeras que pidieron no publicar sus nombres, remarcaron que:
“muchos somos becados y precarizados con magros ingresos, cansados de pedir el pase a planta, por lo tanto no tenemos obra social si tuviéramos que atender algún problema de salud nuestro o de un familiar”.
“Sin embargo, pese a todas estas desprolijidades, nosotros siempre estamos en la primera línea de atención, antes de la pandemia y ahora durante la pandemia. Nuestro trabajo requiere el contacto directo con los pacientes para medicarlos y asistirlos ante cualquier dolencia, pero aunque tengamos síntomas, como tos, estornudo o fiebre, igual tenemos que presentarnos al hospital a cumplir funciones, sin que tengamos la certeza si estamos o no afectados con el virus del COVID-19”.
“Aquí no nos dan respuestas a nuestros requerimientos de que se respete el Protocolo Interno. Hay varios ejemplos de colegas hisopados que tienen contacto estrecho con su pareja, marido u esposo, o viven en familia y pueden contagiarlos. Igual debemos asistir, porque de lo contrario podemos ser sancionados, con el posterior riesgo a perder el trabajo. Hay colegas con síntomas y no los aíslan inmediatamente”
“No tienen en cuenta que somos el recurso humano imprescindible, que trabaja extensas jornadas en la primera línea de batalla dentro del marco de esta pandemia. Lo hacemos con una enorme vocación de servicio que muchas veces funciona como escudo para disipar las sensaciones de incertidumbre y temor que sentimos durante nuestra tarea y también cuando volvemos a nuestros hogares, porque no sabemos si realmente durante la jornada de trabajo nos hemos contagiados o lo síntomas que tenemos sea del COVID-19 y le podemos trasmitir a nuestro familiar directo”.
“Los enfermeros y enfermeras, por más que seamos becados o precarizados, somos los primeros en ir a la batalla, siempre ponemos el cuerpo. Somos la columna vertebral de este hospital, al igual que los otros colegas que están en el Perrando. Lamentablemente no nos tienen en cuenta y nos obligan a concurrir a desempeñar nuestra tarea por más que tengamos algún síntoma. El protocolo establece que ante cualquier síntoma de contagio, debemos hisoparnos y aislarnos. Lamentablemente eso no se cumple y esta situación puede traer graves consecuencia, no solo para todo nuestro personal de salud, sino también para los pacientes que asistimos, porque no sabemos a ciencia cierta si estamos o no contagiados”
, concluyeron.
fuente: infoqom.com.ar
