A partir del año que viene, los coches eléctricos del Grupo Volkswagen incluirán carga bidireccional y podrán recibir y enviar energía a la red eléctrica. Al implicarse en todo el proceso, Volkswagen se asegurará de que beneficie a todos los involucrados, incluidos los propietarios de sus vehículos.
El Grupo Volkswagen ha confirmado que todos los coches eléctricos que fabrique a partir del año que viene sobre la plataforma MEB incorporarán la tecnología de carga bidireccional V2G (vehicle-to-grid). El resto de las marcas del grupo, Audi, Skoda, Seat y Cupra, también podrán contar con esta posibilidad. El fabricante alemán lleva tiempo trabajando con esta tecnología, y con la presentación el año pasado de su cargador con capacidad de carga bidireccional ya advertía de su interés en ella. Los 300.000 vehículos eléctricos que tiene programado ensamblar el año que viene con esta tecnología, pueden llegar a tener una gran capacidad de influencia sobre la red eléctrica por lo que se encargará de asegurarse que todos los involucrados se beneficien de ello.
¿Inconvenientes de la tecnología V2G?
Los automóviles permanecen estacionarios la mayor parte del día, lo que facilita la flexibilidad de su recarga. La recarga bidireccional permite que cuando un coche eléctrico está recargando, la energía fluya tanto de la red eléctrica al coche como del coche a la red. De esta forma se consigue una doble función, ya que además de incrementar el uso de energías renovables, se logra una reducción de los costes eléctricos gracias a la posibilidad que ofrece el almacenamiento de energía en las baterías. A través de los sistemas V2G, los coches eléctricos tienen un gran potencial como impulsores de la transición energética, ya que son capaces de absorber las puntas de generación del sistema.
La tecnología V2G se puede encontrar en algunos modelos eléctricos desde hace años. El sistema ha sido explorado e implementado por fabricantes japoneses como Honda o Nissan. También lo incluirá el Sono Sion, un coche con tecnología solar que no podía olvidarse de ella, o el futuro Ioniq 5, que también la implementará. Sin embargo, por ahora no ha sido considerado un extra que pudiera influir en la intención de compra. Más bien al contrario, en algunas ocasiones se ha considerado incluso una característica negativa puesto que su uso acelera los ciclos de descarga y descarga de la batería y por lo tanto puede aumentar su degradación.
Un argumento que utilizó el propio Elon Musk para no integrarla en sus vehículos eléctricos, aludiendo al potencial de degradación acelerada de la batería. Sin embargo, la ingeniería inversa ha detectado que el Model 3 ya está montando un cargador bidireccional que aprovecharía la gran capacidad de sus baterías y el ecosistema eléctrico que rodea su oferta de productos.
Actualmente, la tecnología de las baterías y los sistemas de gestión de las mismas han evolucionado de tal manera que la industria confía cada vez más en la reducción de la degradación propiciada por la carga y la descarga más frecuente. En muchas ocasiones, la batería de un coche eléctrico se convierte en un componente infrautilizado al que se le podría sacar mayor provecho. Además, el incremento del parque de coches eléctricos puede provocar problemas en la red de suministro, de manera que el control de los tiempos de carga acabará siendo un requisito indispensable para el buen funcionamiento de la red y un mayor uso de las energías renovables.
El V2G de Volkswagen
La presentación del sistema V2G de Volkswagen tuvo lugar durante el pasado VW Power Day celebrado los días 16 y 17 de marzo. Con el anuncio de que la integrará en sus coches eléctricos a partir del año que viene este escenario podría acelerarse rápidamente. El año pasado, el fabricante alemán ya hizo intuir pasado su intención de implementar esta tecnología con la presentación de un wallbox bidireccional capaz de alcanzar los 22 kW de potencia. A través de la web Handelsblatt, Volkswagen ha confirmado que todos sus modelos que desarrollen basados en la plataforma MEB contarán con carga bidireccional a partir del año que viene.
El responsable de movilidad eléctrica de Volkswagen, Thomas Ulbrich, afirma que están concluyendo las pruebas con vehículos que ya equipan el sistema: “A partir de 2022, todo coche eléctrico del Grupo Volkswagen que se fabrique sobre la base de la plataforma eléctrica MEB no solo podrá cargar electricidad, sino también devolverla a la red”, lo que implica que Audi (que ya lo había anunciado), Skoda y Seat y Cupra también contarán con esta tecnología.
Si Volkswagen cumple sus previsiones y pone en el mercado el año que viene 300.000 coches eléctricos, el parque de automóviles con esta tecnología tendría una gran capacidad para influir en la gestión de las redes eléctricas. Por eso, Volkswagen asegura que su intención es implicarse en todo el proceso de manera que pueda asegurarse de que beneficie a todos los involucrados, incluidos los propietarios de sus vehículos que, además, tendrán la posibilidad de respaldar la energía en su propia vivienda cuando sea necesario.
Un proyecto piloto relacionado con la tecnología V2G, puesto en marcha por Nissan en Alemania, demuestra que un coche eléctrico puede integrase en el mercado energético y generar ingresos para su propietario. En una semana cada coche eléctrico fue capaz de suministrar 8 kWh a la red recibiendo a cambio 20 euros, que supondrían, considerando 50 semanas, un total de 1.000 euros al año. La tecnología V2G es particularmente interesante para los operadores de flotas. Su principal inconveniente son tanto los precios de la tecnología de carga como los obstáculos regulatorios. Por otro lado el proyecto demostró que el aumento de la frecuencia de la carga y descarga de la batería no acortan su vida útil.
El año pasado, el Grupo Volkswagen y las autoridades de la isla griega de Astypalea presentaron un proyecto para hacer de este lugar un auténtico estandarte del futuro sostenible a través de la movilidad eléctrica, las soluciones de transporte inteligente y la producción de energía verde. Los coches eléctricos de Volkswagen y el scooter y los patinetes eléctricos de SEAT se convertirán en la clave para lograrlo, apoyados por un sistema inteligente de transporte basado en la movilidad digital, las fuentes de energía renovable y la red de recarga V2G.
Entre otras acciones, se desarrollarán los sistemas de generación de energía renovable mediante instalaciones fotovoltaicas y eólicas que alimentarán una amplia infraestructura de recarga que permitirá establecer un sistema inteligente para controlar la estabilidad de la red, gracias a la tecnología V2G.