Su empresa espacial, Blue Origin, junto a otras dos compañías de la industria aeroespacial trabajarán para desarrollar dispositivos que demuestren la posibilidad de trabajar con propulsión térmica nuclear (NTP) por encima de la órbita baja terrestre en el año 2025
El área de investigación y desarrollo del Pentágono otorgó esta semana a tres empresas contratos para construir y demostrar un sistema de propulsión de base nuclear en una nave espacial en órbita para 2025. Una de estas compañías es Blue Origin, del fundador de Amazon Jeff Bezos, que avanza en el desarrollo de un dispositivo con propulsión nuclear que permitiría llegar más rápido a la luna.
La Agencia de Proyectos de Investigación Avanzados de Defensa (DARPA) cerró el contrato con la empresa de Bezos y con General Atomics y Lockheed Martin. Así, trabajarán en un DRACO (en español, cohete de demostración para operaciones cislunares ágiles) para desarrollar dispositivos que demuestren la posibilidad de trabajar con propulsión térmica nuclear (NTP) por encima de la órbita baja terrestre en cuatro años.
Así, utilizarán la tecnología termonuclear como su principal sistema de energía para impulsar una nave fuera de la Tierra. Según DARPA, una nave espacial de propulsión nuclear tiene el potencial de lograr tanto la alta potencia de un sistema de propulsión de base química como la alta eficiencia de un sistema de propulsión eléctrica. En síntesis, es algo nunca antes visto. ”Esta combinación le daría a una nave espacial DRACO una mayor agilidad para implementar el principio básico del Departamento de Defensa de maniobra rápida en el espacio cislunar (es decir, entre la Tierra y la Luna)”, señaló la agencia.
La propulsión térmica nuclear es una tecnología que cambiaría drásticamente la forma en que opera una nave espacial hoy, aumentando la agilidad y permitiendo viajes más eficientes a Marte y más allá en mucho menos tiempo que los sistemas de propulsión convencionales. “Se hizo mucho trabajo en propulsión nuclear en décadas anteriores y aprovecharemos esa experiencia a medida que la combinemos con la ingeniería digital moderna, el diseño y la creatividad de naves espaciales modernas para promover esta nueva capacidad”, dijo Bill Pratt, gerente de Exploración Humana Avanzada de la compañía Lockheed Martin a CNBC.
Por su parte, Brent Sherwood, vicepresidente senior de programas de desarrollo avanzado de Blue Origin señaló: ”Nuestra compañía se complace en apoyar a DARPA en la maduración de los conceptos de naves espaciales para esta importante área de tecnología”. La agencia del Pentágono espera que la primera fase del trabajo de DRACO se realice a fines de 2022.
La compañía espacial de Bezos lanzó este miércoles un cohete que tenía como tripulante un maniquí que viajó hasta el borde del espacio. La nave logró aterrizar con éxito. Y antes del despegue, dos personas simularon ser astronautas en el interior de la cabina y probaron los sistemas de seguridad.
El ensayo de la tripulación en el oeste de Texas acerca así a Blue Origin a poder realizar viajes de turistas y otras personas al espacio. Luego del exitoso lanzamiento, Bezos publicó una foto y unos videos en su cuenta de Instagram, en la que además escribió: “Es hora”.
Además del Mannequin Skywalker con traje espacial, la cápsula llevaba más de 25.000 postales de jóvenes como parte del Club for the Future de la empresa. Este es probablemente el último vuelo espacial del muñeco de prueba, que será donado al US Space and Rocket Center en Huntsville, Alabama.
Uno de los objetivos de Blue Origin a corto plazo es que el público pueda pagar por un viaje de unos minutos o de unos días sin gravedad en el espacio. Eso abrirá una ventana al turismo espacial.
La agencia estadounidense de la aviación (FAA) recomendó en 2006 que los futuros pasajeros de vuelos suborbitales comerciales completen “un cuestionario simple” sobre su historial médico y de salud mental.