"Mi hijo tiene lo mismo que Messi": el relato que te hará llorar esta Navidad

En las redes sociales se viralizó una historia desconocida del capitán de la selección argentina que muestra que también es un crack afuera de la cancha.

A exactamente una semana de la consagración de Argentina como campeón del mundo, luego de la emotiva final frente a Francia en Qatar 2022, en las redes sociales se viralizó una historia desconocida de Lionel Messi, capitán de la selección y el mejor jugador del planeta, que muestra que también es un crack afuera de la cancha, y está relacionada con la vida de un niño que tuvo el mismo problema que el 10 con una hormona del crecimiento que su cuerpo no producía naturalmente.

La historia fue difundida en Twitter por el usuario @libreelpela y allí aparece el relato de Barby, la mamá de Tommy, el niño que protagonizó esta emotiva historia. "Cada uno tendrá su propia historia con Messi. Esta que les voy a contar es la mía. Y es el por qué siempre le voy a estar eternamente agradecida. Y no es por el fútbol", comienza el relato.

"En 2008, cuando mi hijo tenía 4 años, yo sentía que algo le pasaba, que había algo en su salud que los médicos se lo estaban comiendo. Y no lo querían investigar", prosiguió Barby, quien contó que ante la pasividad de los médicos, quienes decidieron ignorar lo que ella veía, empezó a investigar por su cuenta hasta que un día se sentó frente al pediatra y le dijo "Tommy tiene lo mismo que Messi".

"No le dije 'Tommy tiene déficit de hormona de crecimiento'. Se lo dije como había que decirlo para que me entendiera. El pediatra me miró y me preguntó de dónde había sacado eso. Y le dije 'hice lo que vos no hiciste: investigué'. Hace 14 años no se sabía tanto del tema como ahora y con cara de 'me como la cancha' le pregunté '¿ahora sí le vas a hacer los estudios que haya que hacer o busco a otro médico?'".

A partir de allí, le realizaron los estudios correspondientes y se confirmó que tenía la misma condición que el crack rosarino que, por entonces, brillaba en el Barcelona.

A Messi lo apodaron Pulga cuando era niño debido a que era demasiado pequeño para su edad.

 

"Ahora que sabíamos, había que empezar el tratamiento. Un tratamiento que iba a durar por lo menos 10 años. Una inyección por día durante 10 años. ¿Cómo le explicás eso a un chico de 4 años? ¿Cómo le contás lo que va a tener que hacer? Lo que va a doler y, sobre todo, que el resultado recién se va a ver al final del camino", sigue el relato.

La respuesta a esas preguntas estuvo en el ídolo de todos los chicos: "Comprando un poster de Messi, poniéndolo en su cuarto, sentándolo en su cama y contándole que iba a tener que empezar un tratamiento y que la única persona que conocíamos al que le pasó lo mismo era Messi".

"Y que pudiera ver que su ídolo pasó por lo mismo, que no fue un impedimento para que Lionel cumpliera sus sueños y que ahora además de tenerlo como ejemplo por el fútbol lo tenía de ejemplo de aguante, de tolerancia a los pinchazos, de esperanza de crecer, de otro chico que sabía que esto le iba a hacer bien", relató Barby.

Cuando Tommy entendió lo que se venía para él, su mamá le propuso un nuevo desafío: conocer a Messi para charlar con él sobre cómo salió adelante.

"Ahí empezaba otro desafío, conocerlo a Lionel. ¿Pero quién no mueve cielo y tierra por un hijo? Conseguimos el teléfono de Jorge Messi, le contamos lo que nos estaba pasando y nos dijo: 'La semana que viene la selección va a estar concentrando en el Intercontinental, les aviso un día antes así ven a Leo en el lobby del hotel'".

El 3 de septiembre de 2010 a las 20, mientras Argentina palpitaba el amistoso ante España en el Monumental, llegó el momento soñado. "Ahí estaba, en un rincón del lobby Messi solo, un Messi de 23 años, tranquilo, tal cual es. Nos acercamos. Tommy y él se abrazaron y nos sentamos los 3 en el piso, en la alfombra del hotel, a charlar".

"Una charla de más de media hora, donde no se habló de fútbol. Solos nosotros 3 sentados en el piso. Una charla entre dos chicos, uno más grande y uno más chico que se entendían. Donde le preguntamos a Messi dónde se daba las inyecciones y nos contó que se las daba en las piernas. Messi le preguntó a Tommy dónde se las daba él y le dijo que en los brazos".

Barby contó que hablaron de que las inyecciones dolían, "que había días en los que se lloraba, pero que había que bancarlo, que tener paciencia, que todo iba a salir bien. Hablamos de que a veces jode que te digan pulga o enano, que quisieras ser gigante, pero que ser chiquito tenía sus ventajas también, para correr más rápido y ser hábil con el cuerpo".

 

"Una charla en donde Messi le dijo a Tommy 'te miro a vos y veo el mismo cuerpo que tenía yo a tu edad'. Fue una charla hermosa. Una charla que solo fue charla, que no la filmamos, que no hay video. Porque estábamos los 3 ahí, sin show, con el único objetivo de hablar con alguien que ya había vivido lo que Tommy tenía que vivir".

"Y estoy convencida de que el tratamiento de hormona de crecimiento le enseñó a Messi que para llegar a lo más alto hay que saber esperar. Que no es de un día para el otro. Pero que se llega".

El encuentro entre Tommy y el capitán de la selección argentina campeona del mundo quedó registrado en una foto. "Una sola. Donde están ellos dos. Ya no necesité estar en esa foto. Era el momento de ellos. Ahí sentados, en la alfombra del lobby del hotel. Sin fútbol, sin una pelota, sin una camiseta", describió la mujer, quien agregó que fue el propio Messi el que les dijo de tomarse una foto porque Tommy "no lo quería molestar". "Mañana la vas a querer tener", le insistió Leo.

"Por eso, cómo no verlo el domingo a Messi y rezar para que ganara el Mundial. Para que levantara la Copa. Para que logre tener lo que le faltaba. Si estoy eternamente agradecida a él", concluyó Barby en su relato.

 

Fuente: mendozapost.com

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