La fuerte sacudida llevó también a Japón a activar la alerta en zonas del sureste del país por la amenaza de olas de hasta un metro de altura por encima de la marea normal. El Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), que registra la actividad sísmica en todo el mundo, localizó el hipocentro a 32 kilómetros de profundidad y a unos 21,2 kilómetros al sureste de la población de Hinatuan, con más de 40.000 residentes.
La sacudida se sintió en Davao, la ciudad más poblada de Mindanao, donde un grupo de personas abandonó a toda prisa un centro comercial que permanecía abierto hasta la medianoche, según vídeos publicados en los redes sociales por los testigos. En otras imágenes sobre esa misma ciudad, decenas de personas celebran el sábado noche en un lugar de entretenimiento nocturno cuando el terremoto comienza a azotar mesas, sillas y demás mobiliario.
Al seísmo principal le siguieron otros movimientos telúricos de menor intensidad, entre ellos algunos de magnitud 6,4 y 5,8 en la misma área, según datos de USGS. Filipinas se asienta sobre el llamado Anillo de Fuego del Pacífico, una zona de gran actividad sísmica y volcánica en la que cada año se registran unos 7.000 terremotos, la mayoría moderados.