'Prohibido' hablar en los transportes públicos. Esta es la última medida que se está extendiendo por España para hacer frente a los contagios de COVID-19. El Gobierno de Baleares pide a los usuarios de buses interurbanos, metro y tren que guarden silencio durante los trayectos.
El director general de Movilidad y Transporte del Gobierno balear, Jaume Mateu Lladó, explica el por qué de esta restricción:
"Hay estudios científicos que demuestran que cuando las personas hablamos es cuando expulsamos aerosoles que son los portadores de COVID y, por tanto, si combinamos el uso de mascarilla, que es obligatoria, con no hablar, la seguridad que hay en los transportes es prácticamente del cien por cien", asegura.
Barcelona aplica esta recomendación con una campaña de "trenes silenciosos" y carteles en todos los transportes desde hace dos meses.
Interrogados por euronews, desde el ayuntamiento de Logroño nos confirman que no se trata de ninguna prohibición como informó la agencia Associated Press y otros medios. Tampoco habrá sanciones.
"Me parece una tontería"
Entre los usuarios, cunde el escepticismo y la incomprensión.
"La verdad que me parece una tontería porque la gente habla con la mascarilla en otros lugares", opina una chica.
"No está bien. Si vas con un colega vas a hablar quieras o no quieras", añade un joven.
"Hombre, si estuviésemos juntos entonces sí, intentaríamos esquivar un poco las palabras, pero así...", afirma un mujer.
A la recomendación de silencio se suma la mascarilla obligatoria, la limitación de las plazas disponibles o la recomendación de no pagar el billete en efectivo. En La Rioja, las restricciones van más allá de los propios vehículos, pues también se prohíbe fumar en las marquesinas.
Récord de contagios en España, con más de 41.500 nuevos casos en un día
Medidas que hace un año habrían resultado inconcebibles se vuelven la norma en España donde este miércoles se ha vuelto a batir un récord de contagios, con más de 41.500 nuevos casos en un solo día.
Todos los indicadores empeoran y se sitúan en niveles que no se veían desde la primera ola, desde los ingresos hospitalarios a la ocupación de las unidades de cuidados intensivos, donde los enfermos de coronavirus ya ocupan el 35 % de las camas.