Pero ahora no sólo fue denunciada Paula González, quien pesa una orden de detención que está en suspenso luego de que la defensa de la presunta maestra presentara una eximición, y también María Clara Barbieres, otra de las docentes que se encontraba en la sala al momento de la agresión de la nueva víctima.
La nueva familia denunciante quien pidió reservar su identidad, acusó a las docentes del delito de "abandono de persona", por considerar que sus conductas pusieron en peligro la salud de su hija de un año. Ambas estaban a cargo de la salita a la que iba la pequeña y ahora son investigadas por la Justicia platense.
Según consta en la denuncia, tanto González como Barberis "tenían cabal conocimiento del deber que les incumbían en razón de la función que cumplían -docentes y auxiliares de un jardín maternal- y fueron constantemente alertadas por algunos padres del riesgo en el que las colocaban con sus conductas".
"Eran concientes del maltrato que dispensaban a los pequeños y lo ejercían libremente aun a pesar de que hubiera cámaras de seguridad", precisaron los papás de la pequeña en la denuncia y remarcaron que "a través del maltrato afectaron de modo concreto la integridad psicofísica de los niños".
Este hecho se suma a la denuncia realizada por Carolina Penzi, mamá de Pilar, quien se volcó a las redes sociales para dar cuenta del maltrato al que había sido sometida su pequeña hija. El caso conmocionó la ciudad y el descargo que la mujer realizó en su cuenta de Facebook se volvió viral.