Así precisa un estudio de la Bolsa de Comercio de Córdoba, que relevó los sectores más protegidos por el Estado. El estado asume un altísimo costo fiscal para que, a su turno, los ciudadanos también paguen más.
Los argentinos pagan hasta 86% en vestimenta y otros productos que en Brasil y México.
Así lo determinó la Bolsa de Comercio de Córdoba, que realizó un relevamiento de los sectores más protegidos por el Estado. El estudio advirtió sobre el “proteccionismo ineficiente” y señaló que “a pesar del costo fiscal que asume el Gobierno para promover la industria nacional, el sistema de sustitución de importaciones local es insuficiente y, en muchos casos, incrementa el precio asumido por los consumidores”.
Según la entidad, “con el argumento de que la producción local permite ahorros en costos y divisas, el Gobierno plantea que ningún sector sobra e impulsa, de manera directa e indirecta, normas y medidas para proteger y promover la industria nacional, enfocada en la sustitución de importaciones, como ya ha sucedido en varias ocasiones a lo largo de la historia argentina”.
La protección al sector de la electrónica representa la mitad del costo fiscal en concepto de promoción económica y en términos del PBI ya casi duplica los valores de 2019
En este contexto, el Instituto de Investigaciones Económicas (IIE) de la Bolsa de Comercio de Córdoba estimó que este año el costo de los regímenes de promoción significará alrededor del 0,8% del PBI, lo que equivale al 30% de la meta de déficit fiscal acordada con el Fondo Monetario Internacional (FMI) o al presupuesto de todas las obras públicas realizadas por Nación en relación a energía, transporte, educación, vivienda y agua en 2021. Sin embargo, afirmaron “los países no son competitivos para producir todo”.
“Se trata de un concepto básico de la economía moderna, que el IIE ratificó con un estudio en el que evaluó los precios de los productos que cuentan con protección de parte del Estado, y llegó a la conclusión que las medidas implementadas por el Gobierno, en muchos casos, incrementan el precio asumido por los consumidores”.
Por ejemplo, el estudio concluyó que “los precios de los modelos [de computadoras] comercializados en la Argentina son más caros en dólares que aquellos fabricados en los otros dos países”, México y Brasil.
“Con Brasil hay un solo modelo de computadoras que coincide, y cuesta hasta un 10% más caro en el mercado local; mientras que con México hay más variedades en común, y los valores son entre 19% y 86% más altos a nivel local”, precisó. El modelo más vendido, cuesta entre 11% y 21% más que su equivalente en Brasil y es 58% más caro que el de México.
“En único producto que se dejó de fabricar, durante el gobierno de Macri, las computadoras, es el que crece por sobre la inflación. Hace siete años que no se fabrican computadoras en Tierra del Fuego”, detallan desde la industria electrónica.
“Esto que pasa es por la decisión de haber dejado de fabricar computadoras en el país, donde hoy se hace algunas educativas y nada más”, agregaron y explicaron que, además, a nivel global, por la alta demanda, los que deciden optan por enviar productos a otras latitudes primero porque acá tardan en pagar y suele haber problemas. “Mandan cuando quieren y cuando pueden, lo que hace que en el mercado haya poca oferta. En momentos como estos se disparan los precios y los productos que hay no son nuevos ni de última generación, como sí pasa con celulares o televisores, cuyos precios crecen por debajo del promedio de la información”, detallan desde la industria.
¿Qué me pongo?
Más allá de los electrónicos, la Bolsa señaló que “entre los más resguardados están también el sector textil y de la indumentaria”.
“Las Licencias No Automáticas (LNA) son la principal herramienta que se aplica en este caso: desde 2017 hubo una reducción gradual de las LNA, principalmente para los primeros eslabones. Hoy inciden en 56% promedio para toda la cadena de valor. Las prendas de vestir tienen una protección casi absoluta: 94 por ciento”.
“En abril, cuando el Índice de Precios al Consumidor (IPC) general fue del 6%, los precios de prendas de vestir y calzado aumentaron 9,9%. En la comparación interanual, los valores son 58% y 73,4%, respectivamente”. Al igual que con la electrónica, “los argentinos pagan más la indumentaria que sus pares de la región”.
“Un vestido apenas cuesta algo más que en Brasil y 25% más que en México. Un jean, 29% más que en Brasil y 36% más que en México. En zapatos de vestir, la brecha es de 59% con un par brasileño y 38% con uno mexicano”.
Las zapatillas deportivas presentan la mayor diferencia general: 50% más que en Brasil y México. Asimismo, en el mercado local también cuestan más que en Nueva York, Londres o Tokio
“Las zapatillas deportivas presentan la mayor diferencia general: 50% más que en Brasil y México. Asimismo, en el mercado local también cuestan más que en Nueva York, Londres o Tokio, tres de las ciudades más caras del mundo”.
“Los resultados del informe del IIE prueban que la sustitución de importaciones es ineficiente, ya que no abarata el costo asumido por los consumidores locales; por el contrario, en más de una oportunidad, los incrementa”.
“El desarrollo de industrias focalizadas en los eslabones finales de la cadena de valor no permite eliminar la dependencia de las importaciones y, naturalmente, presentan un menor valor agregado a la producción.
Para ganar competitividad y mejorar la calidad de vida de la población “debería promoverse el desarrollo de industrias que aprovechen las ventajas del comercio internacional de la mano de la especialización”.
“Esto permitirá la creación de más y mejores empleos, y que los argentinos accedan a más productos y servicios de mejor calidad y a un mejor precio”, señaló el estudio de Fabio Ventre, Subdirector del Instituto de Investigaciones Económicas de la Bolsa de Comercio de Córdoba y los investigadores Miranda Bandoni y Valentina Vijarra.
En marzo pasado la Bolsa cordobesa había emitido un duro comunicado en el que afirmó que los empresarios no son los culpables de la inflación y criticó las “medidas ineficaces” del gobierno. Y a principios del mes pasado el presidente de la entidad, Manuel Tagle, dijo en una entrevista con Infobae que el gobierno debe dejar de aplicar “recetas fracasadas” y advirtió sobre el riesgo de una espiralización de la inflación, aunque a su vez criticó la idea de “dolarizar” la economía.