Desde julio el dólar libre bajó un 30% y eso significa que hay que cambiar más dólares para comprar el mismo auto que hace seis meses. Pero esa situación devolvió competitividad a los importados que no cambiaron precio y hoy están más cerca del bolsillo de los compradores. Algunos ejemplos
Algunos de los próximos días de diciembre pueden quedar escritos en los libros de historia contemporánea argentina como el momento en el cual el dólar libre cotizó igual, o menos, que el dólar oficial. En el mundo del automóvil, tanto del lado de la industria que abastece el mercado doméstico y exporta vehículos argentinos como desde el enfoque de los importadores, las cuentas están “patas para arriba”, según dijeron desde una terminal.
Las pautas son dos: el dólar sigue bajando, pero los autos cuestan cada vez más caros. Dicho de otro modo, los autos que se venden en pesos aumentan, por lo tanto, hacen falta más dólares para poder comprarlos en relación a lo que costaban seis meses atrás.
Un vehículo de gama media promedio del mercado argentino costaba en julio unos $30.000.000,unos USD 21.500 de entonces. Hoy son USD 28.500, pero como el precio en pesos aumentó a $35 millones, ahora son USD 33.000, un aumento superior al 43% en dólares
“Hay una confusión dialéctica”, describieron desde una terminal automotriz. “No es cierto que los autos cuestan más dólares, sino que hay que cambiar más dólares para comprar los que se venden en pesos porque se apreció el peso. De hecho, en las listas de precios, los que se venden en dólares siguen costando lo mismo. Lo que cambió es la cantidad de dólares que hacían falta en julio para comprar un auto que costaba $30.000.000 y la cantidad de dólares que hacen falta ahora para comprar ese mismo auto que ahora cuesta $35.000.000 a causa de la inflación”, explicó.
“Un vehículo de gama media promedio del mercado argentino costaba en julio unos $30.000.000 eran USD 21.500. Hoy son USD 28.500, un 32,5% más en dólares. Pero como el auto aumentó por inflación y crawling peg, y ahora ya no cuesta 30 millones, sino 35 millones. Tampoco son USD 28.500, sino que son USD 33.000″, concluyó.
Para los que importan y venden autos cambiaron los parámetros, aunque más para unos que para otros. Una cosa es importar en dólares oficiales y vender en pesos, otra es comprar en dólares oficiales y vender en dólar billete, y otra distinta es comprar en dólares financieros y venderlos en dólar billete. Con la brecha alta ganaban los primeros, empataban los del medio y perdían los últimos. Con la brecha actual casi inexistente, ganan más quienes importan por fuera del MULC (CCL) y venden en dólares. Pero eso es del lado de los empresarios.