El ministro de Economía señaló que el sistema de subsidios energéticos actual es “pro-rico”, en un escenario de cruces por los aumentos de tarifas de los servicios públicos. “Nosotros también debemos ser autocríticos”, dijo
Tras una semana de cruces por los subsidios a las tarifas energéticas entre el ministro de Economía, Martín Guzmán, y el kirchnerismo, que incluyó el fallido pedido de renuncia al subsecretario de Energía, Federico Basualdo, el titular del Palacio de Hacienda respondió con críticas al sistema actual de subsidios energéticos.
“Nosotros también debemos ser autocríticos. Hoy tenemos un sistema de subsidios energéticos que es pro-rico. En un país con 57% de pobreza infantil, estamos gastando en subsidiar el consumo de luz y gas en una parte de la población que hoy no es prioritario que reciba esos subsidios, barrios en donde vive gente de altos ingresos”, dijo Guzmán.
“Esos recursos tienen que ser utilizados para aquello que más necesita la sociedad argentina hoy. Nuestro compromiso es poder agilizar la gestión y poder, desde el punto de vista de las inversiones del Estado, dedicar los recursos a aquellos que más lo precisan”, aseguró.
Guzmán agregó un llamado al diálogo y al consenso y destacó que ese es el sendero marcado por el presidente Alberto Fernández, marcando también cierta distancia con otros sectores del Gobierno con posiciones más rígidas.
“La política es el instrumento para la transformación de la realidad y el Presidente siempre marca una línea que consideramos sana para la Argentina y va a tranquilizar a nuestra economía y a la sociedad. Esa línea es la de los acuerdos y los consensos, como el lugar desde el cual construir en forma colectiva, entendiendo que hay veces que el conflicto es inevitable, pero hay que administrarlo con respeto y responsabilidad”, señaló Guzmán.
Las expresiones de Guzmán fueron vertidas en el marco de los anuncios de ayuda social encabezados por el Presidente en el Museo del Bicentenario con la presencia de los principales funcionarios del Gobierno. Se trata de la primera referencia al conflicto desatado una semana atrás, cuando el Ministerio de Economía dejó trascender que Guzmán le había pedido la renuncia a Basualdo y que contaba para ello con el máximo apoyo político. Con el respaldo de La Cámpora y otros sectores cercanos a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, Basualdo permaneció en su puesto.
El aumento de las tarifas de electricidad está en el núcleo del conflicto. El Presupuesto 2021, defendido por Guzmán, prevé que las tarifas aumenten en una proporción cercana a la inflación para lograr que los subsidios de este año representen, medidos en porcentaje del PBI, lo mismo que en 2020. Por eso, el ministro quiere que el aumento de 9% anunciado pocos días atrás sea complementado con otros; para Basualdo, ese debe ser el único aumento del año, lo que complicaría las cuentas fiscales.
Guzmán enfatizó hoy que para poder implementar los mecanismos de ayuda anunciados “hace falta financiamiento, tener recursos. La consistencia de la macroeconomía, algo que suena muy técnico, es algo que afecta de forma directa la vida de la gente. Cuando no se actúa de forma consistente es cuando los problemas se vuelven más profundos y se agravan”.
En base a esa consistencia para su plan fiscal es que Guzmán viene pidiendo un esquema de segmentación de los subsidios de las tarifas de servicios públicos, que consiste en aplicarlos solamente a aquellos sectores que lo precisan. En la actualidad, al igual que durante gran parte del gobierno de la vicepresidenta, rige un “subsidio plano”, es decir, que se aplica a todos los usuarios por igual. Ese esquema, que hoy criticó abiertamente el ministro de Economía y por el cual pidió ser “autocrítico”, no solo implica gastar mayores recursos, que hoy escasean para el Estado, sino que también genera una evidente inequidad al beneficiar a los usuarios que no lo necesitan.
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