El gremio nacional que nuclea a más de 300.000 trabajadores del Gobierno, anunció que el próximo martes 6 de diciembre habrá un cese de actividades en el caso de que el Tribunal Oral a cargo del juicio por la causa Vialidad decida condenar a la vicepresidenta.
De salir culpable, se podría enfrentar a 12 años de prisión y la inhabilitación para ejercer cargos públicos de por vida.
La Asociación Trabajadores del Estado (ATE) llamó a cesar actividades el próximo martes en caso de que la Justicia condene a la vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, por presunta corrupción cometida en sus períodos como mandataria.
La agrupación sindical difundió en sus redes sociales que los empleados estatales "están con Cristina" y que "si la condenan" van a parar el Estado: "Si la tocan a Cristina... paramos el Estado. Les trabajadores no vamos a permitir un Lula en nuestro país. Basta de Lawfare y persecución política".
El secretario general de ATE Capital, Daniel Catalano, afirmó este miércoles que "si condenan a Cristina, condenan al pueblo trabajador", por lo que manifestó: "Tenemos la obligación en salir en defensa de ella porque es salir en defensa propia", en declaraciones a Radio Nacional.
La vicepresidenta está acusada de haber cometido delitos de asociación ilícita y administración fraudulenta de fondos públicos, por lo que, el pasado 22 de agosto, la Fiscalía pidió para Fernández una condena de 12 años de prisión y la inhabilitación para ejercer cargos públicos de por vida.
En este caso, que tiene 13 imputados, se juzgan las presuntas irregularidades en la concesión de 51 obras públicas a firmas del empresario Lázaro Báez durante los Gobiernos de Néstor Kirchner (2003-2007) y Cristina Fernández (2007-2015) en la provincia de Santa Cruz, cuna política del kirchnerismo.
En 2019, a días de asumir como vicepresidenta, cuando fue citada a declarar, pero no respondió preguntas, Cristina Fernández había acusado a los jueces de ser "un tribunal del 'lawfare'" y de tener "la condena escrita", pero que a ella la "absolvió la historia" y, en cambio, a los jueces "seguramente les va a condenar la historia".
Este martes, cuando dio sus palabras finales antes de la sentencia, dijo que en 2019 fue "muy generosa" y que, después de todo lo que le ha tocado vivir, en relación a la acusación y al fallido atentado que sufrió el 1 de septiembre, por el que hay tres detenidos, el tribunal "en realidad es un verdadero pelotón de fusilamiento".
El 1 de septiembre pasado, la exmandataria salió ilesa de un ataque perpetrado frente a la puerta del edificio de Buenos Aires en el que vive, durante una manifestación de seguidores que le transmitían su apoyo después de que fiscal solicitara la condena por presunta corrupción.