Multitudes en las calles y discotecas abarrotadas: la fiesta de Wuhan tras el año de la pandemia!

365 días y 1.800.000 muertos después de que el régimen chino informara por primera vez sobre el brote de coronavirus, la ciudad de 11 millones de personas vivió una noche desenfrenada: “Tenemos derecho a disfrutar”, aseguran.

 

Videos de los festejos en Wuhan

 

Videos de los festejos en Wuhan

 

Videos de los festejos en Wuhan
 

 

Las calles han estado más desiertas que nunca para despedir el 2020 en la mayor parte de lugares del mundo. Todo debido a las fuertes restricciones impuestas para frenar el avance del coronavirus, que azota con fuerza en los diferentes continentes. Las imágenes a día 1 de enero encogen el alma a muchos, pues los espectáculos pirotécnicos de las grandes ciudades, así como los tradicionales conciertos, han tenido que ser celebrados desde casa. Pero, como en todo, hay excepciones. En la ciudad china Wuhan, epicentro de la pandemia, han podido dar la bienvenida al año nuevo con envidiable normalidad.

Miles de personas se han reunido en sus calles para encarar una nueva etapa y lo han celebrado por todo lo alto, dejando instantáneas de aglomeraciones que no han dejado indiferentes. Fiestas multitudinarias, discotecas abiertas y congregaciones en los parques del céntrico barrio de Hankou, alrededor de la ribera del río Yangtsé, son algunas de las estampas de la Nochevieja china.

Miles de personas se concentran en el centro de Wuhan para dar la bienvenida al nuevo año.

 

Una pareja paseaba a lo largo de una calle peatonal completamente abarrotada y no daba crédito: Wuhan, la ciudad donde comenzó a propagarse la covid-19 y la que vivió el primer gran confinamiento para frenar la pandemia, celebró en masa la llegada del año nuevo, casi como si nada hubiese pasado.

Desde primera hora de la tarde, riadas de personas atestaron el metro de la ciudad, de 11 millones de habitantes, para llegar a la calle peatonal de Jianghan, escenario de una aglomeración que sorprendió a los propios residentes.

La gente se agolpa en la calle para celebrar el la llegada del nuevo año en Wuhan.

 

“No veía tanta gente junta desde hacía años, es muy emocionante ver Wuhan así”, apuntó el joven Yao, que paseaba junto con su novia a lo largo de esa vía comercial, donde se veían colas para poder entrar en tiendas y restaurantes.

Entradas agotadas en las discotecas

Después de las “campanadas”, los wuhaneses se abrazaron y se hicieron los selfis de rigor para compartirlos en las redes sociales. Para algunos, era el final de la noche, pero para otros la juerga acababa de empezar: en algunas discotecas estaban ya las entradas agotadas.

En el fastuoso club Han no dejó de entrar y salir gente sin parar en sus enormes salas, en las que cientos de personas bailaron -algunos con mascarilla, otros sin ella- al son de una machacona música electrónica hasta bien entrada la noche.

En otros bares se sufrieron los gorgoritos de quienes se desgañitaban en los karaokes, pero “al menos dan refugio a todo aquel que se resiste a irse ya a sus casas”, señaló otro joven entre risas, que cree que las celebraciones de este año eran necesarias. “Sé que este año se han prohibido en muchos sitios. Toda nuestra solidaridad. Pero aquí se han hecho muchos sacrificios. El país prácticamente ha cerrado las fronteras. No hay más remedio que aceptar que te rastrean tus movimientos. Se supone que para evitar contagios. Y aquí el confinamiento fue... ni se podía salir de la ciudad”, indicó.

El régimen del omnipresente Xi Jinpíng rastrea las actividades de sus ciudadanos.

 

Lejos queda enero del año pasado, cuando Wuhan registraba decenas de casos diarios de una “misteriosa neumonía” que acabaría por causar 3.869 muertes en la ciudad, según las estadísticas oficiales.

Para evitar que la covid siguiera haciendo estragos, las autoridades impusieron el 23 de enero un inédito y estricto confinamiento que duró 11 semanas. Según sus habitantes, era la única medida posible para evitar que la covid continuara haciendo estragos, pero no olvidan la confusión de los primeros días, cuando apenas había información disponible sobre la enfermedad, suministro de alimentos o material sanitario.

El barrio de Luxiang ha sido uno de los más animados esta pasada noche. Allí se ubican varias facultades como la de Ciencia y Tecnología. La sala Vox, una de las más conocidas de la zona, se ha llenado con más de 300 personas para escuchar a un grupo local, Happy. La mayoría de asistentes han llevado mascarilla por precaución aunque otros han preferido no ponérsela puesto que ya no es obligatorio. "No hay casos ya en Wuhan, no hace falta. Pero mucha gente la lleva por precaución, porque si algo nos ha enseñado el virus es que no te puedes confiar. En Wuhan no queremos volver a meter la pata", ha asegurado Xue, uno de los asistentes, a la agencia de noticias EFE.

A los wuhanenses les pesa recordar cómo afectó la propagación de la Covid en sus inicios o el confinamiento completo de la ciudad a finales de enero. Un encierro que duró once semanas y que, como ocurre en otros rincones del globo, ha hecho estragos. Con todo, consiguieron revertir la situación gracias a la llegada de material y personal desde otras provincias chinas, las fuertes medidas de prevención y la construcción exprés de hospitales como el de Leishenshan, que comenzó a recibir pacientes en febrero. Hoy por hoy, su día a día se parece mucho a la antigua y tan ansiada normalidad.

Las calles de Wuhan, abarrotadas en Nochevieja.

 

 

fuente: infobae.com y lavanguardia.com 

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