Más allá de la igualdad durante el tiempo reglamentario, el ganador fue superior a su adversario. El mayor problema fue la falta de precisión en la definición.
Boca lo hizo otra vez: ganó por penales. Superó 4-1 a Talleres en la definición desde los 12 pasos después de un empate 1-1 en los 90 minutos. en los que el equipo de Almirón había sido claramente superior. Esta vez no necesitó de las atajadas de Romero; alcanzó con la presión psicológica que ejerce sobre los ejecutantes.
Bustos y Benavidez elevaron sus remates. Boca jugará una de las semifinales de la Copa Argentina frente a Estudiantes de la Plata, que viene de eliminar a Huracán. Se le abre así una gran posibilidad de participar en la Copa Libertadores del año próximo, si es que no le gana a Fluminense la final en Río de Janeiro.
En las etapas anteriores de la Copa Argentina, el equipo de Almirón había dejado atrás a Olimpo (2-1), a Barracas Central (2-1) y Almagro (4-3 por penales después de un 2-2 en los 90, minutos).
Boca jugó casi con el mismo equipo que se enfrentó a Palmeiras en San Pablo, con las excepciones de Luis Advíncula y Frank Fabra, que están jugando con las selecciones de Perú y Colombia respectivamente, las eliminatorias sudamericanas. Talleres, por su parte, no puede contar con Matías Catalán, con la Selección de Chile, ni con Ramón Sosa, con la de Paraguay.
Boca tiene la cabeza puesta en la final del 4 de noviembre en el Maracaná, y este partido se le presentaba como un buen examen para medir funcionamiento colectivo y el rendimiento de individual de los jugadores, que en su gran mayoría van a estar en el partido contra Fluminense. Aprobó con una muy buena nota al examen, aunque perdió muchos goles.
El primer tiempo fue electrizante, de ida y vuelta con muchas situaciones de peligro, con un gol de Talleres nacido en un gran contraataque. Con un claro penal para Boca no cobrado por Echenique, y con excelentes intervenciones del arquero de Talleres.
En la primera llegada, tras un comienzo muy pálido de los dos, Boca tuvo la primera gran posibilidad. Taco de Cavani, toque de Sarachi, centro de Barco y aparición de Merentiel que no llegó a conectar por centímetros.
Enseguida, Cavani metió un caño, quedó de frente pero pateó de zurda sin potencia. Y más tarde, en su primera aparición en ataque, los cordobeses se pusieron en ventaja. Portillo le ganó la espalda a Blondel, metió un buen centro, se pasaron los centrales de Boca, pifió Ortegoza, pero no falló Benavidez y puso el 1-0.
Pudo empatarlo con un centro de Medina que casi se le mete por detrás a Herrera; con un error defensivo de Talleres que dejó a Cavani cara a cara con el arquero, pero el uruguayo pateó al cuerpo; con un remate de Merentiel que tapó Suárez arrojándose con el brazo muy separado del cuerpo. Penalazo. Echenique no lo vio y como se sabe, en la Copa Argentina no hay VAR.
Sobre la hora, Medina tuvo otra gran chance y nuevamente ganó Garro. En el medio de las variadas llegadas de los de Almirón hubo otra contra de los de Gandolfi que no pudo resolver Ortegoza.
Boca empató a los 12 minutos del segundo tiempo, con un penal que le cometió Portillo a Cavani, quien se encargó de la ejecución: fuerte al palo izquierdo de Garro que había elegido bien el lugar, pero no llegó.
Boca siguió siendo superior, manejó la pelota en todo el segundo tiempo y tuvo dos clarísimas jugadas de gol que desaprovechó Cavani, además de un buen remate de Barco. Pero el 1-1 no se quebró y asi llegaron a los penales.
Convirtieron Benedetto, Figal, CVavani y Barco para Boca, y Barrera para Talleres y desviaron Bustos y Benavidez. Pasó Boca, fue merecidísimo.
Fuente: pagina12.com.ar