El partido, que forma parte de las Eliminatorias Sudamericanas, no solo ratificó el gran momento del equipo, sino que también dejó un sabor especial al ser el último de este tipo jugado en casa para su máxima estrella.

Una despedida a lo grande para el capitán

El encuentro se desarrolló con el dominio del equipo dirigido por Lionel Scaloni. La presión alta y el control de la pelota fueron claves para desarticular la defensa rival. El primer quiebre en el marcador llegó a los 39 minutos del primer tiempo, gracias a una jugada que comenzó con la recuperación de Paredes y una precisa asistencia de Julián Álvarez que culminó con un espectacular tanto de Lionel Messi.

La superioridad del local se mantuvo a lo largo del segundo tiempo, que fue sellado con una ráfaga de goles. El segundo tanto del partido fue obra de Lautaro Martínez, quien aprovechó un centro de Nico González, luego de una magistral jugada que, nuevamente, tuvo a Messi como protagonista de la asistencia.

El broche de oro

El resultado final de 3 a 0 se concretó con el segundo gol de la noche para el astro argentino. En una jugada trabajada, Tiago Almada habilitó a Messi para que este definiera con sutileza, demostrando su jerarquía y sellando una noche inolvidable. Este gol no solo sirvió para cerrar el marcador, sino que también tuvo un alto valor emocional, al ser el último que el capitán anotaba en su país en un partido por Eliminatorias.

El equipo venezolano, a pesar de sus intentos, no pudo contener el poderío ofensivo argentino, que se mostró compacto y eficaz en todas sus líneas. El resultado refuerza la posición de Argentina en las Eliminatorias y proyecta un futuro prometedor de cara a las próximas instancias del certamen.