La pequeña de dos años sufrió un edema pulmonar tras ingerir el alimento que había sido rociado con un raticida.
Heidy Valeria, una nena de 2 años, murió a principios de mes en la localidad mexicana de Tototlán, tras comer una galleta envenenada que un vecino había tirado a su casa para matar a su perro “porque ladraba mucho”.
Según medios locales, el caso ocurrió el 3 de febrero, cuando la chiquita jugaba en el patio y encontró la galletita, que compartió con otra nena. Pronto ambas comenzaron a sentirse mal y fueron trasladas a un centro médico, donde Valeria murió a los pocos días y tras sufrir dos paros cardíacos.
“Al parecer ingirió una galleta con veneno que, se escucha la versión de que la echaron a su casa para que su perrito se envenenara porque ladraba mucho”, dijo el alcalde de Tototlán, Juan Carlos Velázquez, según TV Azteca.
La Fiscalía de Jalisco informó que Valeria murió por un edema pulmonar derivado de la presencia de fósforo de zinc en su organismo, el cual es “un raticida que es de efecto rápido”.
“El fósforo de aluminio o de zinc, son utilizados como plaguicidas en países agrícolas…y tienen la característica que al contacto con el agua o PH ácido reacciona formando el gas fosfina (PH3). Esta reacción se da en los casos de intoxicaciones por fósforo, siendo el gas fosfina causante de la intoxicación, puesto que actúa sobre el sistema nervioso central y el gastrointestinal provocando vómitos, ataxia, convulsiones, coma y hasta la muerte normalmente dos horas después de su ingestión en casos severos”, indicó una publicación del Instituto Nacional de Ciencias Forenses de Guatemala.
La madre de Valeria se dirigió a una estación de Bomberos cuando se percató que su hija estaba inconsciente. Una de las paramédicas que la atendió explicó que la niña estaba en un grave estado de salud y estaba “morada”.
“Cuando llegó la mamá con la niña inconsciente, tenía la boca morada y también las extremidades, lo que hicimos fue quitarle la saliva que tenía porque ya estaba inconsciente, la aspiramos y las trasladamos”, explicó.
En el camino Valeria sufrió un primer paro cardíaco, aunque reaccionó gracias a maniobras de RCP. Aunque el hospital sufrió un segundo ataque, aguantó dos días en grave estado y finalmente murió.
Por su parte, Naomi, la otra pequeña que consumió el veneno fue trasladada al Hospital Civil Nuevo, donde su estado de salud sigue delicado.
La triste noticia de la muerte de Valeria fue confirmada en redes sociales por Juan Carlos Velázquez. “Cosas como estas no deben suceder de nuevo”, expresó.
En redes sociales usuarios y grupos mascoteros como Peludos Desamparados pidieron leyes más severas para quienes atenten contra la vida de los animales, y exigieron a las autoridades dar con los responsables para que la muerte de Valeria no quede impune.