Otorgó una entrevista a la revista italiana Oggi y no se calló nada. "Me temo que la Covid y las otras epidemias que se están conociendo restaurarán dolorosamente un nuevo orden".
A los 86 años, retirada desde hace casi medio siglo de la actividad artística, Brigitte Bardot continúa, incasable, militando por los derechos de los animales. La actriz francesa lleva adelante una fundación protectora desde 1986.
"En los ojos de un perro siento la presencia de Dios", suele repetir la mujer que vive rodeada de canes y se convirtió en leyenda cinematográfica y en ícono de una época.
Ahora reapareció, pero con desafortunadas declaraciones. Otorgó una entrevista a la revista italiana Oggi y no se calló nada. "Me temo que la Covid y las otras epidemias que se están conociendo restaurarán dolorosamente un nuevo orden", comentó.
"Cuando esos 5 mil millones de personas en esta tierra se hayan ido, la naturaleza recuperará sus derechos", agregó sin dudar la actriz de Y Dios creó a la mujer.
Considerada dentro de la población de riesgo, asegura que el aislamiento en la mansión La Madrague, en Saint Tropez, en el sur de Francia, acompañada por sus animales, es suficiente. "No veo a nadie. No serán las cabras las que me contagien".
Las declaraciones fueron también polémicas porque se refirió a la inmigración y admitió preferir "gobiernos más duros": "Estoy a favor de un gobierno autoritario, capaz de poner orden en el lío en que vivimos. Cuando pienso que el gobierno francés deja al margen a ciudadanos pobres que trabajan duro y reciben menos ayuda que todos estos inmigrantes que nos atacan, me horroriza".
Bardot fue condenada en el pasado por "incitación al odio racial". La experiencia parece no haberla hecho escarmentar. "No me importa, que me vuelvan a condenar. Me costará dinero y no me importa. Y si no tengo el dinero para pagar la condena, iré a la cárcel. Sería divertido".
Casada cuatro veces, Bardot se retiró de la actuación a los 42 años. Antes de eso, trabajó en unas 50 películas y grabó más de 60 canciones. Siempre que reaparece públicamente es para hacer hincapié en la cuestión de la defensa de la naturaleza y los animales. "En Asia los perros son un manjar, pero ¿hasta dónde se puede justificar la cultura de un pueblo? Considero que el vegano elimina el canibalismo animal", remarcó en una de sus últimas entrevistas. "Creo que habría que prohibir inmediatamente el destino trágico e inhumano infligido a los galgos en Andalucía, así como prohibir la caza hecha por crueles bárbaros”.
En noviembre pasado reveló que quiso suicidarse cuando era una adolescente y criticó al movimiento #Metoo.
"Mis padres me prohibieron ver a Vadim, mi novio en aquel entonces y el que iba a ser mi futuro marido, y decidí meter mi cabeza en el horno", reconoció en una entrevista otorgada a la revista Paris Match, al recordar al director, actor y escenógrafo Roger Vadim, quien murió dos décadas atrás.
"Cuando era muy joven me dije que esta vida no valía la pena si debíamos sufrir. Entonces el suicidio se convirtió en mi vía de escape", soltó.
"Ahora creo que nos quejamos por todo y por nada. Dentro de poco, reconocer que una mujer es bella va a ser un crimen. A mí me gustaba que me miraran", agregó y distintos movimientos feministas salieron a condenar sus declaraciones.