En algunos países, el mismo artículo se puede conseguir hasta un tercio del precio; desde el Ministerio de Economía amenazaron con abrir las importaciones.
En la Argentina, cada mes es más caro vestirse. Se trata del rubro que más aumentó en el último año, incluso con precios congelados: en septiembre, la categoría Prendas de Vestir y Calzado presentó un alza del 118% interanual. Fueron 35 puntos por encima del nivel general de precios.
Los números causaron malestar dentro del Gobierno, sobre todo porque la medición mensual para el sector fue del 10,6%, cuando el índice general descendió a 6,2% (una diferencia de 4,4 puntos porcentuales). Desde el Ministerio de Economía amenazaron con abrir las importaciones si no se llegaba un acuerdo con el sector textil, algo que finalmente ocurrió el miércoles pasado por la tarde.
“Es un mercado cautivo. Con poca competencia extranjera, las empresas locales tienen un mayor margen de monopolio. Si la economía es abierta, cuando llega un producto importado no podés cobrar más que eso, porque si no, los consumidores compran otros productos. Mete una presión para bajar costos, que con el proteccionismo actual no sucede. Al contrario, cualquier duda sobre la economía se traslada a precios”, consideró Camilo Tiscornia, director de C&T Asesores Económicos.
Hoy, cuando se observan los valores de la indumentaria en otros países del mundo, la Argentina está desacoplada. El mismo producto, de la misma marca, se puede encontrar en otras latitudes a un tercio del precio que se pide acá. Puertas para adentro, las empresas internacionales señalan los impuestos, las cargas sociales y las trabas a las importaciones como responsables. Para los economistas, la causa radica en que es un sector cerrado de la economía.
“La única explicación lógica es la falta de competencia. Es un sector que sigue protegido y las restricciones a las importaciones y las demoras en las entregas lo único que provocan es que los oferentes a nivel local puedan gozar de precios más elevados. En parte, es la demanda la que le pondrá un límite. El consumo parece ajustar, pero por ahora compensa con más precio y parece que esa ecuación les cierra para seguir en esa tónica”, dijo el economista Guido Lorenzo, director de la consultora LCG.
Cansados de estar bajo la mira, desde la Fundación ProTejer se negaron a dar nuevas declaraciones en esta ocasión argumentando que en meses anteriores “dimos nuestros puntos de vista”. Según la entidad, el Indec está “mal representado” porque no pondera los nuevos canales comerciales, con precios más accesibles y competitivos que los shoppings.
Comprar en el exterior
¿Cuánto cuesta comprar un jean de mujer en Zara? La respuesta puede variar dependiendo del lugar en el que se compre. Para contrastar la diferencia de precios, LA NACION hizo un relevamiento del mismo producto en diferentes países, a partir del sitio web oficial de las marcas. Se tomaron en consideración diversos precios del dólar al cierre del 19 de octubre.
En el caso del jean Zara, en la Argentina se consigue por $15.990. Pero si ese comprador estuviese en Estados Unidos y utilizase la tarjeta, tomando como referencia el tipo de cambio turista a $278,25 (ya que la transacción tiene un valor menor a US$300), le costaría $15.050,54 (US$54,09, incluidos impuestos). Es decir, $939 menos (5,9%).
Precio de un jean marca Zara al dólar tarjeta
$15.990
Argentina
Precio en el sitio web oficial.
$15.050,54
Estados Unidos
El valor es 5,9% menor.
$10.028,13
Chile
El ahorro sería de un 37,3%.
$8.211,16
España
Es casi la mitad del precio local (48,6%).
Sin embargo, si se viaja a España -de donde es originaria la marca-, el precio desciende a la mitad. Esa misma prenda tiene un valor de $8.211,16 al dólar tarjeta (€29,95), un ahorro de $7.778,84. O, visto de otra manera, se pueden comprar casi dos pantalones por el precio argentino (48,6%). Hasta con el dólar Qatar, que actualmente cotiza a $318 y rige cuando se gastó más de US$300 con la tarjeta, se podrían ahorrar $6.605 (en este caso, el precio final rondaría los $9.384,18).
Pero no hace falta atravesar un océano, ni viajar a la otra punta del continente para encontrar un precio más accesible. Si ese comprador cruza la frontera y busca el mismo jean de Zara en Chile, le costaría $10.028 (US$36,04). Se trata de un ahorro de $5.961,87, o como si hubiese aplicado un “descuento” del 37,3%.
La comparación también se puede hacer con unas zapatillas deportivas Nike para hombre. Como el modelo más vendido en otros países y el más promocionado a nivel local se encuentra agotado en la Argentina, se utilizó de referencia el modelo Revolution 6 Next Nature. A través del distribuidor oficial, en el país se consiguen a $23.999.
En cambio, en el exterior cuestan alrededor de un 30% menos. En Estados Unidos, la página oficial de Nike las vende a $18.086,25, por lo que se puede ahorrar $5.912 (24,6%). En Chile, se ofrecen a $16.430, unos $6.804 menos (28,4%). Y en España aparecen a $16.249, unos $7.568 más barato que en la Argentina (31,5%).
Precio de una campera de pluma North Face al dólar tarjeta
$97.900
Argentina
Precio en el sitio web oficial.
$54.450,74
Chile
Es un 44,4% más barata.
$53.293,22
Estados Unidos
El ahorro sería de un 45,6%.
$30.134,48
España
Cuesta un 69,2% menos.
Sin embargo, el ejemplo más llamativo es el de una campera de pluma de North Face para mujer. En el país se vende a $97.900. Si se viaja a Chile y se tarjetea, se puede conseguir a $54.450. Una diferencia de precios de $43.449 (44,4%).
Si el comprador se toma un avión hasta Estados Unidos, puede pagarla hasta $44.606 menos (45,6%), ya que en la página web oficial se ofrece a $53.292 (US$179, más US$12,53 de impuestos).
En España, el valor de venta es de US$200. Pero actualmente ese modelo se encuentra en oferta, ya que únicamente queda en color azul, por lo que la ofrecen a US$110: se traduce a unos $30.134. Este comprador podría ahorrarse $67.765, y pagaría menos de un tercio del precio argentino (69,2%).
“Los precios de la indumentaria en la Argentina se ven impactados por varios factores. Uno es la tasa de impuestos, que es en promedio del 35% y es alto con respecto a países comparables. Un segundo factor es que post pandemia recrudeció el desabastecimiento, no solo en la Argentina, sino en el mundo. Esto, más retrasos en las importaciones, generó un mayor impacto en los precios. Un tercer factor es el ‘componente argentino’ que incluye costos laborales, falta de acceso al crédito, cambios constantes de reglas, entre otros”, se sinceró uno de los jugadores internacionales del mercado, que pidió mantener el anonimato.
Otra marca del exterior que vende en la Argentina apuntó a las mismas causas, aunque resaltó por sobre todo las trabas a las importaciones por la falta de divisas en el Banco Central (BCRA). Un problema que impacta sobre la falta de productos y dificulta mantener las licencias vigentes. “Hay mucha escasez de productos, por eso se encarecieron. Si tuviésemos gran cantidad de esos artículos, se pueden vender más baratos. Pero no hay, no se pueden traer, por eso el precio se va para arriba”, admitieron puertas para adentro.