Vuelta a clases: qué va a pasar en las escuelas cuando se detecte un contagio de coronavirus

Entre otras medidas, se prevé aislar la burbuja donde aparece el caso, pero no se cerrarán los establecimientos.

Cuando faltan cuatro días para el regreso a las escuelas, y después de casi un año signado por la pandemia de coronavirus, persisten las dudas y la incertidumbre sobre cómo deberán proceder las instituciones frente a un caso positivo. El Gobierno porteño publicó en el Boletín Oficial y difundió entre los directivos de establecimientos educativos privados y públicos, un protocolo "para el inicio de las clases presenciales 2021". En principio, no está previsto que las escuelas cierren si aparece un caso positivo entre docentes, no docentes o alumnos y alumnas, aunque sí se aislará a la totalidad de los integrantes de la burbuja donde se registró el caso.

A este concepto lo reforzaron la Ministra de Educación, Soledad Acuña, y el Jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, cuando dijeron este jueves que "en ningún caso va a haber suspensión de clases o cierre de escuelas".

Según el protocolo, cuando se detecte un caso sospechoso en el transcurso de la jornada académica, las personas deberán ser aisladas en la misma escuela. En algún lugar del establecimiento debe haber un espacio físico identificado, "preferentemente con puerta, ventana y baño propio". Lo ideal es que esa persona -docente o alumno- permanezca sola en el lugar. En el caso de los estudiantes más chicos, los del primer ciclo o de jardín, podrán estar acompañados por un adulto.

 

En cuatro días comienzan las clases. Una de las dudas de las familias es qué pasará si aparece un caso de coronavirus.

 

Si un alumno o docente es sospechoso antes de llegar a la escuela se procederá diferente: las familias de los chicos tendrán que enviar una declaración jurada manifestando que el estudiante tiene síntomas compatibles con el coronavirus y una constancia médica de esta situación. Si fuera un docente o personal no docente, deberá solicitar licencia y adjuntar constancia médica.

Mientras se espera el resultado de los testeos -lo que implica que no se sabe si el docente o los alumnos son casos positivos- todos deberán estar aislados. Es decir, toda esa burbuja y las otras a las que esté destinado ese maestro o maestra.

¿Qué sucederá cuando se confirme un caso? Si se trata de un docente, quedarán aislados todos los alumnos que pertenecen a su burbuja. Es probable, porque además está permitido por protocolo, que un docente dé clases en dos burbujas. El aislamiento abarcará a los estudiantes y docentes de esas burbujas. Sin embargo, no alcanzará a las familias de todas estas personas. "Las familias son contacto del contacto estrecho, no tienen que permanecer aisladas", explicaron a Clarín desde el Ministerio de Salud de la Ciudad.

Alumnas, alumnos y docentes deberán aislarse durante 10 días corridos. Si alguna de estas personas fuera sintomática, se contarán a partir del día en que comenzaron esos síntomas. Pero si la persona es asintomática, el plazo correrá a partir de la fecha del testeo.

 

Las escuelas no cerrarán en caso de que aparezca un contagio. Sólo se aislará a la burbuja afectada.

 

Ya en los primeros días del regreso de los docentes a los establecimientos para preparar el inicio de clases, casos positivos. Entre la Escuela Técnica N° 1 Otto Krause, ubicada en el barrio de Monserrat, y la Escuela N° 12 del Distrito Escolar 10, de Núñez, fueron reportados diez casos.

La Ciudad, por su parte, entiende que la mejor manera de identificar personas contagiadas, incluyendo a quienes cursan la enfermedad sin síntomas, es testear al personal docente y no docente. Hasta el jueves, por tres centros exclusivos para ese fin habían pasado 4.815 personas, 21 de las cuales estaban contagiadas. Otras 733 dieron positivo de anticuerpos de Covid 19, lo que significa que en algún momento cursaron la enfermedad.

 

El centro de testeos para docentes de La Rural.

 

El protocolo difundido por la Ciudad no hace referencia al personal no docente. ¿Cómo se procede en el caso de que hubiera un caso sospechoso o confirmado? Además de maestros, directivos y estudiantes, en las escuelas trabajan personas que se encargan del mantenimiento, de la limpieza y la seguridad, entre otras tareas. En estos casos, se procederá como con el resto: se deberá identificar -a partir de los efectores médicos- quiénes han sido contactos estrechos de estas personas, para entonces aislarlos.

Durante enero y algunos días de febrero, miles de chicos y chicas concurrieron a las colonias y a las escuelas de verano. Pudo haber sido una oportunidad para que las familias que hoy tienen dudas conozcan si hubo contagios y cómo se manejó la situación. Pero no lo fue.

El Gobierno porteño decidió no ofrecer los datos de qué pasó en las aulas y en las actividades deportivas. Pese a que este medio solicitó la información repetidas veces, no pudo saber cuántos contagios hubo, si los hubo, o si afectaron más a los chicos y las chicas o a los profesores y docentes. Tampoco informaron acerca de cómo funcionaron las burbujas o cómo se aplicaron los protocolos. El Ministerio de Educación, el de Salud, la Subsecretaría de Deportes y la Jefatura de Gobierno de la Ciudad no dieron detalles.

 

El Gobierno porteño no quiso informar si hubo contagios en las colonias de vacaciones que organiza o en la escuela de verano.

 

Los gremios se toparon con la misma situación. Y en estos días, desde la cuenta de Twitter de UTE Ctera (@utectera) los maestros fueron compartiendo fotos del estado en que encontraron a muchas escuelas después del receso de vacaciones: algunas aún en obra, otras sin agua, con falta evidente de limpieza, sin alcohol en gel ni jabón en los dispensers. Aún el viernes, muchos trabajadores y trabajadoras denunciaban la falta de elementos de higiene que garanticen los cuidados. O la imposibilidad de plasmar el distanciamiento social que se requiere en las aulas.

 

 

"Tuvimos conocimiento sobre casos positivos porque algunas personas se animaron a publicar en redes. Y nos enteramos también por radio pasillo. Lo que sí vimos es que todo fue muy desprolijo: burbujas que nunca fueron, porque en un mismo micro subían varias burbujas juntas. Lo mismo en las piletas, hasta 300 chicos y chicas de diferentes burbujas", , le contó a Clarín Ariel Sánchez, Secretario del Área Socioeducativa de UTE-Ctera.

Y agregó: "Nunca pudimos saber cuántos inscriptos hubo, tampoco cuántos docentes fueron contratados. Más allá de que a los contratados se les pagó muy mal. Arrancaron siendo dos turnos, pero como había muy pocos chicos, resolvieron hacer jornada completa, juntando burbujas de un día para el otro".

Aunque el Gobierno porteño confía en que los contagios en las escuelas no deberían "mover" la curva epidemiológica, queda por saber qué dirán los números en las próximas semanas y cuánto se pudo cumplir del protocolo de prevención.

 

 

 

 

fuente: clarin.com

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