La Unidad de Datos de Infobae calculó cuántas personas tienen el esquema de la vacuna rusa vencido y aún no recibieron el segundo componente.
En Argentina, hay 6.046.283 de personas esperando por la segunda dosis de la vacuna Sputnik V, cuyo componente es distinto del primero, y su aplicación es la que permite completa el esquema de inoculación.
Sin embargo, no hay aún precisiones oficiales sobre cuándo llegarán y el Gobierno sabe que es un tema de preocupación social. No solo eso, además, es un flanco ante la oposición de Juntos por el Cambio que ayer presentó un pedido de informes sobre el tema. Lo cierto es que desde el 1ro de abril a la fecha, solo arribaron 480.000 dosis del componente dos de la vacuna rusa.
La ministra de Salud, Carla Vizzotti, insistió ayer en que “las vacunas aplicadas no pierden su efecto. A medida que pasa el tiempo bajan los anticuerpos y desde un primer momento se dijo que nunca se pensó en dar una dosis sino que se van a completar todos los esquemas. Lo que se recomendó en muchos países del mundo es priorizar la primera dosis y diferir la segunda para alcanzar la mayor cantidad de personas posibles y disminuir las internaciones y fallecimientos”.
También descartó realizar una queja formal a Rusia por la demora en el componente 2. “No es que no envían las dosis porque no quieren, sino porque las está produciendo. Por más queja que hagamos, eso no va a cambiar. No se las están dando a otro país o las están acopiando. Nosotros tenemos que trabajar para que las vacunas que estén disponibles lleguen a la Argentina”, afirmó. Además, destacó el comienzo de la producción local de la Sputnik V en el Laboratorio Richmond.
Al cierre de esta nota, 14.840.605 personas recibieron al menos una dosis de una de las vacunas disponibles en el país contra el coronavirus. Es el 32% de la población, según se desprende del Monitor Público de Vacunación del Ministerio de Salud de la Nación que refleja el avance de la inoculación en el país día a día. Pero solo 3.751.112 personas recibieron la segunda, apenas el 8%.
Con relación a la vacuna rusa, ya se aplicaron 7.327.256 dosis del componente 1 y 1.280.973 del componente 2, según los datos del lunes de esta semana publicados en el dataset del Ministerio de Salud de la Nación. Eso significa que hay 6.046.283 de personas esperando por la segunda dosis.
El ritmo de llegada ha sido dispar. En los primeros 3 meses del año llegaron un total de 1.060.160 segundas dosis. Pero luego, por demoras en la producción del segundo componente en Rusia, se ralentizaron los envíos. Y, en los últimos tres meses, solo arribaron 480.000, es decir menos de la mitad de lo que llegó en el primer trimestre. A este último ritmo, se tardarían casi 3 años en inmunizar por completo a quienes aguardan por la segunda inoculación.
Vizzotti adelantó ayer en conferencia de prensa que esta semana llegará un vuelo de Rusia que traerá dosis del componente 2 de la Sputnik V, aunque aún no se sabe cuántas serán: “Vamos a seguir trayendo todas las dosis que se necesiten para completar todos los esquemas. La certeza es cuando nos informa el proveedor que están disponibles con el control de calidad y listas para retirar. La prioridad de Argentina es indiscutible. Cuando se fueron recibiendo las vacunas del componente 1 fue en manera escalonada, por lo tanto las vamos a seguir recibiendo de esa forma. No hace falta que lleguen cinco millones de dosis juntas porque los intervalos son por cómo se fueron iniciando los esquemas de vacunación”.
Tiempo vencido
Según el análisis de la Unidad de Datos de Infobae, en función de los arribos y aplicaciones que se realizaron antes del 23 de marzo, hay al menos 218.648 personas con el esquema vacunatorio de la Sputnik vencido, es decir, que recibieron la primera dosis hace más de 90 días, pero aún no recibieron la segunda.
Pero si se calcula la diferencia entre el total de segundas dosis arribadas con relación al total de las aplicadas, hay un remanente de 259.187 del segundo componente que figuran en el Monitor Público de Vacunación como no aplicadas aún. Esto se debe a que llegaron al país, hasta ahora, 1.540.160 segundas dosis y solo figuraban como aplicadas hasta ayer 1.280.973.
Sin embargo, desde el Ministerio de Salud de la Nación explicaron “son vacunas que están en las jurisdicciones terminando de ser aplicadas y que van a impactar en sistema próximamente”. Y precisaron que “del último lote C2 de 400.000 que llegaron el 8 de junio, ya se distribuyeron prácticamente todas a las jurisdicciones. Solo quedan 10.000 y están en distribución”. No precisaron la cifra de las personas que tienen vencido el plazo de aplicación del segundo componente de la Sputnik V.
Desde la Ciudad de Buenos Aires, en tanto, informaron a Infobae que hasta ayer 45.226 personas habían cumplido las 12 semanas, y que “al 30 de junio, van a ser 88.578 los que hayan cumplido los 84 días”. Esta cifra, no incluye las aplicaciones hechas por el PAMI y FATSA, ya que no dependen de la cartera de Salud porteña.
El titular de esa cartera, Fernán Quirós, anunció ayer que a partir de ahora la Ciudad pondrá el foco en aplicar las segundas dosis a quienes ya están vacunados, en lo que parece marcar un cambio de estrategia ante la preocupación de las autoridades sanitarias por la expansión de la variable Delta a nivel mundial.
Este medio consultó, asimismo, al Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires, pero desde esta cartera no detallaron la cantidad de bonaerenses que ya deberían haber recibido el segundo componente de la vacuna rusa.
Postergación de la segunda dosis
El 26 de marzo pasado, los 24 ministros de Salud del país tomaron la decisión de postergar un mínimo de tres meses la aplicación de la segunda dosis de las vacunas Sputnik V, Sinopharm y AstraZeneca, más allá del intervalo - en dos de los casos, menor - recomendado por sus fabricantes.
La decisión estuvo forzada por la falta de vacunas. Se buscó así inmunizar a la mayor cantidad de gente de los grupos prioritarios al menos con medio esquema, para hacer frente a la segunda ola de coronavirus y tratar de evitar una mayor cantidad de muertos. La vacunación no evita completamente la posibilidad de contagiarse, pero sí garantiza transitar en forma más leve la enfermedad y reduce drásticamente la mortalidad.
“La estrategia de diferir la segunda dosis establece un intervalo mínimo de 12 semanas entre la primera y la segunda. Implica, justamente, una distancia mínima que puede extenderse en razón de la disponibilidad de vacunas. No obstante, la Argentina ha realizado gestiones para procurar la llegada del componente 2 de vacunas Sputnik V”, habían señalado fuentes del Ministerio de Salud de la Nación ante la consulta de Infobae el mes pasado. Desde entonces, solo arribaron 480.000 segundos componentes de la vacuna rusa.
Las opiniones de los expertos están divididas respecto de la conveniencia de dilatar la aplicación de la segunda dosis más allá de cierto tiempo. El médico infectólogo Roberto Debbag, por ejemplo, sostuvo que “no es la opción más adecuada” pero “resulta imperioso hacerlo debido a la escasez de vacunas. Es decir, tomar el riesgo para vacunar más rápido a más personas”. Vicepresidente de la Sociedad Latinoamericana de Infectología Pediátrica, aseguró que “el cuerpo tiene memoria y aunque el momento de la segunda dosis sea más tarde se puede completar la cobertura”.
El segundo componente de la Sputnik V
La vacuna más aplicada en Argentina fue la proveniente de Rusia, ya que este país se convirtió en el principal proveedor en los casi seis meses transcurridos desde que empezó la inoculación. A Ezeiza llegaron 9.415.745 entre primeras y segundas dosis de Sputnik V, de los 20 millones originalmente acordados con el Instituto Gamaleya, que en abril se ampliaron a 30 millones.
La Sputnik V es la única vacuna que funciona con dos componentes distintos y por lo que para completar la inoculación, deben darse los dos.
Según el análisis realizado por la Unidad de Datos de Infobae, de las 1.540.160 segundas dosis que llegaron al país, solo quedan en stock del componente dos un total de 259.187. Este número surge de cruzar los datos de las que arribaron, con la información de las ya aplicadas que aparecen en la actualización del lunes pasado, en la base de datos abiertos que publica online la cartera que conduce Vizzotti.
El primer arribo del segundo componente de la Sputnik V fue el 16 de enero, cuando se recibieron 300.000 dosis. El 28 de ese mes llegaron 110.000 más. Recién tres semanas después, el 18 de febrero, otras 188.800 dosis aterrizaron en Ezeiza. El 2 de marzo llegaron 211.360; el 26, otras 200.000, y el 30 de marzo, 50.000. Luego el 26 de mayo arribaron y el último envío del 8 de junio, de 400.000.
Si bien el Instituto Gamaleya había recomendado la segunda aplicación de la Sputnik V entre los 21 y los 28 días, aseguraron que el intervalo entre las dos aplicaciones podría extenderse hasta un máximo de dos meses. No hicieron referencia a extender el intervalo a tres meses o más. Esta vacuna tiene a su favor la alta efectividad de inmunización con la primera dosis, de alrededor del 90%, y superior al 97% con las dos, según las autoridades rusas.
La mayoría de los que tienen las dos dosis de la Sputnik V aplicadas corresponden al personal de salud, el primer grupo que se priorizó al comienzo del plan de inmunización, cuando solo había llegado la vacuna rusa al país.
Esta situación de cuello de botella con su fabricación generó que Moscú autorizara a principios de este mes, la “Sputnik light”, la vacuna monocomponente contra el COVID-19. Según las autoridades rusas y el Instituto Gamaleya, ayudará a prevenir la propagación del coronavirus mediante una inmunización más rápida de grandes grupos de población, con una eficacia cercana al 80%, además de mantener una alta inmunidad en las personas que han padecido la enfermedad.
Ni la Sputnik V, ni la versión Light fueron hasta ahora aprobadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) o la Agencia Europea del Medicamento (EMA). Hasta el momento la OMS incluyó a la lista de uso en emergencias para todos los países las vacunas de Pfizer-BioNTech, Johnson & Johnson, Moderna, AstraZeneca, y Sinopharm. Estas últimas dos son las otras vacunas disponibles hasta ahora en Argentina.
Las segundas dosis de las otras vacunas
Además de los 6.046.283 de personas que esperan por la segunda dosis de la vacuna rusa, hay 4.522.798 que aguardan por la segunda dosis de Astrazeneca y 241.640 por la segunda dosis de la Sinopharm.
Según confirmaron desde la administración porteña, en la Ciudad de Buenos Aires, suman 52.800 las personas que ayer habían cumplido el plazo de 56 días para la segunda aplicación de AstraZeneca. Al 30 de junio serán 63.345, si no ingresan en la próxima semana nuevas dosis.
En cuanto a la Sinopharm, 3.768 ya cumplieron los 21 días recomendados. A fin de mes, serán 3.832 los que tendrán vencido el plazo para la segunda aplicación.
“A partir de ahora, el esfuerzo estará destinado a completar esquemas de vacunación. Vamos a intensificar la campaña con la primera dosis hasta 40 años y luego el esfuerzo y foco estará puesto en completar las segundas dosis de los que ya están vacunados”, aseguró Quirós. “La variante Delta va a llegar a la Argentina. Sabemos que para estar mejor protegidos necesitamos tener los esquemas completos, por eso el esfuerzo es demorar lo más posible su ingreso y progresar en la campaña de vacunación”, agregó.
¿Cómo se procesó la información?
La Unidad de Datos de Infobae lleva un registro de los arribos de vacunas conforme su procedencia y tipo. En el caso de la vacuna rusa, se discrimina por tipo de dosis: 1 y 2. Con estos datos podemos establecer el stock que Nación dispone de cada tipo de dosis.
Por otro lado, el Ministerio de Salud de la Nación actualiza diariamente una base de datos en la que comparte información sobre cada dosis aplicada.
Cruzando la información de las vacunas arribadas contra las aplicadas, se estableció para cada tipo de vacuna la cantidad de personas que están aguardando la colocación de la segunda dosis.