El Presidente hizo referencia a las diferencias que lo distancian de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner. "Hay cosas en las que no comparto su mirada", dijo.
El presidente Alberto Fernández se refirió este martes a las diferencias que mantiene con la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner y en el marco de su gira en España sostuvo: "Respeto lo que dice, pero pido que respeten lo que digo yo".
"Tengo un enorme respeto por Cristina. Ella representa en la historia algo significativo, y en el presente es líder de un espacio importante. Pero hay cosas en las que no comparto su mirada. Además he sido públicamente crítico con su gestión de gobierno. Todo el mundo sabe que tengo una mirada diferente. Respeto lo que dice, pero pido que respeten lo que digo yo", sostuvo el mandatario, en una entrevista con el diario El País de España.
El jefe de Estado también se refirió a las críticas recibidas el pasado viernes por parte de la titular del Senado, durante una clase magistral que dio en la Universidad Nacional del Chaco Austral (Uncaus), en las que Cristina sostuvo que el Frente de Todos no estaba "haciendo honor" a la confianza de sus votantes. "Creo que (la de Cristina) es una mirada parcial, absolutamente económica, que desatiende todo los que nos tocó pasar en el medio. Vivimos una pandemia, una tragedia que la humanidad vive muy de tanto en tanto, que se ha llevado 6 millones de vidas en el mundo, más de 100.000 argentinos. Y con todo, logramos que ningún argentino se quedara sin la atención médica que necesitaba".
En este sentido, Alberto Fernández llamó a "mirar el futuro y dejar de discutir el pasado". "El pasado nos sirve para tener memoria, pero mi mirada la tengo en el futuro, y creo que la mayoría de los argentinos también. Cuando alguien dice que nuestros votantes pueden estar decepcionados con nosotros, creo que nuestros votantes son conscientes de que tuvimos que enfrentar una pandemia con un sistema de salud quebrado por Macri, y lo hicimos bastante bien. Logramos una inmunidad de las más altas del mundo. Nuestro votante, que vive esa realidad, entiende las dificultades", explicó.
Con respecto a la interna en la coalición gobernante, el Presidente agregó: "El 17 de noviembre pasado la plaza se llenó, y yo tuve que hablar ante decenas de miles de compañeros. Les dije que proponía que en nuestro espacio político se abra un gran debate. Les proponía que no se acallara ninguna voz, y que debía ser resuelto por la gente en primarias abiertas y obligatorias como existen en Argentina. En ese momento me criticaron mucho. Veo con alegría ahora que ese debate es bienvenido".
Sin embargo, adelantó que no está "pensando en 2023". "Estoy pensando en qué puedo hacer para que esta guerra se termine. Para 2023 falta mucho tiempo. En Argentina el reloj corre de otro modo", aclaró.
Ante una pregunta del periodista español sobre quién manda en la Argentina, Fernández respondió contundente: "El presidente de la Nación es quien manda en Argentina". "Desde 2019 decían que yo sería una títere de ella. Pero la verdad es que yo tomo las decisiones. Eso no quiere decir que no escuche a Cristina, que desprecie su opinión. Pero la decisión la tomo yo. Y llevó mucho tiempo que se den cuenta de que yo estoy gobernando. Los debates que propongo son en este tono de voz, no necesito gestos grandilocuentes ni insultos ni maltratos", continuó.
Alberto Fernández también ratificó su apoyo al ministro de Economía, Martín Guzmán, uno de los funcionarios más criticados por el sector que apoya a la vicepresidenta. "Detesto la idea de la ratificación. Nunca fue puesto en duda. Martín es el ministro que hizo frente a las deudas privadas y con el FMI, que nos hizo crecer al 10,3%, que bajó la desocupación de 13% a 7%", indicó.
Por otro lado, el mandatario también descartó un intento de desestabilización dentro de su propia fuerza. "No creo que en Argentina nadie esté seriamente pensando en un proceso de desestabilización después de todo lo que hemos vivido. Eso también es una creación intelectual de muchos medios. Los Gobiernos no son propiedad de nadie, son de los pueblos. Yo soy un mandatario, que cumple órdenes de un mandante que es el pueblo", puntualizó.
Hacia el final de la entrevista, Fernández se permitió una autocrítica. "Seguramente tendremos cosas que habremos hecho mal, pero al día 99 de Gobierno se desató la pandemia y teníamos un sistema de salud destruido. Eso demandó esfuerzo. Durante más de un año subsidiamos el empleo privado. Por eso fuimos uno de los países del mundo que menos trabajo formal perdió. Lo que sí pasó es que hubo un gran desánimo en la gente, un martilleo permanente de algunos medios", evaluó.
Por último, ante una pregunta del medio españo sobre si buscará su reelección en 2023, el Presidente expresó sin responder de forma directa: "Puse en valor cosas que se habían dejado de lado. En la Argentina del presente no hay nadie perseguido, no hay jueces visitados por espías para perseguir a alguien, no hay teléfonos pinchados de opositores ni de nadie. La inteligencia funciona para saber los riesgos de Argentina en terrorismo o narcotráfico. La libertad de prensa es absoluta, cada uno dice lo que se le da la gana, hasta barrabasadas. Eso tal vez no se ponga en valor todavía por el problema económico, pero se logró".
"¿Argentina tiene arreglo?", cuestionó el periodista. "Por supuesto. Argentina, con la cantidad que tiene y proyecta tener, va a ser de los más importantes proveedores de energía del mundo. Eso puede resolver el problema de los dólares. Tenemos 10 años por delante muy buenos. Pero tenemos que hacerlo bien. Nadie puede vivir con déficit permanente. Eso hay que corregirlo", concluyó Alberto Fernández.