Una nueva protesta de Raúl Castells y su agrupación se está llevando a cabo en la ahora Secretaría de Trabajo, en la calle Alem al 600. Esta vez con la particularidad de que no se está cortando la calle sino que se está desarrollando sobre la vereda.

Los manifestantes piden alimentos para la navidad y refuerzo para comedores y merenderos.

Amenos de 48 horas del inicio de gestión, el gobierno de Javier Milei enfrenta la primera protesta en las calles. El Movimiento Izquierda Juventud Dignidad (MIJD), encabezado por el histórico piquetero Raúl Castells, se concentra en la puerta del exministerio de Trabajo –hoy degradado en secretaría- con un reclamo: llevar el salario mínimo vital y móvil a 350 mil pesos, lo que implicaría una suba en los planes sociales atados a esa fórmula. Surge una novedad de la protesta: la avenida Alem al 600 no se bloqueó y los manifestantes, que no superanan el centenar, se desplegaron solo en la vereda, sin cortar la circulación de los autos.

La protesta duró hasta que un incendio en el edificio de al lado de la secretaría de Trabajo obligó a los manifestantes a dejar la zona. Tras el incendio, se desplazaron a las puertas de la Casa Rosada, en Balcarce 50.

“Lo que va en los últimos 30 días los aumentos están entre el 50 y 100%”, señaló Castells frente a la cartera que hoy se encuentra bajo la órbita del nuevo superministerio de Capital Humano, a cargo de Sandra Pettovello. “Nosotros pedimos una delegación de 8, ellos plantearon una de tres y nosotros hemos planteado un intermedio de cinco. Ahora nos van a contestar”, precisó el piquetero en alusión a las negociaciones. Se trata del primer desafío para el gobierno de Milei, quien advirtió en su discurso inaugural anunció que “el que corta la calle no cobra”. Algo que fue reforzado esta mañana por el vocero presidencial, Manuel Adorni, en su segunda conferencia de prensa ante la pregunta de un periodista sobre la conflictividad social en las calles. “Dentro de la ley todo, fuera de la ley nada”, respondió.

Raul Castells encabeza la marcha de MIJD al Ministerio de Trabajo

“Estamos pidiendo que se abran las paritarias en todos los gremios. Porque es tal el aumento de los precios, en la comida en particular, [que] obliga a que haya que corregir los salarios, los planes y la jubilación. Hasta ahora la única libertad que se ha visto es la libertad de aumentar los precios como se les cante a los 20 grupos empresarios y a los dos hipermercados que manejan el 70% de la comercialización en este país”, añadió Castells. “Faltan 12 días para la noche buena y la navidad, en estas condiciones, le doy mi palabra de honor, para 25 millones de personas de este país no hay posibilidad de que se arme una mesa con comida para pasar la fiesta”, dijo el dirigente social.

En la antesala de las elecciones de noviembre que consagraron a Javier Milei como presidente, el exministro y ex candidato de Uniòn por la Patria, Sergio Massa anunció el traspaso de la administración de los planes sociales del ministerio de Desarrollo Social a la hoy secretaría de Trabajo con la intención de acercar los programas sociales al mundo del empleo. La principal novedad, además del traslado, fue la obligatoriedad de una capacitación laboral para los beneficiarios del Potenciar Trabajo.

Como el Presidente ratificó el traslado, la agrupación de Castells se dirigió a la sede ubicada en la Avenida Leandro Alem. Hoy la gestión de los programas sociales estará a cargo de Pablo de la Torre, hermano del exintendente de San Miguel, Joaquín de la Torre.

Para el 20 de diciembre, la Unidad Piquetera, un frente de izquierda que agrupa a un sinfín de movimientos sociales, planea una movilización en reclamo de un bono de fin de año, una demanda que arrastran desde principio de mes. “Vamos a salir”, le dijo a este medio, Eduardo Belliboni, referente del Polo Obrero, la principal agrupación del frente piquetero.

Castells, un piquetero de los 90

El MIJD fue fundado por Castells y su esposa Nina Pelozo a mediados de los 90. Desde allí, el líder piquetero comenzó a ganar popularidad al irrumpir con frecuencia en el centro de la escena pública. De perfil combativo y siempre ligado a la controversia, Castells adoptó a lo largo de los años distintas formas de protesta muchas de las cuales acabaron con tomas de dependencias públicas, sedes de empresas, cortes de rutas o huelgas de hambre.

Uno de los episodios más recordados, que lo tuvo como artífice intelectual y que le dio notoriedad pública definitiva, fue la toma de un local de la cadena de comidas rápidas de la firma Mc Donald´s en el microcentro de la ciudad porteña. Fue en diciembre de 2004. El movimiento piquetero reclamaba la entrega de 50 mil combos para “chicos carenciados”.

Su última aparición pública se dio hace unos meses, cuando se atribuyó ser el responsable detrás de la ola de saqueos que sacudieron el clima social en agosto. Le valió una denuncia por instigación a cometer robos.