Durante la sesión preparatoria, el diputado que presidía la Cámara lanzó comentarios inapropiados sobre sus colegas que se filtraron al aire. Al intentar defenderse, culpó a la "inteligencia artificial" en un descargo insólito.
Lectura exprés
- ¿Qué sucedió?
El diputado Gerardo Chipolini hizo comentarios sexistas creyendo que su micrófono estaba apagado. - ¿Quiénes son los protagonistas?
El legislador chaqueño de la UCR (82 años) y sus colegas diputadas. - ¿Cuándo ocurrió?
Durante la reciente sesión de jura de nuevos diputados en el Congreso. - ¿Dónde fue?
En el recinto de la Cámara de Diputados de la Nación. - ¿Cómo se produjo?
Al presidir la sesión por ser el decano, sus frases sobre el físico de las legisladoras salieron al aire. - ¿Por qué es importante?
Generó repudio por el machismo explícito y sorpresa por su extraña justificación técnica. - ¿Qué consecuencias hay?
El hecho se viralizó rápidamente y recibió críticas en el propio recinto, como la de Cecilia Moreau.
La jornada de jura en la Cámara de Diputados, que debía ser un acto protocolar con la presencia del presidente Javier Milei y su hermana Karina para celebrar la consolidación de la primera minoría oficialista, terminó opacada por un episodio bochornoso. El protagonista inesperado fue Gerardo Chipolini, diputado de la Unión Cívica Radical (UCR) por Chaco, quien protagonizó un verdadero "papelón nacional" debido a un micrófono abierto.
El "decano" y los comentarios filtrados
Chipolini, de 82 años, tuvo la responsabilidad de presidir provisionalmente la sesión por ser el legislador de mayor edad (decano) presente, mientras se formalizaba la reelección de Martín Menem como presidente del cuerpo. Sin embargo, lejos de la sobriedad que el rol requería, el diputado olvidó que su micrófono estaba encendido y lanzó frases sobre la apariencia física de las legisladoras que pasaban a jurar.
Entre los audios que se filtraron claramente en la transmisión oficial y que rápidamente se viralizaron, se escucharon expresiones como: "Qué buena que está la peruca", "Qué linda" y otras valoraciones sobre los cuerpos de sus colegas. Estos dichos no pasaron desapercibidos ni para los presentes ni para quienes seguían la sesión por televisión y redes sociales.
La reacción y la insólita defensa
El murmullo y la incomodidad crecieron en el recinto. La diputada Cecilia Moreau fue una de las encargadas de visibilizar el malestar, señalando que los medios ya estaban replicando los comentarios "lividinosos" del presidente provisional sobre tres diputadas distintas. "Es un papelón, una actitud babosa que atrasa", se comentó en los pasillos y análisis posteriores.
Pero lo más sorprendente llegó cuando Chipolini intentó defenderse. Lejos de pedir disculpas llanas por un exabrupto, el legislador chaqueño ensayó una justificación que rozó el absurdo, culpando a los avances tecnológicos:
"La tecnología ha avanzado a límites casi inconscientes, de tal manera que por ahí uno sale diciendo cosas que no ha dicho. No voy a pedir perdón de algo que no he dicho de ninguna manera... soy un hombre grande, tengo hijas, tengo nietas".
Con estas palabras, Chipolini sugirió que la inteligencia artificial o una falla técnica habían "inventado" sus palabras, negando la autoría de los audios que todos habían escuchado en tiempo real. Esta defensa provocó aún más incredulidad, interpretándose como una negativa a asumir la responsabilidad por una conducta machista que, según analistas, refleja una "estructura mental que atrasa" y que reduce a las mujeres en política a su aspecto físico.

