Jura y seis años más de unicato. CFK, un pronunciamiento en caliente y un silencio frío. Lula da Silva, Boric, Pepe Mujica y una lección para el progresismo.
La tercera jura de Nicolás Maduro convirtió a Venezuela en tema dominante tanto de política internacional como doméstica, separando aguas aun cuando los resultados económicos, democrático-institucionales y de respeto a los derechos humanos de su gestión son tan lamentables. ¿Qué explica el silencio de Cristina Fernández de Kirchner y el grueso del peronismo?
El asunto es relevante porque el kirchnerismo sigue sin caer en la cuenta de lo caro que le ha salido desde hace al menos diez años tratar con mano de seda a un régimen con el que, en los hechos, ha tenido muy poco que ver. La distancia entre Caracas y las Buenos Aires de CFK fue tan grande como la que media entre un proceso revolucionario y otro suavemente reformista.
Abruma el silencio cristinista-camporista frente a la evidencia de violaciones sistemáticas de los derechos humanos; una elección –la del 28 de julio último– cuyo resultado se anunció de prepo, sin la presentación de la más mínima evidencia documental; el acoso, en abierta violación de la Convención de Viena, a la embajada argentina en esa capital; el rechazo del chavismo-madurismo a conceder salvoconductos a los cinco opositores allí refugiados; la proscripción judicial de cuanto dirigente se anime a desafiar al oficialismo, y hasta el encarcelamiento grave e irregular –sin cargos precisos, derecho de defensa ni asistencia consular– de un compatriota, el gendarme Nahuel Gallo.
Cristina Fernández de Kirchner y el enigma del silencio
¿Por qué ese silencio? ¿Tan grande es el peso de las antiguas lealtades y relaciones? ¿Qué explica que le regale la bandera de la democracia y los derechos humanos a una ultraderecha que es pura impostura?
La expresidenta se refirió a la cuestión seis días después de aquellos comicios, cuando, en tono alto, dijo: "Pido, pero no solamente por el pueblo venezolano, por la oposición, por la democracia, por el propio legado de Hugo Chávez, que se publiquen las actas". Sin embargo, de inmediato postuló que no hay en ese país "ni diablos ni ángeles" e ironizó sobre la presencia de la líder opositora, María Corina Machado, en una manifestación –"afortunadamente ha tenido poco tiempo de clandestinidad", dijo, como si no sobraran en Venezuela dirigentes presos, proscriptos por el poder judicial y exiliados–. Desde entonces ha guardado absoluto silencio.
"Hugo Chávez":
— ¿Por qué es tendencia? (@porquetendencia) August 3, 2024
Por las declaraciones de Cristina Kirchner sobre las elecciones de Venezuela pic.twitter.com/5tASJi3KO9
Se entiende que Machado no cautive al progresismo. Su fenómeno como líder indiscutida del antichavismo se produjo por decantación y por tenerla como última sobreviviente de un pertinaz ejercicio oficial de encarcelamientos, proscripciones y exilios forzados. Ella, por años marginal por haber sido la más recalcitrante cuando el voto todavía era una opción, es quien ha quedado sobre el tablero, pero su ideología ultraconservadora es una anécdota en el actual contexto.
Nicolás Maduro, ante el repudio internacional
Según señala un informe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), desde los comicios del escándalo: "La violencia aumentó en respuesta a las protestas de rechazo al fraude electoral. Alrededor de 300 manifestaciones espontáneas fueron reprimidas por las fuerzas del régimen y grupos civiles de choque. La 'Operación Tun Tun' resultó en al menos 25 muertes, más de 2.000 detenciones arbitrarias, desapariciones forzadas, torturas y otras graves violaciones a los derechos humanos. Las fuerzas de seguridad también llevaron a cabo allanamientos sin orden judicial y detenciones masivas, además de recurrir a actos de violencia sistemática contra personas manifestantes".
¿No gusta la CIDH porque es parte de la Organización de Estados Americanos (OEA), muy dependiente de los Estados Unidos bajo la mano de Luis Almagro? En tal caso, vale remitirse al informe elaborado en 2019 por la entonces alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos Michelle Bachelet, que dio cuenta de "ataques contra reales o aparentes opositores y defensores de derechos humanos, que van desde amenazas y campañas de desprestigio hasta detenciones arbitrarias, torturas y malos tratos, violencia sexual, asesinatos y desapariciones forzadas".
La condena de Michelle Bachelet
Dicho informe también dio cuenta del uso de "fuerza excesiva y letal (…) contra los manifestantes (…), uso excesivo de la fuerza en el contexto de las operaciones de seguridad por parte de las Fuerzas de Acción Especial, con múltiples asesinatos, principalmente de hombres jóvenes. Muchos pueden constituir ejecuciones extrajudiciales".
"Hay un patrón de informes de tortura en Venezuela en el contexto de la detención arbitraria", añadió.
El texto, que provocó uno de los primeros cismas visibles entre Alberto Fernández –que ordenó a la Cancillería votar a favor del informe– y La Cámpora y otros sectores del cristinismo, experimentó actualizaciones en 2020 y 2022, con reportes de algunas mejoras, pero que no modificaron el estado general.
#HRC45 adopts by vote a resolution on #HumanRights in the Bolivarian Republic of #Venezuela, extending the mandate of the #FFMVenezuela by 2 years, requesting the FFM to present oral updates at #HRC46 & #HRC49, prepare reports for #HRC48 & #HRC52, & transmit all reports to #UNGA pic.twitter.com/CaaNSx6D6F
— UN Human Rights Council (@UN_HRC) October 6, 2020
Dentro de la ancha avenida del panperonismo hay excepciones, claro. Es conocida la postura adversa al chavismo de Sergio Massa y hay que mencionar la reciente gestión de Juan Grabois –a través del exembajador Oscar Laborde, motivo de una agresiva reacción de Patricia Bullrich– para establecer un canal de contacto entre el gendarme y su familia.
Oscar Laborde -ex embajador argentino en Venezuela, ex presidente del Parlasur- envió una carta de la familia del gendarme Nahuel Gallo mediante sus relaciones del poder judicial de Venezuela a raíz de un pedido mío. Fue una de las tantas personas que contacté para esto y el…
— Juan Grabois (@JuanGrabois) December 26, 2024
"No me corresponde decir nada sobre las circunstancias del caso ni manifestar posiciones personales sobre Venezuela. Si hablo, si adjetivo, luego no pudo ayudar. En todo caso, voy a decirlas cuando Nahuel esté en casa", dijo.
Algo equivalente podría decirse de la gran referencia de Grabois, el papa Francisco, quien viene de reclamar "el respeto a la vida, la dignidad y los derechos de cada persona, incluidos los de quienes han sido arrestados a causa de los sucesos de los últimos meses".
"Pienso en Venezuela y a la grave crisis política en la que se debate, esta podrá ser superada solo con la adhesión sincera a los valores de la verdad, la justicia y la libertad": Papa Francisco @Pontifex_es pic.twitter.com/shbUggs3l3
— EmiAtlantico (@AtlanticoEmi) January 9, 2025