Oreanna Myers, de 25 años, dejó una serie de notas luego del crimen en el que pedía disculpas por el hecho y, como padecía depresión, también solicitaba que no se menospreciara el tema de la salud mental.
Una mujer de 25 años del estado de Virginia Occidental, en los Estados Unidos, mató a tiros a sus cinco hijos, prendió fuego su casa y luego se suicidó. El horroroso hecho sucedió el 8 de diciembre pasado, pero las autoridades locales lo dieron a conocer en la última semana. La joven, que padecía depresión, dejó una serie de cartas para “disculparse” por el crimen, en las que, entre otras cosas, escribió: “Mis demonios me ganaron”.
Fue el jueves pasado cuando Bruce Loan, jefe policial del condado de Greenbier, en Virginia Occidental, resumió los resultados de la investigación de este quíntuple crimen y posterior suicidio. Según la información suministrada por el oficial, la mujer que ejecutó con disparos de escopeta 4/10 a los cinco niños -tres de ellos, sus hijos y dos, hijastros- fue identificada como Oreanna Atoinette Myers, de 25 años.
Luego de la masacre, la mujer incendió la casa de dos plantas ubicada en la localidad de Williamsburg, salió de la vivienda y se disparó. Su cuerpo fue encontrado cerca de una mesa de pícnic, y la escopeta yacía a su lado, siempre de acuerdo al informe policial consignado en el medio local West Virginia Metro News.
Los niños fueron identificados como Shaun Dawson Bumgarner, de 7 años, Riley James Bumgarner, de 6, Kian Myers, de 4, Aarikyle Nova Myers, de 3, y Haiken Jirachi Myers, de 1.
Las dos víctimas mayores eran hijos del primer matrimonio del marido de Myers, Brian Bumgarner, que en el momento del crimen no se encontraba en la casa. La familia había tenido problemas con su vehículo por un accidente, y el hombre estaba los días de semana en la casa de unos parientes, que se encontraba más cerca de su trabajó, explicó el sheriff Loan.
La autoridad policial también comunicó que el fin de semana previo al crimen intercambiaron mensajes, donde ella le reclamaba a él que no se fuera de la casa. Se vieron por última vez el 6 de diciembre. Y luego de ello, Myers escribió a su marido: “El dinero vendrá y se irá, pero una vez que yo me vaya, no habrá quien me reemplace. Ruego y lloro por ayuda, pero nunca la consigo. Es mi salud mental la que necesita ser atendida -ayudame-. ¡Ya no me importa más!”.
Cerca de la escena del crimen, específicamente en el auto de la familia, la policía encontró una serie de notas que había escrito Myers para “disculparse” y dejar sus mensajes finales a sus familiares y a su marido. Las cartas estaban en una bolsa de plástico pegada con cinta adhesiva a uno de los espejos retrovisores del vehículo.
Las notas principales eran tres. Todas habían sido tituladas por Myers y cada una de ellas tenía mensajes escalofriantes, pero también marcaban la necesidad de que los problemas de salud mental se trataran con rigor y no se menospreciaran.
El contenido de las notas de Myers
En el primer escrito, titulado “A quién encuentre esto primero”, la mujer lamentaba que “los demonios” le hubieran ganado y también el hecho de no haber sido “lo suficientemente fuerte” para evitarlo. Así lo expresaba:“A quien encuentre esto primero, deberá llamar a Brian Bumgarner. Él es esposo y padre. Deberá llamar a Raven, porque es la madre de Shaun y Riley (los dos niños mayores asesinados). Si alguien pudiera llamar a mi madre. Díganle que lo siento, esto no es culpa de nadie más que mía. Mis demonios me ganaron y no hay vuelta atrás. Lo siento, no fui lo suficientemente fuerte. Gracias, OAM (iniciales de Orianna Antoinette Myers)“.
En la segunda nota, titulada “Mi confesión”, Myers se hacía cargo de su crimen, y pedía “disculpas” por él. Señalaba también que la “salud mental” no es “para tomar a la ligera”. El texto hallado por la policía decía lo siguiente:
“Les disparé a todos los chicos en la cabeza. Prendí fuego a la casa. Me disparé en la cabeza. Lo siento. La salud mental es grave. Espero que algún día alguien ayude a otros como yo. La salud mental no es para bromear o tomarse a la ligera. Cuando alguien suplica, suplica y clama por ayuda, por favor, ayúdenlo. Podría salvar una o más vidas. Gracias, OAM“.
Junto las notas, la policía halló también el testamento de la mujer, pero no fue leído a la prensa por la policía por tratarse de algo privado. Lo que sí informó Sloan fue que la nota llevaba una huella digital impresa aparentemente con sangre al lado de las iniciales de Myers.
Y finalmente, entre los textos hallados apareció el que la mujer dirigió a su marido. Quizás el más estremecedor de todos.
“Lo siento mucho, Brian -señalaba el mensaje-. No fui lo suficientemente fuerte para vos o esta familia. No fui lo suficientemente fuerte para luchar contra estos demonios. Chasquido. Crujido. Explosión. Muy deprimida. El corazón entumecido. El alma por completo destrozada. Lamento haberte fallado a vos y a nuestros hermosos niños. Siento mucho no haber sido lo suficientemente fuerte”.
Otro detalle que trascendió fue que el día del crimen, Myers fue vista por testigos cerca de su casa, con una capucha sobre su cabeza y una línea roja que atravesaba su rostro por debajo de sus ojos. Los que la vieron fueron unos niños que esperaban el colectivo en una parada próxima a la vivienda que sería incendiada esa misma jornada, unas horas más tarde.
El sheriff Sloan concluyó que el crimen estaba resuelto. “Obviamente, no podemos determinar por qué Oreanna Myers eligió terminar con la vida de cinco niños y luego quitarse la suya propia. Sin embargo, a través de todos los hechos y pruebas obtenidas durante esta investigación y toda la información que se obtuvo, pudimos saber que esto ocurrió el 8 de diciembre de 2020 en el 611 de la calle Flynns Creek Road “, dijo.