El Presidente tiene bajo consideración un Decreto de Necesidad de Urgencia (DNU) que reduce aún más la frecuencia de los vuelos al exterior, impone mayores controles en los pasos fronterizos informales y establece un exhaustivo seguimiento de los argentinos que regresan al país.
Alberto Fernández firmará cuanto antes un nuevo Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) que despliega su nueva estrategia sanitaria destinada a aplacar los efectos devastadores de la segunda ola del COVID-19. El presidente apunta a desalentar el turismo, reducir aún más la frecuencia de los vuelos al exterior, controlar con mayor rigurosidad a los argentinos que están bajo cuarentena tras regresar al país y minimizar los cruces informales en las fronteras con Brasil y Bolivia estableciendo una mayor presencia de la Gendarmería y la Prefectura.
“El mayor objetivo es desalentar el turismo y dejar los vuelos al exterior en un mínimo indispensable”, adelantó el Presidente cuando fue consultado en Olivos.
Alberto Fernández espera para esta semana una nueva partida de vacunas desde Moscú -el vuelo salió en la madrugada- y aguarda que desde China lleguen 3 millones de dosis de Sinopharm que aún no se pueden aplicar a los grupos de riesgo de mayores de 60 años. En jefatura de Gabinete aseguran que la ANMAT autorizará esa aplicación antes que concluya marzo.
“1. El virus se multiplica más fácilmente en los adultos mayores por tener éstos un sistema inmune debilitado. El ARN (“la maquinaria de multiplicación viral”) del SARS-CoV-2 es defectuoso, por lo que al multiplicarse el virus tiene muchos “errores de replicación” (mutaciones), con posibilidades significativamente mayores de que se originen nuevas variantes (potencialmente más contagiosas /mortales). Similarmente sucedería en otros organismos con sistema inmune debilitados, como las personas con preexistencias /discapacidades. Esto sucedió en Kent, cuando el 20 de setiembre surgió la Variante Británica (B.117) en un adulto mayor con sistema inmune frágil. De esto se desprende que es ésta población la que debe privilegiarse con la vacuna (además del personal de salud de 1ra línea). Las personas más jóvenes de contagiarse tendrían significativamente menos probabilidad de originar una variante (Cepa) nueva, pues el sistema inmune es, en éstos, naturalmente fuerte.
2. La variante surgida en Manaos se caracteriza por la mutación E484K, que hace al virus más agresivo y más contagioso. Un hecho importante es que las vacunas actuales no son muy eficaces contra E484K (se están modificando para cubrir las variantes con esta mutación, y Oxford-AstraZeneca estaría modificada en octubre). Esta variante ha surgido también espontáneamente en Sudáfrica, Nueva York y Bristol. Esto hace pensar que la adquisición de la mutación E484K podría ser la evolución natural del virus. De ahí, que la misma podría surgir espontáneamente en cualquier lado, en caso de contagios en población de riesgo.
3. Los conceptos arriba comentados (1 y 2) dan sustento a la necesidad de adaptar las prácticas de vacunación en Argentina: privilegiar la vacunación a adultos mayores, personas con preexistencias, discapacitados, sus cuidadores y personal de salud de 1ra línea.
4. En pleno conocimiento de la necesidad de vacunas en Argentina, y con la experiencia del Reino Unido, es que me permito sugerir planificar la vacunación con un intervalo de 3 meses entre ambas dosis. En el Reino Unido se comprobó que la eficacia del intervalo de 3 meses entre ambas dosis, ya que a los 22 días de la primera dosis se obtuvo el 76% de inmunidad, la que se mantuvo durante los 3 meses.
5. A fines de diciembre, cuando se aprobó aquí la vacuna de Oxford AstraZeneca, Matt Hancock (secretario de Salud) indico que se privilegiaría vacunar a la mayor cantidad posible con 1 dosis, comenzando con los mayores de 80 años. Así en 2 meses se vacunaron 24 millones, la mayoría con 1 dosis, y los casos se redujeron significativamente más del 80%”.
La presentación de Sharon Peackock es clave para entender la próxima estrategia sanitaria que ejecutará el Gobierno. Se analiza aplicar una sola dosis de Sputnik V, y eso implica que la Casa Rosada pedirá al Fondo Ruso de Inversión Directa que privilegie el envío del componente número 1, sin descuidar a los vacunados que esperan para la próxima semana aplicarse el componente 2 para cerrar el ciclo inmunológico.
En este contexto, la embajada de Argentina en China también exigió a la empresa Sinopharm los últimos informes técnicos para remitir sin demora a la ANMAT. La vacuna Sinopharm consta de dos dosis similares, pero aún no fue aprobada para su aplicación en mayores de 60 años. Si la información llega desde Beijing, y la ANMAT anuncia la autorización técnica, la vacuna china puede desplegarse como explicó la doctora Peackock al premier inglés Johnson.
Al margen de la instrumentación de las vacunas que lleguen a Buenos Aires, el Presidente está alarmado por los estragos que puede cometer la cepa Manaos del COVID-19. Alberto Fernández leyó con detalle los argumentos de Peackock y a partir de allí ordenó que se diseñe un mecanismo de prevención y de control que tiene como eje enfrentar una probable segunda ola de la pandemia.
Ese mecanismo de prevención y control, que se instrumentará con un DNU, establecería las siguientes disposiciones:
1. Todos los turistas argentinos que regresen al país pasarán la cuarentena en hoteles que correrán por su cuenta. Es decir: si salís de vacaciones, pagas la cuarentena, como sucede actualmente en Canadá.
2. El turista que regresa también se hace cargo del costo del hisopado.
3. Habrá un minucioso control del turista en cuarentena a través del cruce de información y de la colaboración entre las fuerzas de seguridad de la Nación y las provincias.
4. Se reducirán al mínimo las frecuencias de vuelos al exterior.
5. Gendarmería Nacional y las fuerzas de seguridad provinciales controlará el flujo informal en las fronteras argentinas con Bolivia y Brasil.
Santiago Cafiero, jefe de Gabinete, Eduardo “Wado” de Pedro, ministro del Interior, Carla Vizzotti, y Vilma Ibarra, secretaria Legal y Técnica, trabajan contra reloj para preparar el DNU que establecerá una nueva estrategia del Gobierno frente a la posible segunda ola del COVID-19.