Harta de que la roben, se desahogó desde su cuenta de Facebook con una carta abierta a los delincuentes. Luego contó su experiencia en los medios.
En declaraciones radiales, relató: “Vi las rejas que había puesto porque 15 días atrás habían entrado a robar, la puerta forzada y se me caían las lágrimas”. Luego agregó: “Ese odio no tiene sentido y no voy a solucionar nada, me dije. Que aprendan, sé que la vida de ellos debe ser una mierda".
Irónica, Verónica les habla a los “queridos pibes chorros” y les explica si situación: "Les pido disculpas, pero ya no voy a poder comprar otra tele porque llegué al límite de cuotas permitidas. Por eso ni se gasten en forzar puertas y ventanas”.
También les agradece por llevarse el televisor porque tiene “un par de libros” pendientes y luego les explica por qué los perdona.
"Lo que me puso en duda fue si perdonarlos o no por el temblequeo intenso de las piernas de mi hija… apenas llegamos y vimos la ‘escena’. ¿Y saben qué? ¡Los perdono! Porque hoy a la mañana se levantó cantando una canción de una serie que miraba… que dice algo así como: ‘…sé que no existe el miedo si no dejo de intentar…’. ¿Será su inconsciente que estuvo trabajando toda la noche? No sé, pero comprendí que ella entendió todo", escribió.
Luego agrega: "Para terminar, les dejo una frase de una peli relinda que quisiera que tengan presente y que la usen en momentos de tristeza, cuando se sientan desahuciados como ahora yo: ‘La vida a veces duele, a veces cansa, a vece hiere. Ésta no es perfecta, no es coherente, no es fácil, no es eterna, pero a pesar de todo, ¡LA VIDA ES BELLA!’".
Y cierra: "Algún día también pasen a tomar unos mates, total ya saben cuándo no estoy y conocen mi casa mejor que yo".