Es un tramo de la ruta 3, en Santa Cruz. La había tenido también Lázaro Báez, que la abandonó. La primera vez que la obra se licitó fue el 28 de septiembre de 2006. El concurso se había organizado en tres tramos, que quedaron en manos de Lázaro Báez. Pero la obra quedó sin terminar.
La justicia la peritó en el juicio contra Cristina Kirchner y detectó sobreprecios de 170 a 200 millones de dólares. Rescindida por el gobierno de Cambiemos, se licitó nuevamente y fue otorgada a CPC SA, de Cristóbal López, que terminó denunciado por abandono de obra e incumplimiento de los plazos.
Ahora uno de los tramos, por más de $ 6.700 millones (US$ 65 millones al cambio oficial), fue adjudicado -otra vez- al dueño del Grupo Indalo.
La ruta nacional 3, uno de los principales corredores viales del país, tiene un tramo en el sur patagónico que sigue siendo una deuda pendiente. Son 73,6 kilómetros que unen a Santa Cruz con Chubut, y que fueron licitados en 2006: en ese momento y hasta 2015 la obra quedó en manos de Lázaro Báez, tuvo un avance promedio del 36% y sobrecostos estimados en más de 300%.
Durante la gestión de Cambiemos se buscó abaratar los costos de la obra y se hizo la licitación pública por 1.569 millones de pesos. En aquel entonces, la mejor oferta la realizó Cristóbal López pero corrió la misma suerte que en manos de Lázaro Báez: el contrato fue rescindido por incumplimiento de los plazos. Según la intimación el avance no superaba el 5% y se denunció al empresario K por abandono de obra.
Como había anticipado Clarín, la obra fue relanzada en plena campaña electoral. El gobierno de Alberto Fernández organizó en esta ocasión el llamado a licitación pública en dos tramos por un valor general de $ 10.000 millones.
Cristóbal Lopez se presentó en los dos tramos a la compulsa de precios. Hasta ahora se sabe que logró imponerse en uno de ellos, el más costoso, donde terminó siendo preadjudicatario. Ese trámite se firmó cuatro días después de la derrota electoral del 14 de noviembre. Aún no se conoce el ganador del otro tramo, que es por 3.200 millones de pesos.
El ganador fue confirmado por un funcionario de Alicia Kirchner e integrante de La Cámpora, "el día 19 de noviembre de este año, se preadjudicó la obra a la firma CPC, y se estima que habrá un plazo de 30 días para la adjudicación final", dijo Martín Medvedovsky, director de Vialidad Nacional en Santa Cruz.
El tramo en cuestión es el comprendido entre el kilómetro 1.867 al 1.908,60, todo sobre la Ruta 3 y, según la documentación oficial, a la que accedió Clarín, la licitación fue por 6.742.915.532,87 pesos. La oferta que realizó CPC fue de 6.899.979.720,90 pesos.
Es una ruta con historia y que es parte del juicio por presunta corrupción en la obra pública contra la vicepresidenta y el dueño del Grupo Austral.
El proyecto original -con sus tres tramos-, tuvo un costo de $ 674 millones y con un promedio del 37% de realización, el Gobierno de Cristina Kirchner terminó pagando a dos constructoras de Lázaro Báez $ 2.892 millones: un 329% más.
El tramo específico que se le preadjudicó a Cristóbal López tuvo un costo, cuando fue adjudicada a Lázaro Báez, de 313 millones de pesos. Con un avance promedio del 30%, se le terminó pagando 1.309 millones de pesos, según la auditoría incorporada al juicio contra Cristina Kirchner.
Hubo más. Una pericia oficial ordenada en 2019 por el Tribuna Oral Federal 2 (TOF 2) responsable de llevar adelante el juicio, expuso sobreprecios de 50 millones de dólares promedio, sólo en este tramo que va del kilómetro 1867 al 1908,60. Se dijo que entre el valor real de la obra y lo que se pagó había una diferencia de más de 165 millones de pesos. Para los peritos de la fiscalía, esa diferencia fue de 189 millones de pesos.
Ese cuestionado tramo de la obra sobre la Ruta 3, volvió a manos de Cristóbal López pese a que su oferta es un poco más elevada que el costo inicial que figura en el pliego licitatorio. Su regreso a la obra pública de magnitud se da en medio de un contexto de beneficios extra para el empresario vinculado a Cristina Kirchner y Alberto Fernández. El Presidente, antes de llegar a la Casa Rosada, hizo algunos trabajos legales para las empresas de López.
La constructora CPC SA había entrado en concurso preventivo en 2018, justo en el mismo período en el que se decretó la quiebra de Oil Combustibles, a quien la AFIP, además, le perdonó una deuda millonaria y le habilitó dos planes de pagos extraordinarios y con ajustes por debajo de la inflación. El fisco desistió de acusar en el juicio por la deuda de Oil de más de 5.900 millones de pesos con la AFIP durante el último gobierno de Cristina Kirchner.
Lo cierto es que antes de esta multimillonaria preadjudicación de obra, el gobierno de Alberto Fernández le había otorgado otro beneficio a Cristóbal López. Vialidad le dio un contrato para el mantenimiento de una ruta.
El contrato fue por más de 400 millones de peso. Lo más llamativo es que ese tramo que le concedieron para obras de mantenimiento corresponde a un tramo de la Ruta 3 que ya había tenido adjudicado durante el macrismo. Ese mismo Gobierno le rescindió el contrato porque nunca terminó de construir.
Un dato extra: el presupuesto inicial para estas obras de mantenimiento era de unos 300 millones de pesos y aunque López ofertó 427 millones de pesos se la entregaron igual.