"El proceso de desinflación será sustancial, rápido y más fuerte de lo que se espera", si se mantiene la actual política monetaria, dijo Sturzenegger, en Nueva York. "Podría llegar a fin de año con una tasa de inflación mensual de alrededor del 1%" siguió y la agencia Bloomberg no dejó pasar que el pronóstico proviene de la misma persona que dejó el BCRA con "el peso argentino en caída libre a pesar de una línea de crédito récord del Fondo Monetario Internacional. Una vez más, los argentinos se encontraron en medio de una crisis monetaria. En cuanto a la inflación, todavía estaba por encima del 26% - y eso es bajo considerando la actual tasa anual del 57%".
Sturzenegger incluso se animó a vaticinar que "la economía debería estabilizarse e incluso estar creciendo para cuando se celebren las elecciones presidenciales a finales de octubre, antes de ganar velocidad el año próximo" y aseguró que "no vacilar en la ejecución del plan será la clave".
En cuanto a su gestión aseguró que "quizás bajé un poco la guardia a finales de 2017. Pensé que la economía iba bien, que el proceso de desinflación iba bien" y dijo que el cambio de las metas de inflación anunciado por Marcos Peña el 28 de diciembre de 2017 fue clave para la debacle: "El impacto en nuestra credibilidad fue más como un shock permanente".
Con el colapso del peso y el aumento de las tasas de interés por parte de la Reserva Federal, los mercados de crédito comenzaron a cerrarse para Argentina, lo que aumentó la presión general y derivó en la crisis que atraviesa el país en la actualidad.