Para saber qué ocurrió, hay dos empresas que jugarán un rol clave: Transener, encargada de transportar la energía de las generadoras a las distribuidoras, y Cammesa, quién ordena a las generadoras los despachos de energía para que la demanda y la oferta estén en equilibrio. En ambas, el Estado tiene participación societaria junto con el sector privado y es responsable de su administración. En Transener, la administración es conjunta a través de la empresa estatal Ieasa (ex-Enarsa) y Pampa Energía, la compañía que tiene a Marcelo Mindlin como director ejecutivo.
En primer lugar, Transener revisará su propia "caja negra". Es decir, analizará el segundo a segundo de lo que ocurrió el domingo a la madrugada. La información registrada se baja a papel, se imprime y se elabora un informe que después es el documento que presentará a Cammesa.
Cammesa, por su parte, también tiene un registro de lo ocurrido y lo contrastará con el informe de Transener. Luego decidirá si eleva una consulta a analistas externos. Según explicó Juan Garade, secretario de Energías Renovables y Mercado Eléctrico, hay muy pocos expertos en el sector que tienen la capacidad y el conocimiento suficiente para hacer este análisis tan complejo, que debe complementarse con evaluaciones y simulaciones en modelos matemáticos muy sofisticados.
"En las próximas 24 horas tendremos los primeros resultados del análisis, que básicamente es la cronología de los hechos que sucedieron. Luego habrá una profundización que tardará 15 días, donde trabajarán técnicos de Cammesa, de Transener y vamos a incorporar consultores externos independientes, que nos ayuden a determinar qué fue lo que sucedió", dijo Garade a la prensa.
Entre las evaluación de responsabilidades, habrá que identificar qué máquinas fallaron y si son responsables los dueños de esos equipos o los proveedores. "Hay que identificar las responsabilidades a nivel técnico y físico", agregó Juan Luchillo, subsecretario de Mercado Eléctrico.
Posteriormente, el ente regulador (ENRE) recibirá el informe final de Cammesa y emitirá una resolución pública con las sanciones pertinentes. "Si la empresa hallada responsable da su consentimiento, termina el trámite; si considera que no es justa la sanción aplicada, tiene derecho a recurrir en sede administrativa o en sede judicial para apelar", explicó Carlos García Pereira, director de Transener, que indicó que el castigo para la empresa implicaría perder la remuneración y entrar en un régimen de penalizaciones.
Mayores costos por seguridad
Para prevenir que vuelva a ocurrir la sobrecarga en la línea de transmisión que une las centrales hidroeléctricas Yacyretá y Salto Grande con Buenos Aires, las autoridades decidieron reemplazar la generación de energía hidráulica proveniente de Brasil, que es más barata, por generación térmica durante 15 días. Este periodo es el que falta para que terminen los trabajos sobre una línea de transmisión paralela, que está fuera de servicio.
En concreto se trata de la torre de transmisión 4.12, que esta sobre el río Paraná y que se ve desde el puente Zárate-Brazo Largo. Transener pidió 75 días para relocalizar la torre que se está hundiendo a causa de que el caudal del río Paraná socavó los cimientos.
"Se estaba aprovechando recursos de energía hidráulica por los excesos de agua que hay en la zona del Litoral, tanto en Yacyretá y Salto Grande, como en Brasil, que nos estaba mandando 900 MV de potencia en condiciones muy favorables económicamente para la Argentina. Pero el despacho estaba con un nivel de transmisión muy alta, cuando al mismo tiempo le estaba faltando un elemento, como es el tramo donde está la torre 4.12. Era un beneficio que, en condiciones de mucha seguridad para el sistema, esa transmisión no debería haber estado, por eso estamos ahora reduciendo la tensión. Para las dos semanas que restan para concluir los trabajos sobre el tendido de los conductores, se decidió hacer un despacho más confiable", explicó Pereira.
De este modo se reemplazó la energía hidráulica proveniente de Brasil, que tenía un costo cero, pero con obligación de devolución en primavera de entre US$20 y US$25 el megavatio hora (MW/h), por la generación térmica con gas licuado o con combustibles alternativos, que tiene un costo de producción para las máquinas de ciclo combinado de entre US$50 y US$55 el MW/h. En total son US$3,6 millones que se dejan de ahorrar en un sistema que en al año cuesta US$9500 millones, incluyendo combustible, operación, mantenimiento, transporte y generación, dijeron los funcionarios. El 20% de ese costo lo pagarán directamente los grandes consumidores industriales, y el resto lo absorbe el Estado con más subsidios.
"Era un ahorro que hacíamos y que vamos a tener que perder. Para los grandes usuarios, que tienen un precio basado en los costos reales, el aumento les será trasladado, así como cuando baja, también reciben ese beneficio. Para los usuarios residenciales y comerciales, que tienen precios regulados, los costos impactan positiva o negativamente en los requerimientos de subsidios, que tiene que transferir el Estado. En este caso, si el costo aumenta, el Estado tendrá que enfrentar más subsidios", dijo Luchillo, que admitió que pensaban que la operatoria que tenían "era segura y confiable", pero lo que ocurrió ayer muestra que no lo fue, y "por eso tenemos que dar un paso para atrás y tomar medidas restrictivas".
Intervención humana
Pereira indicó que "hasta no tener certezas 100% nunca descartamos absolutamente nada", sobre la causa de la falla que hizo extender el apagón a todo el sistema eléctrico.
"Dentro de un puntaje de probabilidad, lo vemos como un problema técnico y no como uno de ciberataque o de sabotaje, ya que no hemos encontrado elementos que nos permitan decir que ocurrió eso. Pero hasta que no tengamos una conclusión definitiva, chequeada, verificada y discutida debidamente, no descartamos ninguna de las alternativas", agregó el ejecutivo de Transener.