Al joven lo mataron el 18 de enero de 2020 con una feroz golpiza en la salida del boliche Le Brick de Villa Gesell. Son 8 los acusados de crimen agravado por alevosía en el juicio que empezó este lunes 2 en Dolores.
Fernando Báez Sosa tenía tan solo 18 años y había ido a pasar unos días de vacaciones a la costa atlántica con sus amigos de la escuela secundaria y con su novia Julieta con quien llevaba 10 meses de relación. Con sus amigos habían conseguido entradas para ir al boliche Le Brick de Villa Gesell.
Esa noche del 18 de enero de 2020 había un recital y estaba repleto de gente. Moverse dentro del local bailable era imposible. Los amigos de Fernando testificaron en sede judicial que sin querer empujaron a un grupo de chicos al moverse por dentro. Esto provocó el cruce con el grupo de rugbiers que luego les propinaron varios golpes dentro del establecimiento. Después de los disturbios los dos grupos fueron echados del lugar.
10 jóvenes entre 18 y 20 años, jugadores del Club Náutico Arsenal de Zárate, atacaron en la puerta del local de manera fatal a Fernando Báez Sosa. Sin piedad. Según datos de los testigos, los agresores impidieron cualquier ayuda a Fernando y lo siguieron golpeando estando inconsciente.
Los rugbiers se fueron del lugar. Mientras llegaba la ambulancia una turista intentó hacerle RCP pero Fernando ya no respiraba. Los agresores se dividieron en grupos y siguieron su recorrido. Luego se avisaban por WhatsApp las novedades. Uno de ellos informó sobre la situación y al enterarse que Fernando estaba muerto dijo “caducó”. Algunos tuvieron tiempo de ir a un local de comidas rápidas y de sacarse una foto todos juntos después de haber dado la golpiza fatal.
Fernando Báez Sosa murió por un paro cardíaco producido por un traumatismo de cráneo. Un crimen que marcó el verano 2020 y en el que la familia busca justicia.
En el banquillo del juicio que comenzó hoy están 8 jóvenes acusados de crimen agravado por alevosía y serán indagados 177 testigos que van a prestar declaración hasta el 18 de enero aproximadamente. El 31 de enero se sabrá el veredicto.
El juicio por la muerte de Fernando Báez Sosa
Hubo un amplio operativo de seguridad desde Dolores hasta los tribunales donde fueron juzgados los detenidos. Actualmente, los acusados están en un pabellón aislado dentro de la prisión, porque denunciaron que recibieron amenazas y por eso se encuentran los 8 solos al igual que la detención que recibieron en Melchor Romero.
Sólo hubo dos testigos en el día de hoy: Silvino y Graciela, padres de su único hijo Fernando Báez Sosa. Mientras que, los 8 rugbiers no declararon hoy y todavía no se han manifestado en todo el transcurso de la instrucción. Podrán hacerlo en el transcurso del juicio.
Los agresores tienen un solo abogado con una sola estrategia judicial y volvió a plantear la nulidad del juicio. Los jueces dijeron que ya lo había hecho en la etapa correspondiente y había sido rechazado.
La fiscalía va a pedir prisión perpetua para los acusados como adelantó el abogado Fernando Burlando que representa a la familia Báez Sosa e hizo referencia a “un plan para matar a Fernando”.
La dolorosa declaración de la madre de Fernando Báez Sosa
Los momentos más emotivos fueron cuando declararon los padres y, en el momento que declaró la madre del joven asesinado, lloraron hasta los penitenciarios que custodiaban a los rugbiers.
En el momento de declarar Silvino, papá de Fernando, uno de los acusados se mostró llorando, única expresión de los rugbiers desde el momento en que fueron detenidos hace casi tres años.
Al ingresar al recinto, Graciela dijo: “Me llamó la atención que los presos me miraban fijamente y en ningún momento bajaron su mirada. Sentí como madre que no estaban arrepentidos para mirarme de esa manera”.
“A los jueces sólo les pedí piedad con mi llanto, con mis lágrimas por mi hijo”. Y continuó, “Sólo quiero justicia, yo no busco venganza. No puedo creer que chicos de la edad de Fernando hayan hecho esto”. “Me incomodó mucho cómo me miraban. Siento que no están arrepentidos”, sentenció.