El Chaco cruzó la militarización de la Hidrovia que impulsan Paraguay y Estados Unidos

La Legislatura del Chaco aprobó por unanimidad una declaración contra el intento por militarizar el curso de agua. El antecedente de 2016.

La posible militarización del tramo paraguayo de la Hidrovía, anticipada en exclusiva por LPO, impactó de lleno en la Argentina. La legislatura de Chaco aprobó por unanimidad un proyecto que alerta sobre una posibilidad que consideran peligrosa para el Estado argentino.

"La hidrovía Paraná-Paraguay y la Triple Frontera tienen una importancia estratégica para la región, y la visita a la Cámara de Comercio Paraguayo-Americana de autoridades de alto rango del gobierno de EEUU, enmarcadas en acuerdos comerciales bilaterales, muestran el interés geopolítico que tiene nuestra región para esa potencia", dijo el diputado chaqueño del Frente de Todos, Hugo Sager, luego de la aprobación por unanimidad de la Resolución 1630 en la sesión de la Cámara de Diputados del Chaco.

El legislador advirtió por la presencia militar norteamericana en el tramo paraguayo de la Hidrovía que según su opinión "amenaza directamente a los intereses económicos de nuestro país por la implicancia del control del territorio y de los capitales en la elaboración de un Plan Maestro para la Navegabilidad del Río Paraguay". Una vez probado el proyecto se lo remitió a la Cancillería argentina y al Congreso Nacional.

“La hidrovía Paraná-Paraguay y la Triple Frontera tienen una importancia estratégica para la región, y la visita a la Cámara de Comercio Paraguayo-Americana de autoridades de alto rango del gobierno de EEUU, enmarcadas en acuerdos comerciales bilaterales, muestran el interés geopolítico que tiene nuestra región para esa potencia.”
, proyecto aprobado por la Cámara de Diputados

 

La polémica, en rigor, tiene un antecedente. En 2016, el gobierno de Horacio Cartes impulsó un proyecto de ley que habilitaba a un cuerpo de ingenieros de Estados Unidos para que realice un estudio de las obras a realizar en la Hidrovia. La decisión es curiosa porque ne Estados Unidos, por ley, sólo pueden dragar sus ríos empresas norteamericanas.

Como sea, una fuente que estuvo cerca de ese proceso aportó información a LPO y dijo que esos ingenieros estadounidenses en realidad eran militares (que son los que se ocupan de esos estudios) pero con una particularidad: el trabajo previsto incluía adentrarse 111 kilómetros del territorio argentino. "El proyecto se comía toda la zona oeste de la costa formoseña", explicó a LPO la fuente consultada. 

El ex presidente del Paraguay, Horacio Cartes.

 

Ante esto, el entonces embajador argentino en Paraguay envió 7 informes a la Cancillería que en ese momento estaba a cargo de Susana Malcorra e hizo lo propio con las autoridades paraguayas porque lo que estaba en juego era un ingreso de tropas estadounidense en Argentina sin autorización del Congreso. "Zuain habló con las autoridades de Paraguay y le respondieron que se quede tranquilo que una vez aprobada la ley se podía resolver. Lo que omitían era que eso podría generar un conflicto bilateral importante", aseguró la fuente. 

En ese plano, Zuain tenía dos opciones: abortar la misión que estaba apunto de ser aprobada o que el gobierno paraguayo incluyera a la Argentina en el proyecto. Sin ninguna de esas dos soluciones a la vista, un importante senador opositor que manejaba los hilos de la comisión donde debía abordarse el proyecto, avisó a Zuain de su ingreso y le pidió una nota formal de inmediato para archivar la ley. El diplomático respondió rápidamente y logró frenarlo. 

"El costo político fue alto. Cartes, el Canciller de entonces y el ministro de Infraestructura, le retiraron el saludo al embajador", afirmó a LPO una fuente del Paraguay al tanto de lo ocurrido. Funcionarios de entonces explicaron que una empresa alemana dijo que el costo de la obra implicaba como mucho entre 3 y 4 millones de dólares, cuando el monto estipulado era de 16 millones de dólares. 

"El ex presidente del Paraguay, Horacio Cartés, encargó un estudio de obras en la Hidrovía a militares de Estados Unidos. El proyecto generado se metía en territorio argentino 11 kilómetros. Ante el escándalo que generó la protesta del entonces embajador Zuain, se dejó de lado."

 

Además del enojo político con Zuain, la prensa paraguaya pedía la expulsión del embajador y la propia embajadora de Estados Unidos le reprochó la posición contraria a la obra. El rumor que circulaba por esos años era que la inclusión de los 111 kilómetros de territorio argentino se había dado porque sin esa zona, el negocio no cerraba.  

Antes de dejar la embajada por la causa del memorándum con Irán, Eduardo Zuain, se reunió a solas con Mario Abdo Benítez quien en ese momento era presidente del Congreso y lideraba las encuestas. Abdo le pidió a Zuain terminar con el conflicto para asumir sin un frente de tensión con Estados Unidos. 

La canciller Malcorra, aún presionada por un gobierno amigo de Macri, decidió mantenerlo a Zuain y dejó en claro que "hizo lo correcto" una vez que fue citado a dar informe de ese conflicto.

 

 

Fuente: lapoliticaonline.com

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