La Administración de Parques Nacionales lanzó una oferta histórica para dar con los responsables de la desaparición del animal. La principal hipótesis apunta a la caza furtiva y la justicia federal ya perita teléfonos secuestrados.
Lectura exprés
- ¿Qué sucedió?
Se ofrece una recompensa récord de $250 millones por datos sobre Acaí, una yaguareté desaparecida. - ¿Quién es la protagonista?
Acaí, una hembra de 2 años y 8 meses, liberada para repoblar la especie. - ¿Cuándo ocurrió?
Fue liberada el 5 de octubre y su collar dejó de emitir señal el 25 de octubre. - ¿Dónde fue?
En el Parque Nacional El Impenetrable (Chaco), cerca del Río Bermejo. - ¿Cuál es la hipótesis?
Se presume que fue víctima de caza furtiva y su collar fue arrojado al río. - ¿Qué medidas hay?
El Fiscal Federal Carlos Amad ordenó allanamientos y el peritaje de celulares incautados. - ¿Por qué es grave?
Quedan menos de 200 yaguaretés en Argentina; el daño ambiental se estimó en $2.700 millones.
Una búsqueda desesperada y una cifra récord
La desaparición de Acaí, una joven yaguareté que simbolizaba la esperanza de recuperación de su especie en el Gran Chaco, ha desencadenado una respuesta estatal sin precedentes. Ante la fuerte sospecha de que el animal fue abatido por cazadores furtivos, el Estado Nacional ha fijado una recompensa de $250.000.000 (doscientos cincuenta millones de pesos) para quien aporte información fidedigna que permita esclarecer el hecho.
La Fundación Rewilding Argentina, encargada de la crianza y reintroducción del felino, alertó que la señal de su collar GPS se detuvo abruptamente apenas 20 días después de su liberación, marcando como última ubicación las aguas del Río Bermejo. Desde entonces, el dispositivo no ha vuelto a emitir, lo que refuerza la teoría de que fue destruido o descartado intencionalmente tras la muerte del animal.
La ruta de la investigación: celulares y allanamientos
La causa está en manos del fiscal federal de Sáenz Peña, Carlos Amad, quien ha avanzado con medidas concretas en el territorio. Los operativos se centraron en una zona específica conocida como Paraje Manantial, donde se sospecha que pudo haber ocurrido el ataque.
- Allanamientos: Fuerzas de seguridad inspeccionaron viviendas de pobladores locales.
- Incautaciones: Se secuestraron varios teléfonos celulares que, según se informó, comenzaron a ser peritados este lunes para buscar mensajes, fotos o ubicaciones que vinculen a sus dueños con la caza del animal.
- Armas: En los procedimientos también se halló armamento, incluyendo un revólver calibre .22, elemento común en la caza menor pero letal a corta distancia.
"Los ojos están puestos lamentablemente en habitantes del lugar", detallaron fuentes periodísticas, indicando que la investigación busca romper el pacto de silencio que suele rodear a la caza ilegal en zonas rurales profundas.
El valor de una vida en extinción
Más allá de la recompensa monetaria, la justicia ha puesto sobre la mesa el costo ecológico de este crimen. El fiscal Amad estimó el daño ambiental en $2.700 millones. Esta cifra no es caprichosa: Acaí no era solo un animal más, sino una hembra joven, sana y fértil, clave para la variabilidad genética y el crecimiento de una población que en Argentina no supera los 200 ejemplares.
La yaguareté había sido liberada el pasado 5 de octubre tras un largo proceso de adaptación. Durante sus primeras semanas en libertad, los reportes indicaban que se encontraba en perfecto estado de salud y explorando su territorio con normalidad, hasta que el silencio de su transmisor encendió todas las alarmas el 25 de octubre.
Hipótesis de conflicto
Si bien la investigación no descarta ninguna vía, la principal línea de trabajo sugiere un conflicto con actividades humanas. En la región, la presencia del yaguareté a menudo es vista como una amenaza para el ganado doméstico que se cría suelto en el monte, lo que motiva a algunos pobladores a eliminar a los depredadores preventivamente, una práctica cultural que las organizaciones de conservación intentan erradicar mediante el turismo de naturaleza y la educación ambiental.

