Germán Alfaro: “Hubo una renuncia exprés porque hubo una sesión exprés en el Concejo para sacarnos de la mesa”

El intendente de San Miguel de Tucumán defiende su decisión de seguir en el cargo pese a haber sido electo senador por Juntos por el Cambio; acusa a la oposición de Manzur y Bussi de haber pactado para intentar correr a su fuerza política del Concejo Deliberante.

Ados días de haber sido elegido senador nacional, el intendente de San Miguel de Tucumán, Germán Alfaro (Partido de la Justicia Social-Juntos por el Cambio), renunció a su banca y le cedió el cargo a su esposa, Beatriz Ávila, actual diputada nacional. ¿El motivo? Afirma que teme que el peronismo del gobernador Juan Manzur, en alianza con Fuerza Republicana, de Ricardo Bussi, le quiten el control del Concejo Deliberante de la capital tucumana. En diálogo con LA NACION, Alfaro acusa a la oposición de jugar deslealmente después de haber sido derrotada. Y asegura que su electorado “no lo iba a perdonar” que se fuera de la intendencia para allanarle el camino al kirchnerismo.

–¿Por qué tomó la decisión de renunciar a su banca de senador electo?

–Ayer lunes, a las 11 de la mañana, la oposición convocó a una sesión en el Concejo Deliberante para sacar a Juntos por el Cambio de la mesa y cederle la presidencia un peronista kirchnerista. Todo para preparar el terreno y quedarse con el municipio. El tema es que para esto necesitaban de alguien más, porque no tenían los números. Y acá viene lo raro, que fue que sumaron a los concejales que responden a Ricardo Bussi (Fuerza Republicana) y, de esa manera, eligieron a Fernando Juri (PJ) como presidente [del Concejo]. Yo quería dialogar, por eso les pedí que esperásemos una semana, que sigamos la institucionalidad. Me iba a ir, pero quería tener un hombre afín en la intendencia. No iba a dejar la municipalidad, que es la estructura municipal más grande que tiene Juntos por el Cambio en la provincia, en manos de ellos. Mi electorado no iba a perdonarme nunca que dejase a un kirchnerista en la intendencia.

–¿Entonces, hasta ayer por la mañana, su voluntad de asumir se mantenía?

–Sí, pero yo no voy a dejar que ellos se queden con la intendencia habiendo perdido. Algunos dicen que esto es una renuncia exprés, pero es porque hubo una sesión exprés. Este es un pacto entre Manzur y Bussi. Algo a lo que, en realidad, Bussi ya nos tiene acostumbrados. Siempre dice que quiere formar un frente con gente no peronista, pero vota con el peronismo y es funcional a Manzur, quien para poder sostenerse en el poder acuerda con Fuerza Republicana.

Patricia Bullrich y Beatriz Ávila

 

–La futura asunción de su mujer, Beatriz Ávila, hace que muchos sospechen de que estuvo todo premeditado.

–Yo les pregunto, ¿quién no quiere culminar su carrera en el Senado de la Nación en estas circunstancias, en este contexto en que los números son finitos, en donde se va a decidir la política nacional, por donde van a pasar todos los temas? A mí me hubiese encantado. Desde los 16 años que milito. Fui dos veces concejal, fui legislador, diputado nacional, fui secretario de gobierno. Uno ya va terminando su carrera y me hubiese encantado terminarla como senador.

–Hubo polémica hace dos años porque se la acusó a Ávila de haberse ido del bloque de Juntos por el Cambio en Diputados. ¿Esto fue así?

–Hubo mala intención en la información que salió del mismo Pro. Yo tengo mi propio partido acá en la provincia, me fui del PJ y armé el Partido de la Justicia Social (PJS). Ante el miedo de que se le dispersen los diputados después de la derrota de 2019, desde Buenos Aires nos bajaron la línea de que ya no podía haber más interbloque, que teníamos que ser Pro-Juntos por el Cambio. Nos negamos y ese fue el origen de todo. En estos dos años, la actuación de Beatriz siempre fue en contra del oficialismo, a tal punto de que tuvieron que disculparse con nosotros por lo que había sucedido.

 

Fuente: lanacion.com.ar 

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