El Presidente dijo que la iniciativa es para que los argentinos “dejen de padecer la inestabilidad” que trae la suba del valor de productos y servicios; también les habló a “los especuladores” por el dólar: “No nos pueden hacer cambiar el rumbo”.
Presente en Lomas de Zamora, adonde fue a inaugurar un nuevo mercado para ese partido bonaerense, el presidente Alberto Fernández anticipó que desde la Casa Rosada convocarán esta semana a empresarios y sindicalistas para intentar “alinear precios y salarios” durante un plazo de 60 días. Dijo que con esta iniciativa que dialogó antes con el nuevo ministro de Economía, Sergio Massa, buscará alcanzar un acuerdo para que los argentinos “dejen de padecer la inestabilidad”.
“Hablábamos con Sergio y los dos estuvimos de acuerdo en una idea: que en el transcurso de esta semana vamos a convocar a los empresarios, a los sindicalistas de la Argentina, para sentarnos en una mesa y marcarnos una hoja de ruta para alinear precios y salarios por los próximos 60 días”, adelantó Fernández.
Asimismo, precisó que con esa reunión buscarán “que los argentinos dejen de padecer la inestabilidad que viven en materia de precios” y acotó que resolver el problema de la inflación no es solo una obligación del Gobierno, sino que dividió esas responsabilidades en “todos y cada uno”. Así, enumeró: “Del que produce, del que tiene la gran industria, del que consume, del que trabaja”.
Pese a este concepto que vertió en un momento donde se espera para el jueves el índice de precios de julio, admitió que no todas las responsabilidades son las mismas. “En el Estado estamos asumiendo este modelo que estamos presentando, donde el Estado está muy presente. Vamos a dar vuelta una página para ver si de una vez por todas la Argentina puede aprovechar las oportunidades que el futuro le está brindando”, dijo esperanzado en base a esta nueva convocatoria que impulsará con Massa.
Fernández llegó al mercado, que según fuentes oficiales “beneficiará a más de 800.000 personas”, escoltado por el gobernador Axel Kicillof y por el jefe de Gabinete bonaerense, Martín Insaurralde. De acuerdo a información de la Casa Rosada, el líder del Frente Renovador se iba a sumar a la actividad. No obstante, no se lo vio allí, aunque sí participó su alfil en la secretaría de Comercio, Matías Tombolini.
Fuentes cercanas a Massa dijeron a LA NACION que el ministro priorizó el trabajo en el Palacio de Hacienda. “Massa se moría por estar, comprende que los intendentes son el primer mostrador de la democracia”, acotó Tombolini al respecto durante una alocución en la que además hizo una advertencia a los supermercadistas. “No los vamos a perseguir, se van a venir a sentar solos”, afirmó antes de que hablara Fernández.
En tanto, durante su discurso, el Presidente también se refirió a la ausencia de Massa. Comentó que el tigrense no llegó a Lomas porque desde el Ejecutivo trabajan en un canje voluntario de deuda y que se quedó para dedicarse a eso. “Gracias, Matías, por habernos acompañado y contarnos a todos cuáles son las ideas que queremos impulsar”, le dijo a Tombolini y después se quejó con los medios. “Hemos hecho muchísimas cosas en este tiempo, soy consciente que muchas de esas cosas se ocupan de ocultarlas, de callarlas, de silenciarlas”, manifestó.
Frente al 5,3% de inflación en junio -el último dato que se conoce-, que aumentó a 36,2% el acumulado durante el primer semestre del año, Fernández habló de números del indicador “inesperados en el mundo” y volvió sobre la administración macrista: “Solo para recordar, parece que nadie lo recuerda, asumimos con 54% anual”.
Por otra parte, apuntó contra “los especuladores” que hacen trepar el dólar. “Tenemos una oportunidad única y que esa oportunidad la perdamos porque unos pocos especuladores una mañana hacen subir el dólar 60 pesos, al día siguiente se dan cuenta que no logran conmovernos y lo bajan de un día para el otro... esos especuladores no nos pueden hacer cambiar el rumbo a nosotros”, aseveró.
Y en es línea siguió: “Con Cristina [Kirchner] y con Sergio el deber que tenemos es pensar en cada uno de ustedes. Nuestra primera obligación es con cada argentino y argentina, con los trabajadores. Nuestra obligación es con el pequeño y mediano empresario. Nuestra obligación es con la Argentina ante todo”.
Así, el Presidente pidió “romper con la lógica del individualismo” y cambiarlo por solidaridad. “Pensemos de una vez y para siempre que somos una comunidad y, si eso somos, nadie se va a salvar solo”, indicó.
En otro tramo de su discurso había vuelto a recalcar: “Por más desesperanza que haya, en política no somos todos lo mismo”. Bajo esta postura, reivindicó la intervención del Estado. “A nosotros no nos avergüenza decir que le Estado debe estar presente. Si no está presente, la sociedad es una jungla donde los mas fuertes se comen a los más débiles y nadie quiere vivir en esa jungla, ni revivir ese tiempo”, expresó.