Guinsel Costa admitió que es apoderada desde el 15 de octubre de la firma Golsur SA; sería una pantalla para lavar dinero negro, es la hipótesis que tienen los investigadores en Ciudad del Este.
La clave para que se inicie una investigación por lavado de dinero en Paraguay pasa por la supuesta empresa “fantasma” Golsur SA, cuya apoderada es desde el 15 de octubre pasado Iara Guinsel Costa, quien declaró que los 211.000 dólares –no registrados en la Aduana- que le incautaron con su jefe, el senador nacional Edgardo Kueider, el 4 de diciembre pasado, pertenecían a esa firma. Ese dinero, de acuerdo a lo que declaró en la justicia, estaba destinado para la compra de artículos electrónicos en Ciudad del Este.
Si la justicia paraguaya logra confirmar, como publicó LA NACION este domingo, que Golsur SA se trataría de una firma “fantasma” creada para blanquear dinero, se abriría una investigación por lavado, según confirmaron fuentes judiciales. Actualmente, Kueider y su secretaria están imputados por “tentativa” de contrabando de divisas.
Kueider decidió quedarse, junto con su secretaria Iara Guinsel Costa, en Paraguay, y usar ese país como una especie de refugio, a pesar de su condición de estar con prisión domiciliaria desde el viernes pasado en un complejo de lujo. Del otro lado de la frontera, en Buenos Aires y Entre Ríos, el frente judicial en su contra puede complicarse si se detecta que el dinero que le incautaron en el Puente de la Amistad, en Ciudad del Este, provenía de Argentina. Por eso, la estrategia de Kueider se centra en quedarse en Paraguay.
Kueider no puede usar ninguno de los “amenities” del complejo –como la pileta, el gimnasio y el quincho-, que está ubicado en Villa Morra, según reveló el juez de Asunción Humberto Otazú. Tiene custodia en el piso donde se aloja. Kueider alquiló dos departamentos, uno para él y otro para Guinsel Costa. También el magistrado dispuso una custodia de la Policía de Paraguay en la puerta del complejo Tierra Alta. Sólo tuvo la visita el sábado del abogado Ricardo Preda.
Según señalaron altas fuentes judiciales a LA NACION este lunes, los fiscales paraguayos Alcides Giménez y Edgar Benítez , a cargo de la investigación, no tienen previsto en las próximas horas pedir ampliar la declaración de Kueider y Guinsel Costa, a quienes tampoco se secuestraron sus teléfonos celulares, que estaban dentro de la camioneta Chevrolet Trailblazer donde se incautaron los 211.000 dólares el miércoles pasado a la 1.30 de la madrugada. Son puntos llamativos que conspiran contra la posibilidad de que se profundice la investigación en Paraguay, según interpretan fiscales argentinos.
Si en Paraguay deciden profundizar la trama en torno a la empresa Golsur SA eso cambiaría la situación judicial del senador nacional y su secretaria, admitieron fuentes judiciales a LA NACION, y complicaría su estancia en el departamento en el complejo Tierra Alta, del barrio de Villa Morra.
Guinsel Costa declaró que el dinero era de una empresa con sede en Asunción. Se trata de Golsur, una constructora. ¿Cómo la secretaria de un senador nacional era apoderada de una compañía en Paraguay? La trama con esta firma es lo que amenaza complicar a Guinsel Costa, pero también al senador. La sospecha es que ella podría ser testaferro de un engranaje de operaciones para lavar dinero de su jefe.
A Guinsel Costa le cedieron acciones de Golsur el 15 de octubre pasado. El último ingreso del senador nacional a Paraguay se produjo un día antes, el 14 de octubre. Ese dato llamó la atención, porque ligaría a Kueider con esta trama de la que pretende separarse.
Según la investigación, José Fernando Cousirat, paraguayo, de 33 años, es quien autorizó a la secretaria del senador a operar bienes de la compañía. ¿Cuál es la sospecha que tiene la justicia paraguaya? Es que “compraron” esa empresa para realizar operaciones de lavado. “En Paraguay se originan empresas legales para utilizarlas para lavar dinero. Es muy sencillo hacerlo y hay una arquitectura institucional para llevarlo adelante. Tienen escasa actividad y sólo sirven como plataforma de este tipo de operaciones”, afirmó a LA NACION una alta fuente de la fiscalía.
Golsur, que tiene hasta una página web, en la que se ofrecen “desarrollos Inmobiliarios, construcción, infraestructura y obras viales”, figuraba en un listado de “empresas en stock”, es decir, que se ofrecían, y fue vendida el 7 de abril de 2020. Ese día, según los registros oficiales a los que accedió LA NACION, se constituyó. Cousirat, quien sería el titular de esta firma, figura en tres compañías, como Sedumar, Exclusiva Py y Golsur SA. Lo llamativo es que esta última compañía no tiene dirección ni teléfonos de contacto ni miembros del directorio en la página web.
Entre lo que se secuestró dentro de la camioneta que manejaba Kueider, que está a nombre de Rodolfo Daniel González, socio de Kueider en su empresa Betail SA, que está siendo investigada en la Justicia de Concordia y la Justicia Federal por la compra de tres departamentos con cocheras en la ciudad de Paraná, hay un elemento clave, más allá de los 211.000 dólares: un pendrive. En realidad, no sería un dispositivo de almacenamiento común y corrientes, sino que se trataría de una llave para almacenar criptomonedas. Acceder a ese dispositivo es imposible porque tienen una clave encriptada.
El fiscal José Arias de Concordia investiga dos empresas dentro de la constelación del senador nacional de Entre Ríos y exmano derecha del exgobernador Gustavo Bordet. Fuentes de la causa señalaron a LA NACION, que en octubre pasado el fiscal pidió a la exAFIP de Concordia –actualmente ARCA- que informe los ingresos de todo el arco familiar de Kueider. Nunca enviaron la información, aunque después que estalló el escándalo en el Puente de la Amistad un alto funcionario de ese organismo en Entre Ríos prometió investigar ese tema.
En esta trama hay dos empresas clave: Betail SA y Edekom SA. El fiscal Arias detectó, tras investigaciones con la policía bonaerense, que esas firmas no tienen sedes en los domicilios que figuran en el Boletín Oficial.
Arias señaló en diálogo con LA NACION que hay traspasos accionarios llamativos en esas dos compañías. Ahí aparecen también Domínguez, el dueño de la camioneta donde le secuestraron los 211.000 dólares al senador nacional, y Javier Rubel, un monotributista. “Las empresas se originan con un capital que nunca cambia a lo largo de los últimos años”, afirmó el fiscal entrerriano. “Ubicamos la empresa Betail en el barrio de Liniers, pero nos encontramos con un galpón que no tiene aspecto de una empresa de tecnología”, apuntó.
Parte de esta investigación que se inició en Entre Ríos por supuesto enriquecimiento ilícito contra Kueider se envió a PROCELAC, donde desde la semana pasada se abrió una causa de oficio después del secuestro del dinero negro en la frontera. El expediente “madre” contra Kueider en Argentina está a cargo de fiscalía federal de San Isidro, que está al frente de Fernando Domínguez, y también el juzgado federal Sandra Arroyo Salgado.