Aída Ayala, quien una vez lideró la ciudad de Resistencia, enfrenta ahora una sentencia de tres años de prisión por defraudación contra la administración pública. Pero este veredicto también golpea directamente a Leandro Zdero, actual gobernador del Chaco.
La Justicia ha dictaminado que Ayala favoreció de manera indebida a la empresa "Pimp S.A." con el lucrativo contrato de recolección de basura en Resistencia durante su mandato en 2014. Los oscuros detalles del caso revelan un entramado de lavado de dinero que se extiende hasta unos 260 millones de pesos. Aunque el fiscal Federico Carniel solicitó una pena de diez años, el tribunal dictaminó tres años de prisión para la exintendenta.
Sin embargo, el día del veredicto no fue fácil para Ayala. Antes de escuchar su culpabilidad, tuvo que ser asistida por médicos debido a problemas emocionales, lo que llevó a un cuarto intermedio en el proceso. Aunque la lectura del veredicto continuó sin ella, Ayala no escapó de su destino.
La sentencia también arrastró a otros implicados, incluyendo a Jacinto Sampayo, actual secretario general del Sindicato de Trabajadores Municipales, y a Daniel Fischer, expareja de una de las hijas de Ayala. Ambos recibieron penas de prisión por delitos relacionados con lavado de dinero y fraude.
En sus últimas palabras, Ayala se mantuvo firme en su inocencia, acusando a la jueza federal Zunilda Niremperger y al fiscal Patricio Sabadini de orquestar su caída política. Pero las pruebas y la decisión del tribunal han hablado por sí mismas.
La trayectoria política de Ayala, que alguna vez la colocó como una figura prominente dentro del radicalismo provincial, ahora se tambalea. Tres veces electa intendenta de Resistencia y candidata a gobernadora, su ascenso se vio truncado por acusaciones de corrupción que finalmente han encontrado un veredicto.
El vínculo entre Ayala y Zdero ha sido un tema de interés político. Zdero, quien una vez fue su secretario de Gobierno y luego jefe de gabinete, tiene una relación arraigada con la familia de Ayala, incluso respaldando la candidatura de su hija en elecciones anteriores.
Ahora, con la sentencia dictada y los fundamentos del caso por revelarse en julio, las miradas se dirigen hacia el gobernador Zdero, quien hasta ahora ha guardado silencio sobre el asunto.
Este no es el fin de los problemas legales para Ayala, ya que también enfrenta otro juicio por presunto fraude durante su período como secretaria de Asuntos Municipales de la Nación.
En conclusión, la condena de Aída Ayala ha sacudido los cimientos políticos del Chaco, dejando a un exaliado en el poder bajo el escrutinio público y planteando interrogantes sobre el futuro de la política provincial.