La ex ministra de Seguridad acusó a algunos sindicatos de ser “la traba más grande para el avance de las educación en la Argentina”
La ex ministra de Seguridad y actual presidenta del PRO, Patricia Bullrich, se volvió a diferenciar del Gobierno este lunes al sostener que “no se puede decir que hasta que no se vacune (contra el coronavirus) a los docentes no van a haber clases” presenciales porque “la Argentina no puede perder dos años de educación”.
Al participar del programa Desde el Llano, que conduce el periodista Joaquín Morales Solá por TN, la ex funcionaria reclamó que los alumnos regresen lo antes posible a las aulas y apuntó contra los sindicatos del sector educativo que, justamente, se mostraron en contra de esa iniciativa por considerar que podría generar un aumento de contagios.
En este sentido, la referente de la oposición aseguró que estos gremios “han sido la traba más grande para el avance de la educación” en el país y los responsabilizó por la situación de “estancamiento y destrucción” en la que está.
“La sociedad argentina necesita terminar con estos sindicatos obstruccionistas de una vez por todas. No podemos seguir conviviendo. Declaremos a la educación servicio esencial, como establece el proyecto que acaban de presentar los senadores (de Juntos por el Cambio), y docente que no va, tendrá que ser reemplazado. Seamos drásticos porque la Argentina no puede perder dos años de educación”, manifestó.
Estas declaraciones de la titular del PRO llegaron apenas unos días después de que las autoridades de Ute-Ctera, el gremio de maestros mayoritario en la Ciudad de Buenos Aires, se pronunciara en contra de la presencialidad.
“Nosotros tenemos colegios de 1.000 docentes, como por ejemplo la escuela Raggio. El nivel de circulación dentro de una escuela es tan alto que podría compararse con una fiesta clandestina. En este caso, serían fiestas clandestinas habilitadas por el Gobierno“, comparó en una entrevista la secretaria gremial de la entidad, Alejandra Bonato.
Además, Bullrich se mostró distante de las declaraciones del presidente Alberto Fernández, quien adelantó que las clases comenzarán en marzo próximo, ya que tienen “previsto que todos los docentes reciban la vacuna junto al personal de seguridad, porque es esencial que ellos estén protegidos de los contagios”.
De la misma manera, el ministro de Educación, Nicolás Trotta, aclaró que “no existe infraestructura que pueda permitir la presencialidad absoluta en las aulas”, por lo que en este ciclo lectivo las provincias “van a tener que transitar un sistema dual”, es decir, combinar los sistemas de clases presenciales y virtuales.
Por el contrario, la ex ministra de Seguridad señaló: “No podemos decir que hasta que no se vacune a los docentes no van a haber clases. Los policías, los médicos y los conductores de colectivo trabajaron sin vacuna. ¿Los únicos que tienen que trabajar con vacunas son los docentes? ¿Cuántos de ellos deben estar diciendo hoy ‘yo quiero trabajar porque quiero que los chicos aprendan’?”, se preguntó.
Por último, la dirigente se preguntó “cuántas escuelas se prepararon” durante este tiempo para recibir a los alumnos en los próximos meses y resaltó que los maestros podrían haber ido a los colegios “a armar las medidas de prevención que uno ve en el mundo”, como “separadores o las señales de distanciamiento”.
“Ayer salió una noticia terrorífica: que los estudiantes santacruceños tuvieron 2 años y tres meses tuvieron de clases y se recibieron, cuando uno tiene que tener 5 años para eso. Es decir, es dos por uno. La mitad del tiempo que tiene que tener un alumno porque los señores docentes de Santa Cruz no quisieron dar clase”, cerró.