Un cruce de un fanático de River con el Pistolero provocó una conmoción. En Núñez esperan ansiosos la misma contestación.
Domingo de playa en la aspiracional isla de Formentera, la más pequeña del conjunto de archipiélagos de las Baleares. Un grupito de argentinos que descansan en el paradisíaco contexto dominado por las aguas azules del mar Mediterráneo, de pronto, se encuentra con uno de los tantos jugadores que disfrutan de sus últimos días de vacaciones por allí: Lucho Suárez. Y uno de esos argentinos, Gastón, fanático de River como alguno de sus acompañantes, no pudo resistir la tentación de consultarle al protagonista que mantiene en vilo a los hinchas millonarios.
-Luis, ¿venís a River?
-Sí, el lunes arreglo...
Esa contestación del Pistolero, viralizada a través de una selfie por Alberto Yemal en su cuenta de Twitter, fue la que desató la locura. Y aunque sólo el Pistolero sabe en su intimidad si esas cuatro palabras que pronunció instintivamente fueron una salida de circunstancia, una broma para salir del paso una certeza que actuó como anticipo de lo que va a venir, lo cierto es que ese encuentro desató la locura que vino después.
Porque alentados por las noticias que llegaban desde Formentera, al sur de Ibiza, el punto de encuentro de las figuras mundiales que acceden por vía marítima a otro de los destinos tentadores para pasar un día de sol, se empezaron a replicar los tuits, incluso de periodistas, que dieron por hecho que la contestación del killer uruguayo fue literal.
Mi amigo Gaston no falla ❤️??mañana puede ser un gran día pic.twitter.com/9WQ1FTJqQt
— River Plate (@River_Yemal) June 26, 2022
Casi al mismo tiempo comenzaron a explotar los teléfonos móviles de los principales directivos de River, todos sorprendidos por la distorsión que se había producido. A ninguno de ellos, que pocas veces habían visto sus celulares tan inundados de mensajes un domingo por la tarde/noche, Suárez le había afirmado lo que al hincha en Formentera. De ahí la prudencia de los que participan de la mesa chica de las decisiones, aunque enmarcada en un contexto mucho más optimista que el de días anteriores.
Animado por la curiosidad, incluso, a algún allegado ansioso se le ocurrió contactarse con el hincha que se cruzó con el futbolista al que en Núñez todos se imaginan con la 9 que dejará Julián Álvarez para constatar la veracidad de lo sucedido, más no sea para aumentar su ilusión personal.
Un poco más de optimismo
Y mientras Suárez volvió a Ibiza para continuar con sus días de descanso combinados con la recuperación del tratamiento en su rodilla derecha, los dirigentes continuaron sus vidas con una línea más de esperanza en el termómetro de esta movida que nació como una utopía y, conforme pasan las horas, genera un poco más de entusiasmo. Porque si bien Suárez les dejó claro que su prioridad era permanecer en Europa, a días de la apertura del libro de pases en las principales ligas del Viejo Continente no avanzó con ninguna de las propuestas que recibió. Y la de River, como resaltó Gallardo, lo entusiasma.
Lo entusiasma porque está dentro de los parámetros económicos que pretende una figura mundial de su talla, porque le ofrece la oportunidad de interrumpirla una vez que termine el Mundial aunque en los papeles figure que el vínculo sería por un año y porque ya tiene la certeza de que en ningún club del mundo será recibido con el fervor que lo esperan los hinchas que ruegan por su arribo.