El astro argentino de 35 años estuvo muy activo en ataque en el triunfo de su equipo como visitante en la Fecha 1 de la Ligue 1.

Una nueva temporada ha comenzado en la fantástica trayectoria deportiva de Lionel Messi, quien tuvo un gran rendimiento para que el Paris Saint Germain logre iniciar su defensa del título de la Ligue 1 con una victoria sobre el Clermont. El astro argentino de 35 años fue vital para que el elenco parisino se lleve los tres puntos como visitante en la Fecha 1 de la temporada 2022/23 de la liga francesa, cerrando la goleada 5-0 con una perlita: anotó de chilena.

La Pulga fue metiéndose paulatinamente en el juego. Hizo sus primeras intervenciones lejos del área rival, más cerca del círculo central, ya que ayudaba al PSG a generar superioridad numérica en el mediocampo cuando tenían la posesión. No obstante, también llegaba con frecuencia al último tercio y eso le permitió participar de los goles.

En el minuto 9, Messi no pudo capturar un pase atrás de Pablo Sarabia pero su mal control se transformó en una asistencia involuntaria para Neymar, quien llegó cómodo desde atrás para marcar el 1-0 de volea a gol. Tiempo después, dejó solo a Sarabia en un contragolpe pero el español estaba en fuera de juego muy claro.

El ídolo argentino, que se movió casi siempre por el centro para conectar con Marco Verrati y Vitinha pero también apareció volcado en la derecha, encabezó luego otro contraataque que terminó con Hakimi firmando el 2-0 tras ser habilitado por Neymar.

Su complicidad con el brasileño queda expuesta en todo momento, pero fue más notoria antes del tercer gol de PSG. Ambos se rieron y luego Ney lanzó un centro preciso a la cabeza de Marquinhos. También había habilitado a Messi para dejarlo mano a mano sobre el final del primer tiempo pero el argentino disparó casi sin ángulo y el guardameta Diaw la despejó a córner.

Durante el segundo tiempo también se vio un Messi muy comprometido con los ataques de su equipo. En el minuto 58, hizo una apilada de varios rivales en la puerta del área y la jugada finalizó con un centro de Pablo Sarabia que fue cabeceado por Neymar y detenido por el arquero Diaw, quien varias veces evitó que el resultado fuera más abultado.

Luego, el minuto 70, La Pulga tuvo una de sus mejores ocasiones para anotar: le pegó de volea con la zurda tras recibir un pase de Nuno Mendes pero su remate salió demasiado alto. Esa fue quizás la chance más nítida que había tenido hasta entonces junto al mano a mano que tuvo en la etapa inicial ante de finalmente marcar sus propios goles.

Ya casi sobre el cierre del partido, Leo Messi encabezó un nuevo contragolpe y combinó con Neymar para definir la acción con un pase a la red. El astro argentino definió con comodidad para firmar el 4-0 cuando solamente quedan nueve minutos para el pitazo final. Y como si fuera poco, luego aprovechó un pase magistral de Paredes para hacer el 5-0 de chilena.

Este doblete le permitió a Leo alcanzar los 772 goles en su carrera, lo que le permite seguir escalando en la pelea por ser el máximo goleador de la historia, un trono que actualmente pertenece a Cristiano Ronaldo (815) seguido por Josef Bican (805), más allá de la gran polémica que hay en torno a estas cifras.

Ese sería el resultado definitivo para la victoria del Paris Saint Germain, que tuvo a un Messi que mostró una de sus mejores versiones: participó mucho en la distribución del juego y en elaboración de ataques, además que colaboró anotándose en el marcador.

El estreno con doblete no es un dato menor para el argentino, que terminó la pasada temporada de Ligue 1 con seis anotaciones pero pudo gritar por primera vez recién en la 14ª fecha en un triunfo sobre Nantes. Independientemente de esto, terminó como uno de los máximos asistidores de este certamen con 14 pases de gol, siendo superado únicamente por Kylian Mbappe (17) en todo el torneo.

“Tiene un sentido táctico muy agudo, muy claro. Rápidamente ve dónde tiene que ponerse, la forma en que se posiciona para jugar, está en una zona que le gusta. Le gusta jugar con los jugadores que le rodean. Cuando Leo sonríe, el equipo también sonríe”, lo elogió el entrenador Christope Galtier tras el encuentro.