Una de las características de las innovaciones tecnológicas es volver obsoletos a todos los objetos. En su afán de expansión, en su lista de prescindibles también figuran las personas. Un ejemplo de esto es Ayayi, una influencer china que es completamente virtual.
Y si bien no es la primera en aparecer, lo que la distingue del resto es la recreación digital extremadamente realista, con personalidad, estilo y detalles únicos, que pretenden mostrar algo más que la simple figura virtual.
Este producto digital, al que consideran como una meta humana, es la primera en su tipo dentro de China y fue creado por la empresa Ranmai Technology.
La apuesta de la empresa no es casual. De acuerdo a las métricas, estas criaturas de píxeles tienen más efectividad que muchos famosos a la hora de vender productos, creando una mayor participación de su audiencia y estableciendo vínculos más poderosos con sus comunidades.
Las últimas tecnologías en modelado 3D y los avances en iluminación y texturas en tres dimensiones han hecho posible la creación de esta influencer virtual. El juego con las luces y sombras sobre su rostro hacen que parezca una persona prácticamente real.
En su primer post en Xiaohongshu, plataforma de compra social, consiguió más de 3 millones de visualizaciones y logró acumular más de 40.000 seguidores durante su primera aparición.
Por este motivo, la influencer Ayayi ya comenzó a colaborar con diferentes marcas para promocionar sus productos. Su primer trabajo fue presentar la exposición Mickey: The True Original Exhibition en Shanghai, compartiéndolo fotos, videos e impresiones de lo que “estaba viendo”.
De allí en más, su consagración fue en aumento. Desde entonces, es invitada a los eventos tope donde hace su aparición virtual en una pantalla, se sacó fotos con algunos de los presentes y saluda. Toda una celebridad.
Otras celebridades
Miquela Sousa o Lil Miquela, es otra influencer que fue creado por la mano de Trevor McFedries y Sara DeCou. El proyecto empezó en 2016 como un perfil de Instagram.
Lil Miquela tiene pecas, labios carnosos y cabello oscuro. Su feed de Instagram la muestra vestida con atuendos de Prada y accesorios de Chanel, Supreme y Vans.
La cuenta relata una narrativa ficticia que le permite a esta pequeña modelo comercializar varias marcas, principalmente de moda y perfumes. Pero no es sólo una cara bonita, también se pronuncia sobre temas como los derechos LGBTQ++ y el cambio climático.
En 2017 lanzó un sencillo, Not Mine, que se hizo viral en Spotify. También apoya otras causas sociales como Black Lives Matter y la organización Black Girls Code, que promueve la formación tecnológica para chicas.
Ese mismo año salió a recorrer las calles de Los Angeles como un prototipo de robótica ya que tuvo mucho impacto por las redes sociales e intentaron crearla de "carne y hueso".
En abril de 2018, la cuenta ya había acumulado más de un millón de seguidores y, por estos días, supera los 3 millones de seguidores. No hay límites para la imaginación.
